Entrada 47. Publicada 23-2-2017
1.4 El trabajo (1)
Prosiguiendo con
los trabajos periodísticos, dos entradas recogen en ocho artículos una muestra
circunscrita temáticamente al trabajo. Incorporan como novedad el primer
acercamiento a las colaboraciones de opinión o fondo, según calificación
publicada indirectamente y atribuida a colegas y lectores (artículo "Las ociosas hormigas"). Una línea
articulista en gran medida vinculada y favorecida desde las páginas de Comarca y en segundo término desde el
diario Región, del que fue por periodos asiduo
colaborador. Los escritos reúnen los rasgos esenciales de los géneros ensayo y
opinión. Del primero por la construcción breve de pensamientos propios del
autor y del segundo en cuanto, mejor que juicio, parecer sobre un tema
cuestionable pero susceptible de interpretación plural y del que el autor expresa libremente su punto de
vista particular, no necesariamente el común, pues precisamente en ello reside la esencia del género. Pero quizá lo más interesante de esta sección concreta resida
en coincidir con el estilo más original y personal del Benxa articulista, ese
que se anunció como pendiente de conocer en este blog en varias ocasiones
anteriores.
El trabajo como
tema parece prestarse en principio a un tratamiento serio. Máxime procediendo
de Benxa, cuya condición de trabajador proteico queda de manifiesto en la
extensión de su obra, estrictamente vocacional y desinteresada económicamente,
desenvuelta en paralelo a su muy prolongada e intensa vida profesional, determinada por su condición de cabeza de familia numerosa. Sin embargo el tratamiento
con la pluma que aportó al tema del trabajo deviene en inesperado y
aparentemente contradictorio con lo antedicho. No lo es, sino al
contrario, coherente con sus maneras literarias, su poética o ideario creativo, sus principios y su propia vida.
Un todo que se comprobará compacto y congruente una vez expuestos, al menos, cuatro
aspectos determinantes: lo estrictamente literario (artístico) y, en el marco
del pensamiento, sus convicciones religiosas, determinadas ideas filosóficas y
su condición de hombre pre-contemporáneo, sumamente crítico con la sociedad
“moderna” (columna Rara avis, "-No hay nada como lo antiguo"), de la que presenció su progresión tan acelerada como
cuestionable a lo largo de los más de tres cuartos de siglo de duración su
vida.
La aproximación a
estos cuatro puntos capitales para la comprensión de Benxa escritor -aunque lo
haya sido únicamente desde el ámbito del periodismo- se reparte entre esta entrada y la
siguiente que constituye su continuación
o parte segunda.
Benxa fue por
naturaleza optimista y jovial. Su dominante vital e intelectual apunta al humor
(versión fina, aguda y positiva, no la agria del escéptico o resentido). El
humor caracterizó sus relaciones personales; disfrutó de él como receptor
(directamente de personas o en lecturas) y creador. Buena parte de sus escritores favoritos
participaron de este rasgo, aunque no exclusivamente pues se diversificaron sus intereses. No extrañe por ello que ensaye con los escritos sobre el trabajo y el
resto de su temática fórmulas
literarias de choque, tales como la inversión de lo común o real, el juego de opuestos, la fantasía,
el disparate, la utopía, etcétera. Gustaba de pellizcar y atraer al lector
desde el humor y la sorpresa, sus colaboraciones las concebía como un
pasatiempo, lecturas amenas. Él mismo se quejaba
(entrada 28.11.2016, carta autógrafa) de la escasa reacción del público a sus provocaciones –posiblemente hermanas intelectuales de sus
travesuras de juventud-, o de que, en otro artículo, se tomen en serio sus
argumentos pura e inocentemente humorísticos. Aunque articulista de provincias -menos aun, de una
comarca concreta- no puede soslayarse su conexión con la atmósfera literaria de
los dos primeros tercios del siglo XX, incluidas las vanguardias. Por ejemplo es
conocida su admiración por Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías dentro de esta
línea humorístico, lúdica y cuasi surreal. Por lo mismo que algunos recursos literarios no resultan extraños al arte innovador de sus años de juventud (entrada "Colaboraciones prensa. Inicio (página abierta)", 19.2.2017) y de la apertura de España al exterior.
Otra pista de
acercamiento remite a la componente religiosa en Benxa, provista de un doble
origen: la tradición de familiar (columna Suelto, "Por Navidad") y sus inquietudes
personales. Éstas lo conducen a profundizar en
las lecturas de los textos fundamentales de la doctrina cristiana y obras de teología
moral, profusamente evocados en sus artículos. Como “cristiano primitivo” aparece
ya calificado en este blog (entrada 28.11.2017, carta de P. Posada) y acaso más preciso sería añadir cristiano
de origen, raíz o purista. De la doctrina mesiánica selecciona su esencia y los
principios más innovadores: el prójimo y la mayoría desposeída. Su biografía y
obra periodística de ensayo no sólo lo confirma sino que forjarán una realidad
única y sin fisuras (columna Suelto, "La máquina de escribir"). Véase la estricta austeridad
de vida, las mínimas necesidades reconocidas o la estrecha conexión con la
clase trabajadora conducente a una especie de desclasamiento inusual, a la
inversa de las aspiraciones comunes de ascenso social. Un espejo de lo que en
su obra global (dibujos y escritos) coincide con la atracción por los ambientes,
la cultura, los objetos y los tipos populares, cierto que preferentemente los de extracción
rural sobre los urbanos, en consonancia con ese perfil pre-contemporáneo ya
apuntado.
Constantes
periodísticas benxaminianas. Males de la sociedad moderna: prisa, mercado
feroz, lo superfluo, otros países nos marcan el ritmo, visión apocalíptica de
la industrialización. Su propuesta: sobran recursos en el campo para las
necesidades básicas del vivir, confianza en la Naturaleza que proveerá, vida tranquila
para vivirla con mayor provecho y desarrollo personal, etcétera. Publicado en Comarca, sin fechar.
El
título, escueto y calculado, construye el inicio y la conclusión a un
mismo tiempo. El enriquecimiento pone en duda la ética y no es
precisamente edificante para quienes se sostienen precariamente a cambio de su
trabajo diario. Entrevenada esgrime una ironía próxima a la sátira
del sector de los empleados de oficinas, al que en parte él mismo
pertenecía. Al término, muy didácticamente y vestido de
protagonista reconstruye el deber ser del diligente trabajador
cara al público. Publicado en Comarca, sin fechar.
Fragmento de
artículo que vio la luz en dos entregas. Como los anteriores claro exponente de su genuino estilo expresivo de opinión, vivaz, gracioso, animado; exactamente como una de las ideas que desgrana, favorable a la aplicación
de los estímulos en el desempeño del trabajo, propuesta explorada ya desde la Sicología del Trabajo por algunos teóricos. Publicado en Comarca, sin fechar.
El propio autor comienza calificando
sus argumentos como disparatados –categoría
más afín a posiciones de vanguardia y de escritor humorista que serio o grave -de ser humorista gráfico lo situaríamos en el entorno de La Codorniz.
Pero también se ampara en la lectura de
fondo de sus artículos, según el parecer de otros. Con esta presentación de
colchón pasa a disertar sobre la equiparación en el ámbito del laboral, aspecto apenas tratado por contraposición al equilibrio social de clases. Y como en el artículo
anterior remite a teorías y textos de naturaleza religiosa y moral; arriba a la “compensación
oculta” extraída de textos teológicos, recurriendo aquí a Savonarola y sus tesis sobre la homogeneidad social instando a los más pudientes a
asimilarse al nivel básico de la mayoría. En Comarca, sin fechar.
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