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Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

domingo, 27 de agosto de 2017

84. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 84. Publicada 27-8-2017










4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 3)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



El breve periodo leonés

La celeridad como signo del presente parece acompañar esta primera etapa profesional de Manuel. Y en concreto el año de su titulación. 1880: de estudiante a profesional, de jornal de operario a salario de técnico, de trabajador a “tomar a su cargo” dos explotaciones mineras en la provincia de León. Cierto que una de ellas muy próxima a la raya con Asturias, en lo que se podría llamar primera línea de la cordillera en su vertiente sur, y ambas (-según la cartografía del también facultativo Benjamín Calleja- incluidas en el denominado “Seno hullero recubierto de La Robla”.
Los únicos datos disponibles citan por orden las minas "La Profunda de Villamanín (dirección a Carmenes), vinculada a Julián Rivas, vecino de La Vecilla,  y la de Ciñera. Aportan información sobre sucesivos o simultáneos servicios prestados a estas dos empresas, significativas a juzgar por las referencias que de ellas se tienen, e inciden en la brevedad del período que lo creemos desplazado en la provincia limítrofe, entre uno y dos años como mucho. Exceptuando que repartiera su actividad entre León y Mieres. Un documento inédito acorta esta iniciación en la profesión una vez titulado, hasta el punto de concebirla más propiamente que una etapa, la leonesa, como una estación o estancia muy corta en proporción al medio siglo de dedicación minería. El documento en cuestión, un informe técnico, no amplía las meras menciones toponímicas de los destinos iniciales, pero sí recompone el período inmediatamente anterior al del final de los estudios [ Entrada anterior], al tiempo que abre hipótesis que complementan lo publicado respecto a sus comienzos en la Sociedad Especial Minera El Porvenir:

. La condición de pinche de fragua en mina Corujas coincidiría estricta y puntualmente con su bautismo laboral en la industria, todavía en la niñez. Las reseñas, como las leyendas, son simplificadoras y repetitivas.
. Desde ese puesto inicial, máxime con la “inteligencia despierta” que se le atribuyó, hasta el ingreso en la Escuela y durante los estudios, todo parece indicar que se le encomendaron tareas más cualificadas de carácter ya técnico. Es decir, que antes de facultativo acreditado académicamente, ya se habría iniciado en labores especializadas y éstas solicitadas para las explotaciones de cinabrio de de La Peña o de El Porvenir. Si ocupó puestos en otras empresas en el entreacto entre el peón de fragua y los estudios de investigación y proyectos para El Porvenir, parece que bastante anteriores a agosto de 1883, resulta desconocido.
. Corregir que no “nació a la vida del trabajo” (reseña biográfica, 1932, con motivo del homenaje)
en la mina de cobre situada entre Villamanín y Cármenes, sino que parece haberlo hecho en La Peña de Mieres (donde residía) y hacia finales de los años 1870.
. Que el contrato laboral con la mina de cobre “La Profunda”  no debió resultar casual, sino producto de su experiencia y conocimientos previos en la minería metalífera del mercurio en Mieres.







Estado actual de la planta metalúrgica de transformación que recibía el mineral de cobre procedente de la mina “La Profunda”, en Villamanín, considerada (reseñas biográficas) el primer destino de Manuel como facultativo responsable del yacimiento. Al fondo las instalaciones fabriles y en primer plano posiblemente la casa-gerencia (oficinas y alojamiento del personal técnico). Se antepone una vía férrea al servicio de los cargaderos desaparecidos. Parece haberse clausurado antes de la guerra civil, de la que data la destrucción del establecimiento, lo mismo que la de la integridad del núcleo de Villamanín, dada su proximidad al frente. [Foto H.R.A.]





viernes, 25 de agosto de 2017

83. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 83. Publicada 24-8-2017










4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 2)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



Familia nuclear, infancia y adolescencia 

Datos muy restrictivos sobre esta primera parte de la vida de Manuel Álvarez (1862-1932). Se impone, con dificultades, tamizar las noticias huecas de tono laudatorio y formas retóricas de las dos reseñas introductorias, sin desestimarlas en su totalidad. Como la información oral (Benxa) son portadoras de indicios válidos si se prestan a un tratamiento crítico. Por otro lado y esta vez favorablemente, indicar que ambas clases de aportaciones ya incluyen contenidos sobre la profesión de técnico industrial de Manuel; ilustran circunstancias que favorecen su formación como ayudante de minas; responden a un patrón común a otros titulados homólogos y, por último, permiten anticipar los principios que guiarán su carrera laboral, basados en la voluntad y elección entre las diferentes opciones de futuro que se abrían por entonces a un técnico industrial medio.



DATOS COMENTARIOS
1. Familia de origen


Padres: José y Antonia, naturales de Ubriendes (parroquia de Ujo, Mieres), campesinos de origen humilde.





Un caso más de la emigración rural masiva que afectó a las clases más desfavorecidas de la edad contemporánea.
Procedencia del matrimonio del sector agrario, posiblemente campesinos sin tierra, arrendatarios.
Éste sería el motivo del traslado al sector industrial emergente y a la condición de asalariados.
Un retrato al carbón de la madre de Manuel (abajo) capta la fisonomía y el atuendo campesino a edad avanzada, cuando entorno físico y recursos de vida procedían desde  tiempo atrás de la industria.


Traslado a La Peña, Mieres, donde José se incorpora como obrero industrial.
Allí nacen los dos hijos del matrimonio: Fernando y Manuel (1862).





A Fernando se le dibuja como antítesis de Manuel. Embarcó para Cuba en busca de fortuna e intervino en la guerra de 1898.


Hacia 1860 el lugar de La Peña ya figura como un enclave industrial de notable importancia en la cuenca del Caudal. Se concentran allí al menos tres empresas: la Fábrica de Hierros (luego Fábrica de Mieres) y pertenencias de azogue y fábricas de mercurio de las sociedades La Unión y El Porvenir. Tejido industrial orillado a la carretera Adanero-Gijón, a la altura de la confluencia con el valle de Santirso o río Miñera.
José figura (notas Benxa) como “maestro minero”, titulándose capataz en 1862 en la Escuela de Mieres. Perteneció a la misma promoción que su consuegro Ignacio Rodríguez Vallina, una de las cinco primeras que salieron del centro.


Se desconoce la vida laboral y a que empresa o empresas estuvo vinculado. Su carrera profesional dista de la de Ignacio Rodríguez. Ambos ilustran la distancia entre capataces titulados singularizados y los que desempeñaron una trayectoria común y anónima por el momento.


2. Circunstancias favorables
a la ocupación de Manuel en la industria local minero-metalúrgica.
Enclave de nacimiento, ocupación del padre, expansión industrial creciente, demanda empresarial de operarios y técnicos.


. Comienzos laborales. 9-16 años. Peón de fragua en Mina Corujas, del coto de la Fábrica de Hierros de Mieres.

. 1877, examen de ingreso en la Escuela de Mieres.

. Estudios. Promoción 1877-1880. (Título de Capataz de Minas, Hornos y Máquinas. En los años 1920 la titulación consta también como Ayudantes y Capataces Facultativos de Minas).
Modelo común. Trabajo infantil y explotación. Salario familiar complementario. Guaje de mina.

Por continuar los pasos de su padre y/o por manifiesta capacidad para proseguir estudios (por entonces observación de los maestros transmitida a los padres), compatibiliza trabajo y estudio. Primero para la preparación del examen de ingreso en la Escuela de capataces; una vez superado, para llevar a cabo los tres cursos. Continúa tratándose de un procedimiento común a todos los ayudantes de minas hasta bien entrado el siglo XX.

La doble dedicación da pie a recordar la importancia de los conocimientos prácticos previos a la implantación de los estudios teóricos reglados. (Sobre estos dos aspectos, ver Suelto). Sin excluir los modelos gremiales, adelantadamente extinguidos en la industria metalúrgica y minería respecto a otros sectores a consecuencia de la fundación de la Escuela de Capataces.


3. Estudiante y graduado


Aunque sin noticias al respecto cabe esperar un Manuel estudiante aplicado y comprometido. O afirmarlo a juzgar por el ejercicio profesional luego desempeñado y reconocido por sus colegas.


La etapa de estudiante parece haber incidido aquí, como en otros casos, en la vida profesional y dejar ya asentados sus principios para el futuro. La voluntad actúa desde la elección de los estudios a cursar y las consiguientes expectativas laborales que ofrecen.

Una de las semblanzas más equilibradas sobre Manuel (1952, no incluida en el blog) deja testimonio en este sentido. Tras concluir los estudios expresa: “La vida empieza ahora. Una vez en posesión del título de Facultativo no significó para él el fin de una época […]. Al contrario […] le capacitaba para aplicar sus conocimientos en un campo al que le llevaba una imperiosa vocación de estudioso”. Vocación, estudio continuado y actualizado y un talante científico se antepusieron a otras atractivas salidas que el título y el medio en el que se desenvolvía ponían al alcance de su mano.
Antes de los dieciséis años un asalariado adolescente decidió hacerse estudiante a tiempo parcial; a los dieciocho, ya titulado, tuvo de nuevo la oportunidad de decidir la orientación personal que quería infundir al desempeño de la profesión.











Retrato a carboncillo de Antonia Álvarez, madre de Manuel. 
A la derecha, ruinas de la casa vinculada con el mismo y radicada en La Peña. 
No se puede precisar por ahora si se trata de la casa matriz o de la ocupada 
temporalmente de recién casado, antes de trasladarse al Mesón de La Pasera. 

















domingo, 20 de agosto de 2017

82. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 82. Publicada 20-8-2017










4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 1)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



Reseña biográfica 2 


D. MANUEL ÁLVAREZ ÁLVAREZ
Nació en La Peña de Mieres el 1 de Diciembre de 1.862. Estudió la carrera de facultativo de minas, que terminó a los 18 años de edad y que ejerció primeramente en las minas de cobre de Villamanin y en las de Ciñera.
Hizo por toda España prospecciones de yacimientos de mercurio y con su cuñado Don Ramón Rodríguez fueron la piedra angular de los dificiles negocios del azogue, de cuya explotación y beneficio eran la indiscutible autoridad.
Prestó servicios al Ayuntamiento de Mieres contribuyendo al trazado de las calles y confeccionando el plano topográfico del concejo correspondiente, del que un distinguido Topógrafo del Estado afirmó que no debía de existir otro igual en ningún concejo de España. Proyectó diversas carreteras del término y multitud de edificios modernos para las calles de la villa.
En 1.918 abrió y después dirigió el coto minero de Olloniego. Realizó múltiples estudios geológicos y notables planos estratigráficos. Contribuyó con planos y muestras al Museo Geológico fundado por el Sr. Patac en el Instituto Jovellanos.
Por entretenimiento hizo muchos trabajos, entre los que mencionamos el “plano de las montañas y puertos de Asturias desde el mar”, “la Calzada Romana entre Oviedo y Mieres, “Plano comparativo de la villa de Mieres entre 1.845 y 1.925”, etc.
De él se ha escrito: “Fue una noble vida consagrada por entero, con probidad, inteligencia y celo insuperable al trabajo de las minas, contribuyendo decididamente al progreso industrial de Asturias” (“Revista Minera”). “Un concepto excesivamente rígido de la dignidad profesional impidió a este hombree excelso ocupar en la esfera económica el puesto envidiable a que por su ciencia y trabajo se hizo merecedor” (“Un amigo”). “La industria asturiana le debe mucho por haber sido su mejor propulsor durante medio siglo. Quien conoce a fondo su vida y su obra le considera un gran continuador de Schulz” (Boletín de la Asociación de Facultativos de Minas). “D. Manuel había hecho la carrera con el libro en una mano y la palanca del barquín en la otra; una carrera hecha en estas condiciones de sacrificio tiene que ser pródiga en frutos” (“Un compañero”). “Fue un legionario que ganó muchas batallas a fuerza de desvelos y privaciones”) (Suárez Moro). “Honradez inmaculada, laboriosidad sin desfallecimiento, inteligencia despierta, tal vez algo de socarronería asturiana y cincuenta años de trabajos profesionales, setenta de existencia y una rúbrica: Manuel Álvarez Álvarez” (Victoriano Sacristán). “Con la honradez, fué la modestia otra virtud suya característica. Huyó del mezquino galardón de los aplausos, echando con su obra en surcos vivientes, simientes destinadas a fructificar” (Rubinat). “Fue el hombre-guía al que todo el mundo se dirigía cuando una duda, una falla, aparentemente insoluble, surgía”.
Tenía gran curiosidad y retenía muchos datos de la minería y aún de temas distintos, máxime de lo concerniente a Asturias. El ingeniero D, Manuel Santa María, decia: “Preguntad a D. Manuel Alvarez cualquier cosa por rara que sea y enseguida saca de su cartera un papel un tanto mohoso, pero con el dato exacto”
En Agosto de 1.930 fué objeto de un homenaje de sus compañeros de Asturias, Leon, Palencia y Vizcaya. En Agosto de 1932 falleció en Olloniego y fué enterrado en Mieres”.



Texto anónimo mecanografiado procedente del archivo familiar. Amplía la labor profesional con datos de trabajos urbanísticos y otros abordados por iniciativa propia, los que consideramos obra propiamente dicha. Incluye opiniones reunidas de variada naturaleza y procedencia, que reclaman ser ajustadas en un tratamiento más objetivo y fiable. No se descarta la autoría de Benxa en estas notas -¿redacción y ortografía a cargo de otra persona?-, intuyéndose confeccionadas con algún objetivo o por encargo (reseña a publicar en obra general, por ejemplo). De ser así, habrían sido redactadas en los años 1970 y responderían a la visión de un descendiente directo, con lo que ello supone a favor (conocimiento de los hechos) y en contra (parcialidad). Si se indicó a Manuel Álvarez como el mejor biógrafo de Ramón Rodríguez, Benxa supondría su equivalente en su padre, siempre anteponiendo los filtros precisos.










miércoles, 16 de agosto de 2017

81. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 81. Publicada 16-8-2017










4.5 Manuel Álvarez Álvarez (1862-1932)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)





Reseña biográfica 1

Manuel Álvarez Álvarez, padre de Benxa. No tomó parte en la revolución industrial de Asturias como su suegro Ignacio ni diseñó, en el marco de la creatividad técnica, equipos industriales patentados como su cuñado Ramón Rodríguez. Mejor presentarlo, antes de examinar su labor, de dos maneras. Una, con reseñas profesionales de distintas fechas y procedencia, incluida una publicación reciente, y la otra, en este blog, como un politécnico en sentido estricto, dada la diversidad de actividades acometidas. Con su trayectoria profesional se entiende que Benxa insistiera en el polifacetismo técnico de estos antiguos artífices de la primera industrialización asturiana, dotados además de una identidad profesional genuina, irrepetible en las generaciones siguientes de capataces o facultativos de minas.









Semblanza profesional de Manuel A. A, ilustrativa de la imagen del mismo dentro del cuerpo de capataces a mediados de los años 1950. Publicada en Centenario de la Escuela de Facultativos de Minas  y Fábricas de Mieres, artículo "Biografías", que se abre con Ramón Rodríguez y  recoge diez figuras de profesionales y empresarios de la minería Asturiana activos en los setenta y cinco años anteriores a la edición. 1955. (Sin paginar).







jueves, 10 de agosto de 2017

80. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 80. Publicada el 10-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (y cont. 7)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)






. Aspectos familiares y sociales


Ramón Rodríguez, biografía incompleta. Reconstruir aspectos personales sin una investigación como la que ilustra su trayectoria profesional resulta inviable. En su lugar, algunos apuntes (abajo) y notas en la sección de Sueltos.
Procedentes del marco familiar únicamente se dispone de contadas noticias verbales o anotadas aportadas por Benxa, de escaso valor, excepto la reconstrucción de la unidad familiar encabezada por Ramón. Circunstancias accidentadas de las respectivas familias, la creadas por aquél, a su fallecimiento, y la de su hermana Perfecta (madre de Benxa) explican este vacío. El perfecto biógrafo del inventor de hornos habría sido su cuñado, Manuel Álvarez, con el que formó equipo de trabajo, lo representó en actos administrativos tras su fallecimiento y acabó encargándose de continuar la labor que el proyectista apenas pudo llevar a cabo: la dirección técnica de la instalación en empresas de los hornos sistema Rodríguez, hasta que la demanda cesó por la crisis del mercurio.
Del primogénito de Ignacio Rodríguez Vallina [Entradas 17 al 23-7-2017] cabe esperar un ascenso en el escalafón social que ciertamente resultó efectivo. La plataforma de la industria contribuyó a ampliar estadísticamente el estrato social burgués, en este caso a título de profesionales-técnicos, equiparables a los llamados profesionales liberales. Ramón contaba a su favor con los antecedentes familiares -insertarse, como segunda generación, en el segmento de técnicos directivos-, desarrollar una carrera como tal anticipada en edad respecto a la de su padre, además de brillante, más la reputación y celebridad añadidas como diseñador-proyectista de equipos industriales patentados. Sus ingresos irían en correspondencia: los honorarios como facultativo, posible plus en investigación por parte de la empresa [Entrada anterior], los derivados de la docencia en la Escuela de Mieres y de su puesto de secretario en la misma, más los procedentes de la comercialización de patentes y hornos.

Escasos datos personales sobre Ramón, pero sí comprobatorios de una posición social afín a la clase media. Sumadas a las noticias expuestas, procede conocer la situación de los domicilios, entendida como un recurso de aproximación a la condición de clase. El más antiguo documentado (1899) se radica en La Pasera, hasta la construcción del ensanche el núcleo principal de un Mieres en transición entre el poblamiento rural y el urbano todavía de signo tradicional. En La Pasera se concentraban las funciones institucionales (iglesia parroquial de orígen románico y estación de peregrinaje a Santiago, antigua sede del Ayuntamiento, primeras escuelas municipales), de servicios (el mesón, establecimientos de zapatería, calderería; la panadería, otra escuela particular) y el espacio residencial mesocrático (viviendas de profesionales, indianos, etcétera), formado por las edificaciones de trazas más antiguas (lado de la iglesia) o, en la acera de enfrente, las modernas casas plurifamiliares de pisos, con balcones y galerías de cristal, habitadas en régimen de alquiler. En alguna de éstas últimas (donde también vivió su cuñado Manuel Álvarez) situamos el domicilio de la familia de Ramón. Posteriormente Benxa cita en notas para memorias otra vivienda de posible propiedad, ya unifamiliar (signo de mejora económica) y provista de patio ajardinado, donde él acudía muy de niño a visitar a sus primos. La sitúa en las proximidades del barrio (entonces aldea) de Oñón, a la orilla este de la misma carretera, en un espacio alto-residencial, una prolongación de La Pasera donde se habían venido instalando fincas (viviendas de calidad con terreno cerrado) de familias adineradas [Una comarca... Laminarium de Mieres y Lena], entre ellas Villa Rotella, donde residiría también una hermana del inventor.

La composición de la familia construida por Ramón y sus enlace con familias locales de elevada posición se orientan en el mismo sentido. El árbol genealógico confeccionado por Benxa aporta pistas, muchas menos de las que él podría ofrecer verbalmente. Más de un siglo de distancia (muerte de Ramón, 1905) y dos generaciones intermedias desaparecidas hacen inviable la historia oral de familia. Ramón casó con Paz Velasco. Su apellido aparece asociado en el Mieres del momento a cuatro varones, uno como secretario del Ayuntamiento de Mieres (años 1840) y los demás más tarde vinculados como accionistas fundacionales o propietarios a empresas del mercurio (La Unión, El Porvenir y El Mercurio Asturiano). La endogamia industrial ya ha sido apuntada y reaparecerá en estos pasajes de historia de familia. De los siete hijos del matrimonio resumir únicamente algunas conclusiones. 1. De los tres varones (José, Ignacio, Ramón), se desconoce si alguno sucedió, en alguna de las facetas, la singular carrera profesional y obra de su padre, lo que ya es indicio de resultado negativo. 2. Las cuatro hijas, por su parte, parecen haber consolidado y superado la posición social de sus progenitores. Concretamente dos de ellas. Mercedes, casada con Vital Álvarez Builla -con "i" latina para Benxa- y Sampil, residente en Villa Rotella (hoy desaparecida, en el Oñón residencial decimonónico) y cuyo enlace convertiría al inventor Ramón en el abuelo del primer alcalde socialista del Mieres constitucional. Y María Cristina, que contrajo matrimonio con Leopoldo Alas hijo (Clarín y Ramón, consuegros) 3. En ambos casos confluyen enlaces de posición, con profesionales y/o intelectuales, pero insertos en un círculo de mierenses o adoptivos cultos, emprendedores de iniciativas educativas locales, ideológicamente abiertos y progresistas, y afines a la república.







En 1899 vivían en La Pasera Ramón Rodríguez y su cuñado Manuel Álvarez , directivos de El Porvenir.  Manuel ocupó primero esta casona (El Mesón) de líneas tradicionales, trasladándose luego a una vivienda-piso de estilo moderno, situada en la acera de enfrente. En otra similar de las levantados a esta margen de la carretera de Jovellanos (sic Benxa) situamos el domicilio más antiguo de Ramón Rodríguez. Detalle procedente de Una comarca a punta de lápiz. Laminarium de Mieres y Lena, de Benjamín Álvarez, Benxa. Oviedo, 1975, pág. 61. En el margen el autor escribe: "ye la mío casa natal".














miércoles, 9 de agosto de 2017

79. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 79.  Publicada el 9-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (cont. 6)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



4 / Proyectos complementarios al diseño de hornos

Además de la ideación y ejecución de hornos corrieron a cargo de Ramón Rodríguez los proyectos y la dirección de obra de edificaciones (construcción o arquitectura) e infraestructuras viarias. A él se deben los proyectos publicados de casas de hornos (también denominadas oficinas o pabellones en la terminología industria del momento), destinados a albergarlos de forma protegida, dada su importancia y coste, pero también estudiada con precisión la estricta dinámica que requería el proceso completo de funcionamiento productivo. Igualmente proyectó un tramo de ferrocarril interior de la empresa, que unía los puntos de extracción de La Peña con los nuevos hornos situados en El Terronal, economizando tiempo en los desplazamientos de materias primas y productos ya transformados.












Dos proyectos de Ramón Rodríguez publicados por Luque Cabal, C. y Gutiérrez Claverol, M.,
La minería del mercurio en Asturias. Rasgos históricos. Oviedo, 2006,
pags. 248 (arriba, proyecto de horno de retortas y su edificación)
y 255 (abajo, proyecto de ferrocarril al servicio de los hornos).
Véase también el proyecto de horno más avanzado y su casa en la entrada nº 65, 7-7-2017.








5 / Etapa profesional última de Ramón Rodríguez

En 1890 la memoria presentada por J. Stuyck ante la Junta General de El Porvenir no podía resultar más optimista. Fue publicada en la Revista Minera... y elogiaba la exitosa labor del equipo directivo en al excelente marcha de la sociedad. Pero desde una perspectiva actual, a más de un siglo de distancia, parece que los criterios productivos de la empresa no interpretaban entonces, en la medida que lo hace la Historia hoy, el valor científico y tecnológico de unos hornos nacidos en la casa y que a la postre devolvieron con creces la partida en investigación que junto a otras figuraba entre los gastos de la empresa.
Desde 1902 ya se dejan sentir indicios de la crisis de la industria del mercurio. El Porvenir encomienda a Ramón Rodríguez, como comisionado, varios viajes con el objeto de estudiar empresas del sector levantinas y andaluzas para su posible adquisición. Aún no se predecía el final del mercurio decimonónico. Ni el final de la vida de un inventor en una de esas campañas todavía con signo esperanzador para el metal líquido. Metal líquido y plateado, singular,  al que había dedicado su vida profesional ¿singular también?














martes, 8 de agosto de 2017

78. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

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78.  Publicada 8-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (cont. 5)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



3 / Diseñador industrial / proyectista de hornos para la obtención de mercurio

NOTICIAS PARALELAS HORNOS SISTEMA RODRÍGUEZ
. Segundo horno (1888)
Nombre técnico: Horno continuo de cuba para gruesos.
Bautizado oficialmente y publicado como Horno Gascue-Rodríguez.
Patentado a nombre de Ramón Rodríguez. Publicado y difundido en España y Europa. Premios Exposición de Gijón (1899) y en la Universal de París (1900, plata).
Instalado en El Porvenir con uso experimental en 1889. Excelente rendimiento. Además de obtener mercurio directamente del mineral de azogue, incrementó la producción a partir de determinadas sustancias residuales hasta entonces almacenadas sin provecho en las escombreras.
Fueron instalados estos modelos en Almadén y en las regiones ya señaladas.
Como contrapartida no deben silenciarse los numerosos ensayos y pruebas, no exentos de fracasos.

Lo hasta aquí apuntado informa de un técnico con manifiesta vocación investigadora y sumo interés por la ciencia y la técnica, no tanto por ampliar el conocimiento existente en sí como por su aplicación al incremento de la producción industrial. Y abundando en lo personal, subrayar igualmente su talante inquieto, emprendedor y elevada capacidad de iniciativa.


Junto a esto apuntes personales de Rodríguez otros aspectos de carácter general intervinieron en esta década dorada de los años 1880 que desemboca en el diseño de hornos de tecnología punta.
. El mercado internacional del metal líquido se encontraba en un momento espléndido para las inversiones industriales. El Porvenir exportaba mercurio y sustancias afines por el puerto de Gijón, preferentemente con destino a Francia y Londres.
.En la sociedad El Porvenir se forma el equipo Stuyck-Rodríguez-Álvarez, primer testimonio de especialización sectorial y a la par trabajo conjunto, surgido curiosamente en una empresa de moderadas dimensiones del valle del Caudal [Ver Entrada anterior y siguientes sobre Manuel Álvarez].
. En otro orden de cosas, el maquinismo ya había dejado muy atrás el carácter excepcional de revolución, afianzándose con fuerza progresiva en este último cuarto del siglo XIX.
. Tras la I República, España da comienzo con la Restauración alfonsina a un periodo de estabilidad favorable a la expansión y modernización del ámbito de la industria.


. Sobre la participación del ingeniero Francisco Gascue en el horno segundo o continuo de gruesos.
Este ingeniero vasco desempeñó
un tramo de su carrera profesional en Asturias. Estuvo al frente de Duro y Cía. en Langreo y prestó servicios como ingeniero consultor en El Porvenir. En 1888, concretamente, siendo sustituido ese mismo año como asesor por su colega catalán Jerónimo Ibrán. En las noticias publicadas sobre la participación de Gascue en la ideación y proyecto del horno continuo de gruesos Rodríguez quedan de manifiesto al menos tres posiciones bien diferenciadas.
Una atribuye a la ligera el invento al ingeniero consultor. Otra, claramente favorable a las jerarquías en las titulaciones profesionales, atribuye y elogia el excepcional trabajo del ingeniero Gascue en el invento en cuestión, relegando al capataz Rodríguez al puesto de mero colaborador. La última versión adjudica a Ramón Rodríguez ideación, proyecto, construcción y plano del edificio destinado a contener el horno. Ello asumiendo el papel de Gascue como una colaboración puntual aunque decisiva, pero sin privarse de otorgar al facultativo de Mieres una posición de excepción dentro del proceso general de innovación tecnológica -ámbito de diseño de hornos metalúrgicos-,  máxime por haberse gestado en Asturias y por iniciativa propia de un directivo oriundo con titulación técnica básica.     
. Versión a partir de los materiales familiares.
Los disponibles consisten en datos de transmisión oral, documentos oficiales inéditos y apuntes de familia. Atribuyen el diseño industrial de los hornos, y específicamente el del bautizado Gascue-Rodríguez, el de mayor difusión, utilidad y coste [Entrada anterior, ilustración] a Ramón Rodríguez en solitario.
Justifican la presencia del apellido del ingeniero con la exigencia de un titulado superior a efectos del protocolo en el  registro de patentes.
Por otro lado Benxa recordaba haber visto una hoja publicada (posiblemente de la Revista minera..., sección de registro de patentes) donde figuraba la relación de inventores y la cuota anual a abonar por conservar su título. Es la lista ya citada donde dominan los nombres de autores extranjeros (ingenieros) sobre una mínima representación de nacionales. Y el documento donde figura Ramón Rodríguez como único responsable del pago de los derechos.
Desde los años 1890 Ramón debió emprender la comercialización de los hornos de los que fue proyectista. Un contrato firmado en Madrid en 1905, recién fallecido el inventor, establece las condiciones y precios que la empresa inglesa The United Mercury Mines of Granada exige por la compra de los privilegios derivados de instalar en varias minas “uno o varios hornos de los sistemas Gascue-Rodríguez cuba y retortas abiertas sistema Rodríguez”. Pero pese al nombre compuesto de uno de ellos, como beneficiarios figuran en el contrato únicamente los herederos de Ramón, representados en el acto por Manuel Álvarez (su cuñado) y Juan Stuyck, éste posiblemente en calidad de abogado y supervisor o redactor del documento.
A título interpretativo sobre Rodríguez y
respaldando la titularidad individual de sus trabajos como proyectista de máquinas de hornear cinabrio, volver sobre los argumentos ya publicados [Entrada anterior] de su larga e intensa dedicación a la ideación y proyecto, construcción, pruebas y perfeccionamiento de una pieza fundamental en los equipos de producción de la industria del mercurio. Y por lo mismo insistir en su vinculación desde adolescente a la plantilla de El Porvenir, por contraposición a la colaboración puntual de aquel año del ingeniero consultor Gascue, además de un excelente técnico y directivo, dotado de una personalidad polifacética y trayectoria vital diversificada. Publicaciones lo documentan como teórico, articulista sobre asuntos de minería social, musicólogo, y, de regreso a su tierra, introducido en la actividad política.
Precisamente el año de 1888, el de la culminación del horno Gascue-Rodríguez, aquél se encontraba preparando la edición general de artículos publicados sobre la temática indicada. Presencia pues puntual en el proceso de diseño del horno del Terronal, máxime habida cuenta de las numerosas pruebas y fracasos que precedieron su logro final. En tal situación sólo cabe esperar a pie de obra personal fijo y directamente implicado en la totalidad del proceso.
La biografía profesional de Gascue y Murga lo destaca, además de como responsable del horno en cuestión, como el artífice de la instalación en Asturias del primer horno Siemens que funcionó en España. Pero instalar dista de proyectar, construir, dirigir, probar, modificar, aunque el apunte informe a su favor de sus conocimientos avanzados sobre hornos en el sector minero-metalúrgico.








Documento de familia no firmado. Presenta al inventor como
una autoridad en materia de producción industrial de mercurio
y deja testimonio de la opinión familiar sobre la autoría
real de los hornos y en especial del Gascue-Rodríguez. 




































REFERENCIAS PUBLICADAS

M.F. Fernández Gutiérrez,, “Innovación tecnológica y desarrollo de la metalurgia del mercurio en Mieres, Asturias. Siglos XIX y XX. El ejemplo de la Sociedad Especial Minera El Porvenir”, VII Congreso de la Asociación de Historia Económica, Zaragoza, 2001, págs. 1-26.

C. Luque Cabal y M. Gutiérrez Claverol, La minería del mercurio en Asturias. Rasgos históricos. Oviedo, 2006.

Muñiz Sánchez, J., Administrar minas, cuerpos y mentes. Los ingenieros del siglo XIX, una fuente fundamental para la Historia Socia de Asturias. [Monografía sobre Francisco Gascue y Murga]. PDF, 32 páginas.























77. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 77. Publicada el 8-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (cont. 4)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)



3 / Diseñador industrial / proyectista de hornos para la obtención de mercurio

Invento e inventor constituyen términos prácticamente en desuso. Pero hasta hace escasas décadas aún se estudiaba en la enseñanza primaria la lista de los más relevantes. No es el caso de Ramón Rodríguez, cuyos varios hornos diseñados para la obtención de mercurio, dada su especificidad, debieron de conocer una breve vida útil , dado el relevo del mercurio por la plata para efectuar las amalgamas de metales. De cualquier forma, un capataz de Mieres, un autodidacta convertido en inventor industrial proyectará y patentará tecnología punta para la industria del mercurio en un momento en que ésta ocupa una posición destacada y atractiva para los inversores. Los modernos hornos Rodríguez destituirían a los tradicionales de Almadén, factoría histórica y una de los principales enclaves mundiales en la producción de mercurio. Es más, acabarían instalándose en la antigua fábrica manchega, lo mismo que en otras empresas del ramo del mercurio radicadas en Levante y Andalucía, en vida del inventor y luego en beneficio de las patentes por parte de sus herederos. Sus hornos industriales fueron objeto, igualmente, de publicaciones en revistas especializadas y premiados en exposiciones.




NOTICIAS PARALELAS SOBRE LOS HORNOS RODRÍGUEZ
. Hornos, piezas fundamentales en la industria minero-metalúrgica. En el sector de mercurio permiten obtener el metal líquido a partir del mineral de cinabrio calentado a altas temperaturas, por destilación.







Hornos a la manera antigua
Fueron los inicialmente instalados en El Porvenir por técnicos y operarios procedentes de Almadén. Serias dificultades funcionales surgieron al abordar la adaptación a las condiciones naturales del mineral en Asturias.


. Años 1850, el ingeniero Casiano de Prado aborda las primera reformas (sociedad El Porvenir) para adaptarlos al carbón (1860), combustible abundante y económico en Asturias, al contrario que en Almadén donde se alimentaban los hornos con leña. Esta intervención ya figura considerada como parte del proceso creciente de innovación tecnológica del sector del mercurio en la cuenca del Caudal.


. 1874, el ingeniero belga Van Straalen, al frente de la empresa de Muñón (Lena), crea el horno Bustamante o de aludeles (sin noticias de patente). Como horno, resultado no satisfactorio, si bien ha de sumársele al mismo ingeniero la investigación de otra operación favorable al beneficio del mercurio: la obtención a partir del arsénico (sustancia implicada en el proceso transformador industrial) de sulfuro de arsénico, un producto nuevo y comercializable.




Modernos hornos sistemas Rodríguez
. Primer horno a su nombre.
Proyecto y construcción Rodríguez.
Bautizado como Mufla Rodríguez.
1884
No patentado.
Instalado y en funcionamiento en El Porvenir (fábrica de El Terronal, Mieres, modernizada a la llegada de Stuyc,k probablemente por sugerencia de Ramón y en relación con los nuevos proyectos de hornos).
Tres años más tarde se instalarán en Almadén. (Los autores de referencia subrayan la inversión de los dos enclaves mercuríferos en cuanto artífices de equipos de producción).
Parece tratarse de un horno continuo de retortas, objeto de numerosas reformas que pondrán los cimientos de los modelos siguientes, producto del perfeccionismo del autor.


Ramón Rodríguez conocido como Vallina de segundo apellido, por confusión con el de su padre Ignacio, debió comenzar la investigación en hornos antes del año 1880, previamente o ya desempeñando el cargo de director de producción. Desde niño vinculado a la sociedad El Porvenir, tuvo ocasión de comprobar las deficiencias de los hornos en funcionamiento y su sustitución frecuente, causas de los bajos rendimientos en la producción final del metal, una mercancía precisamente caracterizada por el alto beneficio generado a mínimas cantidades, exactamente a la inversa que la minería del carbón.


La dedicación investigadora de Rodríguez centrada en los hornos y en su resultado final además de exitoso relevante, puede interpretarse como una confluencia de factores de diferente naturaleza, pero que en cualquier caso lo singularizan respecto a otros capataces e ingenieros de su generación.
. Inconformismo con las bajas tasas de producción que atribuía específicamente a los hornos.
. Como directivo su objetivo se orientaba a la consecución del mayor beneficio posible para la empresa y, supuestamente también, para sí mismo, en concepto tanto de la participación accionarial ya común por entonces entre la cúspide de la plantilla, como a efectos de los mismos honorarios percibidos [3.500 pesetas anuales, 1899, dato Fernández Gutiérrez].
. Hasta aquí intereses materialistas. No en vano el futuro inventor ofrece el perfil estándar de un directivo de empresa bien adaptado al régimen liberal burgués. No comparte su trabajo como teórico de temas socio-industriales, caso por ejemplo del ingeniero Gascue; ni en higiene o prevención de riesgos por la alta toxicidad de las materias objeto de laboreo.
. Pero de otro modo apunta hacia ciertos rasgos desinteresados, asociados a los primeros tiempos del maquinismo en establecimientos menores y enclaves aislados. Se trata de esa especie de identificación como propia, e incluso afectiva, con la empresa, parece ser que heredada de su padre Ignacio-ya publicadas anécdotas al respecto- y acaso también producto de haber nacido prácticamente al pie de los yacimientos de cinabrio y los humos de cocción del mercurio.
. Su dedicación científica al estudio de las limitaciones de las máquinas de hornear y su corrección surge por iniciativa propia de un directivo oriundo, no por encargo de la sociedad minera ni por la contratación de personal ajeno expresamente a tal fin. Y desde fechas tempranas, estimándose que debió combinar los estudios técnicos con la gestión productiva.
. La llegada de Stuyck en 1880 como gerente administrativo, sin duda supondría un alivio en la carga laboral, a la que seguiría la contratación de Manuel Álvarez, liberándolo éste de las responsabilidades derivadas del ramo de la minería del cinabrio y carbones. No en balde ambas incorporaciones tienen lugar en los años 1880, los de cristalización de los hornos modernos Rodríguez, justo cuando sin abandonar totalmente la producción extractiva, cabe suponerlo volcado en mayor medida en los estudios y experimentación científico-tecnológicos.
. Todo ello con el concurso del talento y la capacitación profesional deducibles de los resultados obtenidos. Pues a la postre el primogénito de Ignacio R. Vallina se formó como un autodidacta. Su obra -a diferencia de la de su sobrino Benxa- exigía conocimientos especializados de un nivel muy superior a las nociones básicas recibidas como alumno de la Escuela de Mieres. Materias científicas y tecnológicas (Física, Química, Mecánica, otras) arroparon sus ingenios o artefactos dentro de una perspectiva optimista hacia la industria en cuanto artífice del progreso presente y futuro -los valores luego cuestionados por Benxa.









Publicado por Luque Cabal, C. y Gutiérrez Claverol, M, La minería del mercurio en Asturias.
Rasgos históricos
. Oviedo, 2006, pág. 255.
Puede observarse en la tabla la presencia de dos modelos de hornos Rodríguez. También Hornos,
en plural, figuran en documentos inéditos familiares, acompañados de los términos
sistemas Rodríguez, también en plural.








REFERENCIAS PUBLICADAS

M.F. Fernández Gutiérrez,, “Innovación tecnológica y desarrollo de la metalurgia del mercurio en Mieres, Asturias. Siglos XIX y XX. El ejemplo de la Sociedad Especial Minera El Porvenir”, VII Congreso de la Asociación de Historia Económica, Zaragoza, 2001, págs. 1-26.

C. Luque Cabal y M. Gutiérrez Claverol, La minería del mercurio en Asturias. Rasgos históricos. Oviedo, 2006.














martes, 1 de agosto de 2017

76. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 76. Publicada el 1-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (cont. 3)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)




2 / Director de producción (Sociedad El Porvenir, La Peña-El Terrenal, Mieres)

NOTICIAS PARALELAS SOBRE RAMON RODRÍGUEZ ÁLVAREZ
. Mercado del mercurio en alza, ventas nacionales y exportación, incremento de la producción hasta niveles anteriormente desconocidos, lo mismo que los beneficios y el reparto de dividendos a los accionistas. Constituyen la tónica de la sociedad El Porvenir en el decenio de 1880 y en el que le sigue.


. En paralelo a tan buenas expectativas se asiste a dos novedades destacadas a las que las publicaciones de referencia atribuyen en buena medida el éxito de esta etapa. Una, la contratación como fijo en plantilla de un director gerente, Juan Stuyck Reig, de ascendencia belga-catalana.
Otra ,la contratación puntual de los servicios de dos ingenieros ilustres por entonces actuando en la industria asturiana: Jerónimo Ibrán y Mulá (de origen catalán) y el donostiarra Francisco Gascue Murga. Ambos en calidad de ingenieros consultores, a prestar servicios puntuales.


. Lo avanzado del proceso industrializador exige cargos directivos modernos y especializados (caso de Stuyck), adaptados a una industria moderna y sobredimensionada -aunque no sea este último el caso de la de Mieres- respecto a las múltiples y reducidas de la revolución industrial. Y lo mismo técnicos superiores, ingenieros por entonces en número y demanda crecientes.
La incorporación de Stuyck como director administrativo o gerente suscitó tensiones internas [Luke/Gutiérrez], que suponemos que enfrentarían al recién contratado con Ramón Rodríguez, hasta el momento desempeñando en solitario la dirección de la empresa.


Stuyck contaba con parientes en el consejo de dirección, que a su vez formarían equipo de apoyo hacia él en calidad de vocales de dicho consejo. Se daba la peculiaridad de que el nuevo directivo entrante disponía de la titulación en Derecho, no en ingeniería de minas, como era habitual. En este caso la supuesta susceptibilidad del facultativo mierense habría carecido de sentido. Y lo mismo si el nuevo gerente se integrara en una dirección bicéfala, especializándose en función de su titulación en la gestión administrativa y Rodríguez en la técnico-productiva. Es decir, un vértice repartido en la pirámide del personal en plantilla, todavía vigente en algunas empresas actuales. Si efectivamente surgieron discrepancias cabe interpretarlas como producto de la superioridad del abogado Stuyck sobre el facultativo de minas que hasta entonces responsable único de la dirección de El Porvenir.

Parece que Juan Stuyck procedía de Madrid y al menos en 1905 (documento inédito familiar) figura como residente en dicha capital. De hacerlo de forma continuada durante la gerencia en la empresa asturiana, cabe suponer frecuentes viajes a Asturias. No resultaba extraño por entonces que los directivos vivieran fuera del establecimiento industrial, de ahí las llamadas Casas de Gerencia, alojamientos temporales de técnicos y sede de reuniones con la cúpula del Consejo. De todos modos no resulta  generalizable. Son numerosas en Asturias las viviendas de empresa del director, precisamente a pie factoría o instalaciones mineras. En cualquier caso, el control directo y permanentemente de minas y planta fabril de El Porvenir debió de recaer sobre Ramón Rodríguez, antes de disponer de Manuel Álvarez como auxiliar.

De otro modo la labor del gerente entrante, contratado en 1880, fue determinante. Más destacada por unos autores que por otros, entendemos en el caso primero por el elitismo que entonces -como ahora- acompañaba a ciertas titulaciones, las privativas de las clases más favorecidas, y que a su vez, con efecto similar, actuaban como garantes del ascenso en el escalafón social.


En la misma línea puede interpretarse la figura de los ingenieros respecto a los asturianos titulados en la Escuela elemental de Mieres. Pero la superioridad de su formación no deja lugar a dudas. Lo mismo que con el nuevo director de El Porvenir, con el ingeniero consultor Ibrán (colaboración en 1879, recién nombrado director de Fábrica de Mieres), y un años antes Gascue, penetra no sólo la ingeniería superior en esta empresa de tradición vinculada a técnicos menores. También se abre el personal cualificado y de responsabilidad fuera de los límites de Asturias a los que parecía por tradición abocado. En absoluto se atribuye a la sociedad El Porvenir esta tendencia, aunque a la postre le resultaría beneficiosa por reducir costes de personal. De haber sido una voluntad consciente correspondería a los directivos nativos, a los dos Rodríguez. Del primero ya se publicaron indicios [Entrada 70, 19-7-2017] de ese, efecto, hoy llamativo e impensable, de considerar la empresa como cosa propia, negocio de su propiedad o como su misma casa familiar. De Ramón suponemos un vínculo más que profesional por una empresa en la había dado comienzo, ya con su padre, la orientación industrial de la familia, y a juzgar por su labor global lo industrial entendido como identidad, vocación y motor de su obra industrial como diseñador o inventor de innovadores equipos de obtención de mercurio.


Por lo demás, tras las tensiones iniciales, no hay señales de discrepancias entre Juan Stuyck y Ramón Rodríguez. Una carta inédita , remitida por el primero desde Madrid al facultativo que permanecía al frente de la empresa en Mieres, año de 1887, informa en este sentido y confirma que, de hecho, el directivo más reciente se ocupaba de los asuntos propios de un director administrativo. En lo que a la vez constituye un documento que refuerza la hipótesis de la ausencia de ingenieros en plantilla de El Porvenir, el gerente informa a Rodríguez de que ya ha recopilado en la sede social madrileña de la empresa todos los planos e informes que éste precisaba para un estudio de la mina Esperanza. Le encarga que los calque y devuelva los originales a Madrid -indicio de sus estancias en La Corte, lejos de la empresa-, así como otros que se encuentren en la gerencia de Mieres, para una conservación ordenada y efectiva. Finalmente, antes de indizar los documentos que le remite, le recuerda el objetivo encomendado a Ramón: a partir de dichos documentos “hacer los estudios convenientes de acuerdo con el Sr. Ingeniero consultor”. Un “de acuerdo” interpretable más como de igual a igual que de superior a subordinado, y un “hacer los estudios pertinentes” respetuoso y con clara conciencia del talento del destinatario.


Hasta aquí todavia la semblanza se refiere a un Rodríguez hijo ocupado en trabajos extractivos. Pero para la fecha su labor ya figuraba desdoblada en las minas y el departamento metalúrgico, en la transformación más provechosa posible del cinabrio en mercurio. La planta de El Porvenir venía haciendo las veces desde casi diez años de un laboratorio de investigación tecnológica y en los dos años siguientes en el marco de consecución de los hornos Rodríguez (pendientes de tratar). Entre tanto, el ingeniero consultor al que se refiere Stuyck en la carta, debía corresponderse con Francisco Gascue quién en alguna medida tomó parte en el diseño de uno de los hornos luego patentados y comercializados por Ramón Rodríguez.


También por los años 1880 se produjeron dos nuevos fichajes de empleado y técnico capataz, respectivamente. Se incorporan José Álvarez Closse (Close y Clos luego), de origen francés -ya mencionado por casar con una de las hermanas de Ramón- como jefe administrativo, lo que invita a atribuir su inserción en plantilla a Stuyck. Y Manuel Álvarez Álvarez (padre de Benxa), casado con otra hermana de Ramón. Éste para la jefatura de las minas, sin duda ante la dedicación especializada de su cuñado a la investigación y experimentación con los hornos dentro de la empresa.


En suma, Stuyck y Rodríguez, a efectos de este último punto y de la carta referida, parecen haber conciliado posiciones de equilibrio en el organigrama de la empresa. Y otras referencias, más, de exposición al público o imagen externa, lo confirman. El equipo por excelencia de El Porvenir desde los años 80 avanzados, el que pasó a la historia en buena medida por la acción de la célebre fotografía publicada para conmemorar el centenario de la Escuela de Mieres, fue el tripartido integrado por Juan Suyck, en el centro; Ramón Rodríguez, a su (mano derecha), y Manuel Álvarez, izquierda.









El equipo directivo de El Porvenir junto al resto de la plantilla posan en la planta metalúrgica sita en El Tarronal (Mieres). Con número al pie los tres en quienes se centra el texto de la entrada. 
Fotografía muy reproducida, posiblemente tomada en los años 1890, antes de comenzar el siglo XX. Publicada en Centenario de la Escuela de Facultativos de Minas y Fábricas de Mieres. Edición conmemorativa del siglo de su fundación, 1955, sin paginar. 




















75. Muestra 4. Contexto familiar (II). Ramón Rodríguez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 75. Publicada el 1-8-2017











4.4 Ramón Rodríguez Álvarez (cont. 2)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)


Ramón Rodríguez, Ayudante Facultativo de Minas, Hornos y Máquinas por la Escuela de Mieres.
Exacta correspondencia del título con la trayectoria profesional, de una parte y de otra, carrera desarrollada de forma sobresaliente. Como Facultativo figura, si bien no aparece como Ayudante, por no haber auxiliado a ningún ingeniero en plantilla del que recibiera órdenes como superior. De Minas, efectivamente, pues la primera parte de su labor en la empresa El Porvenir, una etapa oscura a efectos de noticias, parece circunscribirse a ese departamento, donde se iniciaría tempranamente de la mano de su padre Ignacio, y donde a finales de los 70 o comienzos de los 80 -fallecido aquél- se haría responsable de la dirección de producción, en un cargo de doble competencia por actuar sobre la sección de minas (cinabrio y carbón) y el área metalúrgica o fábrica de mercurio. Todo ello al calor de la modernización integral de la empresa que se aborda en los años 1870, a su vez origen del largo periodo de prosperidad que concluye a comienzos del siglo XX. Hornos (Facultativo también en), con un desarrollo excepcional dado el papel inusual desempeñado entre técnicos medios como diseñador industrial, autor de patentes e inventor (término más propio de la época) de hornos para la obtención de mercurio, los que arquitectura industrial histórica se califican como edificios-máquinas (al igual que los hornos altos o los castilletes) en función de su especificidad. Esta última terminología compuesta cierra con las Máquinas la denominación completa de la titulación ejercida excepcionalmente por Ramón Rodríguez

Una biografía profesional de Ramón Rodríguez parece merecida. Pero no es ésta y en su lugar se da forma a un esquema aproximativo (mismo título del blog sobre su sobrino Benxa) y provisional. Además difícil de construir e inclinado a cierta parcialidad -acaso no mayor que la mostrada a favor de unos u otro por los autores de las dos publicaciones [Entrada anterior] sobre el mercurio asturiano y los profesionales implicados. Entre tantas noticias en ellos contenidas y jerarquizadas (prioridad por este orden: economía industrial, sector local del mercurio, la sociedad El Porvenir y las figuras más destacadas), lo mismo que por su naturaleza múltiple y generalista, tratar de aislar y personalizar al facultativo Ramón se enfrenta con severos huecos y lagunas de datos, más las contradicciones surgidas al confrontarlo con las noticias familiares y la inevitable interpretación particular de un antepasado, de otro modo no exenta de una inclinación crítica distanciadora tanto hacia él como hacia el medio en el que se desenvolvió laboralmente.




Biografía profesional. Esquema provisional

1 / Formación y comienzo de la carrera profesional en la sociedad El Porvenir.

NOTICIAS PARALELAS SOBRE RAMON RODRÍGUEZ ÁLVAREZ
Su cuñado Manuel Álvarez (1861-1932) se forma trabajando de niño en la industria local,
ingresando en la Escuela de Mieres y titulándose a los 19 años.
Se desconoce la fecha de nacimiento del primogénito de Ignacio Rodríguez (1827-1882). Ramón inaugura la segunda generación (distancia que se fija en 20-25 años) de técnicos industriales de la familia de Benxa. Se le supone nacido hacia 1850, como mucho en 1855, mayor entre 10 y 15 años que su cuñado Manuel Álvarez, casado con la tercera hermana de Ramón por orden de nacimiento.


Parece que el ingreso en la Escuela de Mieres, de preparación previa muy exigente, se efectuaba a los 16 años, condición entre otras, como la de demostrar haber trabajado en empresa industrial con anterioridad (sin duda en la de su padre, El Porvenir), simultáneamente a cursar la instrucción primaria. Se titularía con la brillantez que cabe esperar de su currículo posterior y a una edad temprana, pasando de inmediato a incorporarse en plantilla en la indicada sociedad (años 1870-75).
Años 1870. Primera de las tres décadas de modernización y prosperidad de una empresa de dimensiones pequeño-mediana, pero de desarrollo modélico por la singularidad del sector mercurio, y por otras particularidades [Ver también Entradas anteriores con formato de tabla sobre Ignacio Rodríguez].


. Momento de especial interés para la historia industrial de Asturias. Panorama (inicial, le seguirá otro) de reformas, innovación tecnológica, personal directivo con participación accionarial salido de la cantera de la Escuela de Mieres y nativo. El mercurio del Caudal se hace conocido fuera, aunque continúe la hegemonía de Almadén [Fernández].


. Todavía no existe el cargo de Gerente o Director administrativo foráneo que se encuentra a punto de incorporarse a El Porvenir. Tampoco se conoce al frente de la sociedad ingeniero alguno. Las pertenencias mineras, las mejoras en sus instalaciones (pozos en sustitución de socavones en ladera) y laboreo van por delante ahora de la sección metalúrgica, donde los hornos (acompañados de sencillos tinglados a pie de boca mina o pozo) se suceden con varias tipologías y siempre con escasa eficacia productiva en el mineral líquido color plata.


Hipótesis en sustitución de datos clave ausentes para Ramón en este periodo. Y suposiciones deducidas de noticias indirectas que ya lo sitúan estratégicamente.


Pueden resultar indicativas las noticias escritas y recogidas por Benxa de sus antepasados a propósito de Ignacio (padre de Ramón) como director de las minas de El Porvenir . Sino del conjunto, de las de determinada sustancia: cinabrio o carbón, éste empleado como combustible de los hornos desde 1860. O de las pertenencias según su ubicación, las de La Peña-Terronal (las más valiosas y sin duda sobre las que recaería su responsabilidad, de hecho allí tuvo abierto domicilio) o las diseminadas por otros puntos del concejo.


En éste que sería el último decenio completo de vida de Ignacio, cabe asociarlo a la dirección productiva de las minas, incluso de la sociedad en sí, a falta de noticias publicadas que atribuyan el cargo a otros. La opinión autorizada de un tal Eduardo Rin figura mencionada en un informe de Manuel Álvarez del año 1883 sobre la mina Esperanza, propiedad de El Porvenir, pero en el mismo texto queda patente la imposibilidad de obtener el parecer de aquél. Para tal año ya había fallecido Ignacio, sin descartar su separación de la sociedad minera con anterioridad.


Todo ello, unido a las noticias sobre la presencia en esta década de una dirección de plantilla de oriundos, plantea la hipótesis de que por estos años 70 finales ascendiera al cargo de director facultativo de producción el joven Ramón Rodríguez. Por ahora un ejecutivo volcado en la labor extractiva y enfrentándose a las dificultades que ofrecía el mismo mineral del mercurio – tal y como lo había predicho Schulz- y padeciendo sin conformismo ni como asunto ajeno la deficiencia de los hornos existentes para procurar una producción lo más elevada al mínimo coste. Justamente lo que la empresa reclamaba dada la excelente coyuntura del mercado en esa década y las dos siguientes.