Creative Commons

Licencia Creative Commons
Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

domingo, 27 de mayo de 2018

132.Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 40)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 132. Publicado 27-5-2018













Ambas imágenes, sierra de Longalendo,  al sur de la de Polio, tramo inferior del plano, donde el municipio de Mieres limita con el de Aller. En la vertiente norte (imagen superior) talmente parece que interviene la mano de otro topógrafo. El dibujo técnico del relieve se aproxima al artístico; el trabajo científico se traduce a re-creación e interpretación del espacio como si de un paisaje dibujado se tratara, con la peculiaridad del punto de vista atípicamente aéreo. Las formaciones orgánicas -tendencia que parece haber sido una inclinación de Álvarez- toman en este área formas nuevas a las descritas arriba. Efectos de humareda, tubos intestinales, un paraje de fantasía resuelto en un dibujo suelto, rápido, espontáneo, favorecido en su exhibición por insertarse en la ladera clara. El sistema de trama por hiladas superpuestas de rayado medido en grosor y dirección desaparece. 
Finalmente, en la vertiente opuesta de la misma sierra (imagen inferior) el paisajismo topográfico ofrece otra solución para poner fin, supuestamente apresurado, al plano. Opta el topógrafo ahora por el recurso-tipo para el dibujo de laderas, las curvas de nivel intuidas [Ver texto Entrada 130, 25-5-2018], pero de factura extenuante en su elaboración. Más concretamente una nueva formulación, más que esbozada -que lo es igualmente-, esquemática, simplificada en sintonía con la moderna planografía, poniendo de manifiesto de nuevo las posibilidades del autor como dibujante.
[Fragmento de texto entresacado de la Entrada 131, 26-5-2018]





4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 40)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

16. "Dibujos y notas". Detalles y notas sueltas que ponen término a la representación del relieve de montaña en el plano topográfico de M. Álvarez


__Traducciones en la conformación de un plano topográfico.
Por las fechas en las que se abordó el trabajo sobre Mieres tal y como lo percibiría un pájaro en vuelo, el topógrafo se enfrentaba a dos traducciones desenvueltas en sendas fases. Desde la perspectiva de la topografía actual no cabe duda de que, por el alto nivel de esfuerzo desplegado en ellas, quepa asociarlas a la idea de trabajos forzados. Sobre el terreno debía traducir a formas geométricas, por cálculo numérico o sin él -topología, desde su formulación primera por Leibniz- las masas irregulares abultadas a distintos niveles propias del relieve montañoso de Mieres y sus alrededores. Luego, en el trabajo de gabinete, recuperar en un nueva traducción, mediante los recursos impuestos por del dibujo técnico vigente entonces al efecto, la morfología original del área, variable, heterogénea, sinuosa, curva, orgánica. La exactitud y precisión, considerando las condiciones decimonónicas de la disciplina, resultaban más propiamente una aspiración que una realidad efectiva.

__Los errores topográficos 
Todavía con los medios actuales, producto de una innovación tecnológica tan acelerada como eficiente, se admite que no se puede medir con exactitud absoluta una magnitud, que toda medida no está exenta de un margen de error. El plano de Álvarez, a efectos de topometría, se aproximaría más a lo probable y a lo observado que a lo verdadero, los tres valores presentes en el proceso de representación de la superficie terrestre, especialmente el relieve, el capítulo del plano de prioritaria atención y objeto de máxima dedicación por parte el capataz de Mieres. 
Mas no procede identificar los errores de precisión y exactitud -conceptos ambos diferentes en materia científica y tecnológica- con la ausencia de procedimientos desconocidos, emergentes o en fase inicial de aplicación por los años de la confección del plano en cuestión. Es el caso de las isocurvas de nivel y el progreso que supusieron en la descripción fiable del relieve terrestre a efectos de diferencias de altura y grado de desnivel. 
En 1931, veinticinco años después de concluir la topografía de Mieres, un trabajo firmando por Manuel y Benxa bajo el títuloMontes de Olloniego. Tudela, Anieves y Veguín, [Entrada 22, 13-10-2016] ya incorporaba las cotas alineadas por curvas. Tan significativa su aparición como el hecho de que su inserción no prescindía del tradicional y único recurso del sombreado definir el relieve. Ahora y en adelante, el sombreado, aplicado a pincel y aguada en el trabajo de 1932, convivirán en la topografía más evolucionada, impresa, cadista, ploterizada. 
El trabajo firmado por B.A. y M.A, que repite un detalle del plano de 1906, no desvirtúa en esencia el modelado del relieve del trabajo más antiguo [puede compararse parcialmente, Entradas 22, 13-10-2016  y 128, 22-5-2018]. Aún desconociendo en qué términos se llevó a cabo la colaboración y distribución de labores, dos deducciones posibles cabe mencionar. Primeramente lo que viene repitiéndose sobre Manuel Álvarez, su interés constante por actualizarse en las materias profesionales o, como en este caso, en sus trabajos de tiempo libre. En segundo término, la inserción a pie de imagen de profusas “Notas” , que contrastan con la escueta “Explicación” de la obra sobre Mieres, al tiempo que significativas del camino que van tomando sus pasatiempos y no menos del efecto que pudieran haber ejercido sobre su hijo menor en la etapa final de su obra, la concentrada en los Laminariumsintegrados por dibujos y notas compartiendo el espacio. 

__ Plano topográfico y paisaje dibujado
Extensión de terreno visto desde un lugar determinado; percepción directa o re-producción en imagen (repertorios artísticos tradicionales, fotografía, etcétera); asociada a contemplación, placer, espectáculo. Conceptos todos fragmentados y alusivos al paisaje plantean intencionadamente en qué medida la imagen o doble de una vista aérea de terreno puede aproximarse a un paisaje. En aquello que discrepa se deduce de todo el contenido de las entradas sobre la vista de pájaro sobre Mieres y alrededores (análisis científico y su aplicación técnica, es decir, un estudio, el del levantamiento preliminar, y la representación igualmente disciplinar y reglada). Ahora bien, la técnica del dibujo a mano alzada, el manejo con destreza de la línea entintada y el claroscuro dirigidos a reproducir de forma figurativa, óptica e inmediatamente identificable una superficie montañosa, aproximan un ejercicio de topografía a la manera del siglo XIX con la experiencia perceptiva o la versión artística que entraña el paisaje. Si fuera posible esta asociación parcial entre una y otra versión del reproductividad iicónico afectaría en superior medida a la cartografía antigua, más aún a la que precede en varios siglos a la contemporánea, recurrente en los “efectos pictóricos” que mencionan los especialistas. Sin embargo esta aproximación entre modos paisajistas dispares carece de fundamento para la cartografía topográfica moderna. 
















sábado, 26 de mayo de 2018

131. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 39)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 131. Publicado 26-5-2018










El plano topográfico de Mieres como género paisajista visto raramente desde el aire y el estilo de dibujo fantástico y libre que se cita en el texto para la ladera sur de la Sierra de Longalendo
-pendiente de publicar- se aproximan a las curiosidades  que aparecen en algunos entretenimientos de Manuel Álvarez y luego de Benxa. Desviaciones, huidas de la disciplina técnica aparecen en este detalle de peña Manteca  (Morcín): una banda longitudinal, a tres líneas de trazo inusualmente largo, que rompe con el tejido tramado-tipo y continúa fuera de la fotografía ¿Qué representa? No se detecta en el plano ninguna figura gráfica semejante  ¿Una estructura geológica, subterránea, un filón o veta? De ser así estaría dibujando el subsuelo y no la superficie del terreno; una deformación profesional de técnico de minas, pero al final un signo discrepante con la metódica y prolija trama milimétrica que tupe el plano.






4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 39)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 


15. "Dibujos y notas". Detalles y notas sueltas que ponen término a la representación del relieve de montaña en el plano topográfico de M. Álvarez

__Repertorio de estilos de dibujo topográfico. 
En una observación de detalle moderada del plano tratado se advierten diferentes maneras dibujísticas distribuidas por zonas. Una especie de estilos siempre ceñidos a la descripción del relieve montañoso tan exigente en su análisis sobre el terreno y posteriormente en la reproducción. Interpretamos que se pudieran corresponder con los distintos momentos de ejecución y, por consiguiente, informar de la ordenación en el tiempo de la conformación de la obra final conservada. 
. Así parece definirse un primer sector y un modo gráfico homogéneo en la mitad superior de la tela, integrado por el sur del concejo de Oviedo y el tercio norte del de Mieres, hasta el cauce del río San Juan. Aparece un dibujo limpio, preciso, regular en el trazado de detalle, que podría citarse comoclásicoacadémico, siempre dentro del grafismo técnico de la topografía de la época y fiel a sus estrictos cánones. Por este sector norte podría haberse comenzado la fase de dibujo a limpio, incluso antes por los montes del sur de Oviedo que por los colindantes de Mieres [Ilustración Entrada 128, 25-5-2018].
. Tercio central del término municipal de Mieres, ambos márgenes del río Caudal. 
Dos maneras bien diferenciadas entre sí y donde la unidad formal y calidad del sector anterior se transforman sustancialmente. Deriva, en el primer caso, sierra de Gallegos [Ilustración Entrada 127, 20-5-2018], hacia una tendencia orgánica e intensamente plástica, pero que se desvía de la correcta construcción geométrica de las masas del relieve. Ya se esbozaba en la cabecera del plano, ahora se acentúa. El otro efecto de evolución pone precisamente en cuestión el propio término de evoluciónsi se asocia con progreso y mejora cualitativa. Se evidencia en la sierra de Tablado, donde la forma y especialmente la definición volumétrica que corresponde al relieve en topografía pierde su expresión, generando un área informe de difícil y confusa traducción visual, una especie de imagen cartográfica a la manera primitiva, naïf o infantil. 
. Tercio sur. Se detectan al menos tres modos gráficos que documentan la diversidad de recursos del autor en detrimento de la unidad, valores o defectos según se interpreten, mas siempre sin sobreseer la extensión del terreno representado, la dilatación en el tiempo del trabajo y el detallismo miniaturista con que se formalizó. Por esté espacio meridional parece evidente que se concluye el plano, incluso de forma apresurada, coincidente -casual o causalmente, factor único o parte entre otros- con la situación crítica por la que pasaba la empresa-matriz en la que presta servicios el autor. Términos de resolución de la vertiente sur de montes de Polio [Ilustración Entrada 129, 24-5-2018]: estilo excesivamente re-dibujado, empañado de trazos, relamido, indeciso, similar al descrito para Tablado. 
En cambio crece el interés en ambas caídas de la sierra de Longalendo, al sur de la de Polio, tramo inferior del plano, donde el municipio de Mieres limita con el de Aller. El la vertiente norte talmente parece que interviene la mano de otro topógrafo. El dibujo técnico del relieve se aproxima al artístico; el trabajo científico se traduce a re-creación e interpretación del espacio como si de un paisaje dibujado se tratara, con la peculiaridad del punto de vista atípicamente aéreo. Las formaciones orgánicas -tendencia que parece haber sido una inclinación de Álvarez- toman en este área formas nuevas a las descritas arriba. Efectos de humareda, tubos intestinales, un paraje de fantasía resuelto en un dibujo suelto, rápido, espontáneo, favorecido en su exhibición por insertarse en la ladera clara [Ilustración, Entrada 132, 27-5-2018]. El sistema de trama por hiladas superpuestas de rayado medido en grosor y dirección desaparece. 
Finalmente, en la vertiente opuesta de la misma sierra el paisajismo topográfico ofrece otra solución para poner fin, supuestamente apresurado, al plano. Opta el topógrafo ahora por el recurso-tipo para el dibujo de laderas, las curvas de nivel intuidas[Ver texto Entrada 130, 25-5-2018]pero de factura extenuante en su elaboración. Más concretamente una nueva formulación, más que esbozada -que lo es igualmente-, esquemática, simplificada en sintonía con la moderna planografía, poniendo de manifiesto de nuevo las posibilidades del autor como dibujante [Ilustración, Entrada 132, 27-5-2017] liberado de los rígidos cánones de la topografía. 
Aquí, en el sur del plano de Mieres, se concluye el trabajo y la sucesión de lenguajes dibujísticos correspondientes, como no podría haber sido de otra manera, a una obra de tan absorbente dedicación. Y para mejor comprobación de la evolución, compárese el estilo inicial descrito con los dos últimos. 

 [Sigue en el texto del pie de ilustración]














viernes, 25 de mayo de 2018

130. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 38)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 130. Publicado 25-5-2018












Detalle de dibujo de cimas y comienzo inmediato de laderas. Es reproducción complementaria del contenido e imagen
del texto de la entrad anterior. La cámara fotográfica permite ampliar este fragmento de imagen un tamaño muy superior al
dibujado a mano por el autor.  El tamaño real de cada raya de la trama puede aparecer aquí multiplicado por 3-4 veces. Para cada bastoncillo se supone calculado su grosor, longitud  y espaciado en función del tono y la forma a la que sirve.
Hilos de tapiz, puntadas de bordado; técnica entendida como destreza, precisión y arte. 







4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 38)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

14. "Dibujos y notas" (1). Detalles y notas sueltas que ponen término a la representación del relieve de montaña en el plano topográfico de M. Álvarez

__Mieres y alrededores
Si se toma como medida la información aportada y la extensión de la superficie trasladada al plano, dominan como alrededores el sur del concejo de Oviedo y el oeste de los de la cuenca minera y fluvial del Nalón. Cabe la pregunta de si en un principio el proyecto se pensó extensible a un área más amplia. E, igualmente, retorna el interrogante sobre la motivación de fondo para los términos colindantes más favorecidos. Pues con el sur de Oviedo, donde el autor del plano desempeñaría su último puesto de empresa y fijaría domicilio unos once años después de concluido el plano, en Olloniego concretamente, se desconoce vínculo alguno previo, y la información de la actividad industrial allí radicada resulta mínima y parcial. Parecida situación afecta a los concejos del Nalón. Porque los expone como rurales, mínimamente -los espacios representados- urbanizados y afectados por la extracción hullera. No se descarta que sendos límites norte y este de Mieres hayan sido estudiados sobre el terreno incluso conformados en el plano al inicio del periodo de ejecución, es decir, en fecha temprana, al menos por la ausencia señalada de algún establecimiento industrial e infraestructura ferroviaria en activo en los años inmediatos al 1900. A propósito de esta imagen de territorio rural que afecta a estos dos márgenes del municipio de Mieres, procede subrayar dos cosas. Una, que la escasa información industrial se señala únicamente para los alrededores, invirtiéndose su grado de descripción para el corazón del plano, el concejo de Mieres. Y otra, que antes que un mapa industrial de Mieres y plano urbano de la villa, documentados gráficamente con todo esmero, el mayor celo y atractivo para el autor se centró en la reproducción técnica del medio físico (el escenario del hábitat rural indicado), tanto las unidades montañosas donde se concentra el análisis previo y el dibujo del relieve terrestre, como en los valles fluviales todavía pendientes de tratar.

__El plano de Mieres como imagen única y múltiple. Secuencia y efectos
Como un libro por páginas, una imagen cubista, en una sola imagen se reúnen múltiples representaciones de ejecución consecutiva, una secuencia de momentos de dedicación al dibujo e interrupciones constantes. Queda pendiente saber si este trabajo tan fragmentado en el tiempo se llevo a cabo en dos fases generales y consecutivas de levantamiento y dibujo en el estudio o, si por el contrario, ambos procesos también se efectuaron parcialmente, por áreas espaciales menores. De cualquier modo, en un trabajo conformado con tal grado de detalle y minuciosidad y en un periodo de tiempo en correspondencia tan dilatado como suponemos, resulta imposible que no queden reflejadas en el resultado final evidentes maneras gráficas bien diferenciadas entre sí. Ejecución incesantemente interrumpida se alía con cierta ausencia de homogeneidad, calidad gráfica moderadamente desigual y localizada a un área menor, y lo miso de lo que se podría denominar estilos personalizados dentro del marco general del dibujo topográfico. Son aspectos que, superficialmente observados, acaso puedan informar, sino de la fecha de origen del trabajo, sí de por qué zonas comenzó su representación y conclusión.



NOTA
(1) El mismo Manuel se manifiesta como anotador en entretenimientos cartográficos abordados en años posteriores, pareando imagen y texto. De este rasgo se entresaca el título de esta entrada, así como de los que se hijo Benxa escogió para denominar sus colecciones de antigüedades dibujadas. Parece evidente una sucesión en este sentido de padre a hijo, una de las varias que van poniéndose de manifiesto frente a la tesis inicial de disparidad de vocaciones entre el progenitor técnico y el hijo humanista. 












jueves, 24 de mayo de 2018

129.Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 37)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 129. Publicado 24-5-2018












Pico Polio, el techo del concejo de Mieres. Continúa siéndolo, pero con una altitud actual más precisada, por encima
de la que figura en el plano de M. Álvarez. Para complementar  el dibujo topográfico del relieve de montaña reflejado en dicho trabajo, fechada en 1906, véanse las ilustraciones de las entradas anteriores que se citan en el texto, así como las pendientes de publicar.









4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 37)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

13. El relieve topográfico montañoso de Mieres. Representación dibujada de sierras y montes

__Línea de techo o cumbres
. Concentra casi en exclusiva los puntos de altitud acotados, por contraposición al resto de la superficie representada, de la que se ausentan las mediciones de ladera, ciñéndose a una la cota de valle o vaguada, situada en la villa de Mieres, en las inmediaciones de La Pasera.
La altitud máxima del concejo se corresponde con el pico Polio, con 1.049 m. altitud (no coincide con el valor actual que se le atribuye de 1.160 m). Información altimétrica, pues, muy restringida.
Figura precisada la altitud de las cumbres con vértice geodésico -datos tomados de fuente preexistente al levantamiento. La información se exhibe por medio de un signo convencional de figura circular [Ver ilustracionesEntradas 126,-128, 16 a 22-5-2018]acompañado de la cifra entre paréntesis.
. Dibujo topográfico
Eje de cumbres se conforma sobre el fondo claro del soporte, definiendo el área de superior iluminación. A cada costado, las respectivas vertientes, la iluminadas (mancha tramada de sombreado a tonos bajos) y la sombría (oscilación entre los grises oscuros y negros netos). La representación en la tonalidad más clara de la línea de techo no se corresponde con los sistemas de la actual topografía a color, donde la altitud superior se refleja a color más oscuro. 
En la pendiente clara próxima al dibujo individual de cada cima, los grafismos son escasos, finos, más espontáneos y gestuales, opuestos a la organización que preside la trama de la caída opuesta. 
La cumbres propiamente dichas dibujan formas en proyección plana, a modo de una sucesión de figuras curvas seudo-ovoidales que no llegan a cerrarse -la geometría recta a la que se recurre en la fase de levantamiento sufre una traducción a curvas orgánicas en el dibujo del plano definitivo. Las cimas se contornean parcialmente, mostrando el recurso, en su expresión mínima, que dominará en el resto del dibujo topográfico de laderas: hilada de líneas cortas de orientación radial dispuestas en arco. A medida que se desciende en ladera, esta solución gráfica acrecienta sus posibilidades de descripción de detalle del relieve a costa de volverse más compleja a efectos de trama y mancha tonal, especialmente en las laderas en penumbra. 
Entre las figuras esbozadas pero definidas de cada cima, quedan definidos los collados.


__Laderas
. Terreno inclinado de pendiente y morfología muy variable, producto de la erosión pluvial sobre los materiales más blandos. Entraña una dificultad significativamente superior tanto para la descripción gráfica como para el estudio previo de campo en estos terrenos montañosos respecto a los horizontales -bien diferente resultaría al plano topográfico de Mieres de situarse el concejo, por ejemplo, en Tierra de Campos. 
A efectos de planografía, no se aportan datos precisos sobre altitud, niveles ni inclinación. Parece dominar la parte topológica de la topografía respecto a la topométrica. Es decir, la información disponible en la época (información topológica) y de utilidad descriptiva, a su vez basada en la aplicación del conocimiento de las leyes que rigen las formas del terreno pendiente del área representada. Y en términos generales, partiendo de los principios topológicos de la invariabilidad o continuidad de las formas (del terreno) sometidas a cambios continuos.

. Dibujo topográfico
Las laderas de sierras y montes de Mieres, a juzgar por la información del plano, se muestran constituidas por por áreas abultadas de desarrollo vertical, masas convexas en descenso, segmentadas y separadas por surcos o barrancos por efecto de la escorrentía de las aguas. 
A efectos gráficos se advierte una solución de tejido o trama tipo, que arranca de las cumbres y se mantiene hasta el límite de los valles fluviales. Se aplica de forma más esquemática sobre los costados iluminados y con superior literalidad en los sombreados, a pesar de la dificultad que entraña precisar con tinta (sin corrección posible) detalles mínimos sobre una extensión de por sí tonalmente muy intensa. De ahí que con frecuencia el dibujo se ensucie y, ennegrecido, pierda la capacidad descriptiva de detalle.
La superficie del relieve de laderas apunta hacia una solución básica que se repite con mayor o menor calidad gráfica según las zonas y atribuible al largo espacio temporal empleado en la conformación del plano. Se trata de una agrupación de líneas verticales de orientación radial (otra opción de la época disponía los rayados íntegramente en sentido horizontal). Varían de grosor y dirección en función del detalle de cada área dentro del plano general de cada ladera, contribuyendo a aportar volumetría por tramos parciales. En los espacios de más acusado desnivel, se disponen más próximas en sentido vertical paralelo, y con el mismo efecto pueden sustituirse por filetes irregulares de negro neto. A cada hilada rayada en arco la sucede en sentido vertical otras, desde la línea de cumbres hasta la de vaguada. A su vez separa cada faja un arco en blanco (fondo del soporte visto, sin dibujar) y puntualmente un trazo a tinta. El resultado, especialmente en los intersticios blancos entre fajas rayadas, esboza un efecto visual de curvas de nivel, como a la manera antigua o en fase embrionaria, que bien pudieran estar ya siendo aplicadas en la topografía del momento. En cualquier caso, no guardan correspondencia con las curvas de nivel en vigor, ni al unir puntos de similar cota ni, evidentemente, en su apariencia esquemática de linea clara de trazado rápido.
Conviven en el detalle gráfico de laderas con esta estructura tramada prolija la representación de elementos producto de la actividad humana, tales como pequeños núcleos rurales de escaso caserío (representados por cuadrados negros) concentrado, caminos y muy puntualmente algunas carreteras de reciente trazado para la época de confección del plano.

















lunes, 21 de mayo de 2018

128. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 36)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 128. Publicado 20-5-2018













El efecto de relieve o bulto como uno de los objetivos del dibujo topográfico del momento. 
Traducción del claroscuro artístico al sombreado  (sic) técnico, éste como versión de aquél. La orografía montañosa de Mieres se presta por excelencia a su expresión,lo que no ocurriría 
si se topografiara un área de llanura. 
Fragmento del plano de M. Álvarez, borde norte, concejo de Oviedo.






4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 36)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

12. El relieve topográfico montañoso de Mieres. El sombreado tonal como recurso descriptivo del volumen de la superficie.

Forma abstracta, irregular, protagonizada por la curva, de clara ascendencia orgánica, construida a partir de un intenso juego de claroscuro derivado del uso exclusivo del negro sobre el fondo pálido del soporte.
Podría ser el efecto causado por el plano de Mieres observado por primera vez, en una mirada general, todavía mejor si se abordara con la vista entornada, fórmula habitual en el ejercicio del dibujo académico al claroscuro. Toda esa extensión tonal gradual que toma la imagen se corresponde sin embargo con la representación desde el aire del relieve terrestre de la cuenca del Caudal. Abunda en el recurso de grises, blancos y negros por constituir la elemental gramática para describir un territorio intensamente plegado, protagonizado por las masas emergentes de sierras, cordales y montes cuya apariencia tridimensional desde el aire resulta efecto de su profundidad, a su vez matizada por el juego de diferentes niveles o pendientes). El accidentado relieve del término de Mieres, al pie de la cordillera cantábrica y como una prolongación de la misma, impera en la imagen topográfica muy por encima de los valles fluviales que se intercalan, a pesar de que estos, prescindiendo del sombreado tonal, aporten un mínimo de ordenación visual a una forma visualmente confusa y orográficamente abrupta. En especial el valle del río Caudal, que da nombre a la cuenca como una unidad hidrográfica y hullera. Queda prácticamente descrito en toda su trayectoria y vertebra como un eje curvo, de sur a norte, y medianamente simétrico el paisaje montañoso del concejo. A ambos márgenes se distribuyen en torno a una docena de sierras y cordales de orientación aproximativa este-oeste, excepto en el tercio central, donde una unidad ortográfica menor traslada sus ejes en sentido perpendicular al dominante en el conjunto.
Sierras y cordales concentran la imagen cartográfica y antes el estudio de levantamiento in situy su plasmación en el plano final. Primacía de la representación orográfica, extensión e intensa dedicación por parte del autor convierte las formaciones montañosas en las unidades del medio físico del concejo idóneas para una aproximación al dibujo topográfico de hace más de un siglo. 

Como el relieve escultórico las masas montañosas, observadas desde altura, emergen del fondo creando formas abultadas o tridimensionales por efecto de la luz. En el ámbito de la imagen en general esta cualidad volumétrica de la forma representada sobre una superficie plana se tradujo en el claroscuro o gradación tonal de grises entre el blanco y negro, en definitiva un recurso óptico y una simulación altamente efectista para registrar el volumen real. En el plano de Mieres, donde se ofrece como dominante, define a la vez el recurso gráfico más general del corto repertorio de los utilizados. El sombreado matizado al blanco y negro fue el responsable de dar forma tridimensional al conjunto montañoso y este efecto de bulto constituía uno de los objetivos principales de la topografía del momento. No dejaba de ser una solución procedente de las artes sobre soporte plano ni la única utilizada en cartografía, donde ya en las etapas primitivas las montañas se describían en alzado abatidas sobre el plano, esto es, una representación plana no tridimensional. La topografía de sombras del siglo XIX había elaborado una versión técnica y unos procedimientos específicos para el sombreado, tanto respecto a la mancha degradada en sí como a la construcción de sus elementos integrantes básicos. En cuanto a lo primero, la luz en el plano respondía de una fuente fija y convencionalmente aplicada, como ya se indicó situada en el noroeste. En función de ella se imponía cuál de las dos vertientes de las cadenas montañosas debían, ya de entonarse de antemano, más clara o más oscura, alcanzando así el efecto de relieve perseguido. Esta dualidad claroscurista inicial no constituía el trazado inicial de la mancha valorada, sino que ésta se construía a partir del trabajo interior de detalle integrado por las unidades gráfica mínimas resumibles en una infinitud de rayas milimétricas que aportaban a la mancha la condición de trama. Ésta resultaba precisamente la versión técnica topográfica del claroscuro difuminado e impreciso del dibujo artístico. El procedimiento en sí entrañaba una minuciosidad y trabajo manual extraordinarios si se compara con la descripción del relieve en la topografía actual. En vez de esta extensión tonal tramada, de lenta y sacrificada ejecución, el dibujo topográfico del relieve terrestre actual contrasta por su resultado esquemático y simplificado a partir de las curvas de nivel, un recurso estrictamente lineal que describe con precisión la altitud y las diferencias de nivel de un territorio de orografía montañosa como el del concejo de Mieres.
En imagen los lenguajes de la forma en cada momento no sólo dependen del estado de evolución de la técnica. Ello supondría un reduccionismo tecnológico de la civilización humana y una posición que omite la historia como una acumulación de factores múltiples, según la cual los fundamentos del presente no serían posibles sin los precedentes: la topografía del relieve expresada en curvas de nivel sin su antecesora basada en la descripción por el modelado a la sombra. El sombreado como uno de los recursos, no el único, sí el más efectista a primera vista e identitario de la topografía de un siglo atrás.


















domingo, 20 de mayo de 2018

127. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 35)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 127. Publicado  20-5-2018












Dibujo topográfico de relieve montaña-valle. Se visualizan los grafismos básicos y su organización interna en función de la descripción del relieve y su morfología de detalle. Compruébese el resultado con los medios esquemáticos de información actuales, mediante curvas de nivel, en los que estamos educados. Fragmento del plano de Álvarez Álvarez, vertiente sur de la sierra de Gallegos (Mieres)






4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 34)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

11. La descripción del relieve en el plano topográfico de Mieres. Aspectos compartidos con la geografía. 

Mieres a vista de pájaro pone de manifiesto constantes encuentros de la topografía con determinadas ramas de la geografía, especialmente con la física y la humana. Precisable es que la convergencia parcial crece para la geografía que no descartaba proyectarse hacia el pasado -la actual disciplina se ciñe a la actualidad- y la topografía del siglo XIX avanzado. Se reiteran en ambas actividades científicas los términos de estudiodescripción (de la superficie terrestre y los efectos de la actividad humana sobre ella). En topografía ya se identificó el procedimiento inicial de levantamiento sobre el terreno con estudio. Pero se trata de un estudio sobre principios y formas geométricas, cálculos reflejados ya en forma de dibujos a la manera de proyecto o croquis. La geografía, en cambio, estudia analizando y explicando causas y efectos mediante lenguaje verbal. Todo el saber al que llega un geógrafo recurriendo a sus métodos no constituyen el objetivo ni tienen forman parte del conocimiento propio del topógrafo -M. Álvarez en este caso. También la descripción resultacompartida por ambos, pero recurriendo a lenguajes diferentes. El verbal de nuevo, añadiendo que implicando otras categorías consustanciales al saber del geógrafo. En cambio en topografía la descripción gráfica de un área de la superficie terrestre supone la conclusión del trabajo científico y lo más destacable, se expresa mediante la imagen dibujada, el plano-mapa definitivo, la obra final. No resulta una afirmación aislado la expresión de que el plano topográfico constituye el mejor medio para describir el relieve terrestre, máxime cuando éste define precisamente el aspecto capital de la topografía. Con todo, queda constancia de una jerarquía interna entre ambos campos del conocimiento. En tanto que el plano topográfico deviene en un instrumento gráfico de incuestionable utilidad para el estudio de la geografía física y específicamente la orografía, la geografía se muestra como una disciplina superior en virtud de la extensión de sus conocimientos, su división en materias o campos específicos y la interacción a la que quedan sometidos.
Volviendo sobre la carta topográfica de Mieres procede puntualizar que por su fecha de ejecución y por los contenidos de posible interés para la geografía orientada hacia el pasado, el mapa en cuestión pueda funcionar como una fuente, y de forma similar para determinados aspectos de la historia convergentes con determinadas ramas de la geografía de penúltima generación. La supuesta información que pudiera aportar el trabajo cartográfica llevado a cabo por el padre de Benxa desde años atrás de su nacimiento y concluido -dato ya citado- el mes de su concepción la entrevemos reunida en tres puntos 1. Como documento de la evolución de ciencia cartográfica, estudiada en sí misma y en su evolución en el tiempo, no sólo como medio instrumental de apoyo al geógrafo, sino definiendo una materia de su natural competencia. 2. Informa visualmente mediante una descripción dibujada de la superficie del medio físico, especialmente complejo en el área donde se centró el trabajo. Y dentro de él profundiza pormenorizada y minuciosamente en el capítulo de la representación del relieve terrestre, siempre desde las pautas técnicas propias de las postrimerías del siglo XX. Se enfrenta a la orografía atormentada de la cuenca del Caudal, resumible en la doble figura de valle-montaña repitiéndose sin cesar. Reproduce, previa a su determinación directa sobre el terreno, por entonces con recursos ciertamente limitados, los distintos niveles de las masas emergentes respecto a los valles angostos donde un clima abundante en lluvias dividía la escorrentía de las aguas desde lo alto de las sierras, a través de las vertientes (estudio de laderas), hasta los valles angostos de encaje del curso de los ríos. Procede a demarcar el relieve u orografía de montaña, la hidrografía fluvial consiguiente así como a la descripción de la configuración morfológica de laderas fundamentada en los procedimientos topológicos de entonces (determinación de las formas del relieve por efecto de los agentes de erosión dinámica), previos al más preciso sistema de acotación de alturas y precisión de desniveles mediante curvas de nivel. 3. Desde otro ámbito, documenta, siempre desde la mirada aérea de un pájaro y traduciendo a una escala propiamente topográfica, los efectos de la acción humana a su vez condicionados por el relieve (superficie) y no, por imposición disciplinar, determinados por las condiciones del subsuelo -se trataría entonces de un mapa geológico, no ajeno tampoco a la práctica profesional de Álvarez. Sin embargo, no todos los campos integrantes de la geografía humana aparecen ilustrados. La rural, por ejemplo, se reduce a situar los asentamientos por núcleos (el caserío por unidades) dispersos por el ámbito rural. Ni cultivos ni masas forestales, usos del suelo agrario en general aparecen reflejados. Pero tales realidades no constituían -y actualmente tampoco- una parte del programa de trabajo topográfico, sino el propio de un mapa o plano de los denominados temáticos (carreteras, excursionismo, montañismo, áreas climáticas). Precisamente el resultado final de proyecto topográfíco se lo considera un plano, carta o mapa básicos, donde los datos gráficos representados y por excelencia el relieve, se prestan a aplicaciones prácticas de proyección de infraestructuras o, simplemente, al diseño de mapas monográficos. 
También cabe interpretar más que datos de geografía humana (distintas partes de ella), la representación de distintas actividades económicas del Mieres de entonces. Un espacio temporal ciertamente transformador de la superficie terrestre, recogido en el momento adecuado, el par de décadas que se asocian con la segunda revolución industrial. Explotaciones mineras y establecimientos fabriles quedan dibujados con el interés propio de un técnico implicado en el desarrollo industrial. La red de comunicaciones y transportes, desde los caminos que conectaban los núcleos del hábitat rural, todavía notablemente arraigado; las carreteras impulsadas, bien como consecuencia del reformismo de raíz ilustrada (la de Adanero-Gijón a su paso por Mieres), bien en función de las necesidades industriales de entrada y salida de mercancías (ferrocarriles de compañías concesionarias), incluidos los mismos ferrocarriles mineros de empresa, a su vez subsidiarios de los equipos también sobre raíles de los planos inclinados de la minería de montaña prevaleciente entonces. Actividad económica también la siguiente, especialmente vinculada a la práctica profesional de Álvarez en otro sector ajeno a la minería. La captura en planimetría del proceso de configuración urbana de la villa de Mieres, también objeto de atención de la geografía humana, un nuevo sector que conjugaba la industria de la construcción con el nacimiento de la ciudad, uno de los procesos fundamentales que concurrieron en la transformación de la sociedad rural del antiguo régimen en la liberal, industrial y urbana del siglo XIX.
Concluimos como al comienzo. Apuntando un último contacto entre la geografía lingüística, atenta a los fenómenos de la lengua en el espacio, y el estudio cartográfico de Mieres. Se concreta en la toponimia dispersa por el plano haciéndose un espacio legible entre tanto grafismo topográfico. Un índice resultaría de los topónimos referidos a lugares de asentamiento, los nombres genéricos de formas del relieve y los propios que les siguen, entre otros, que acaso resultara de interés comparativamente. Ello siempre conociendo de antemano que en sus trabajos profesionales y en estos entretenimentos M. Álvarez se expresaba como castellano parlante, posiblemente como resultado de identificar el castellano con un cierto nivel cultural y estatus.
















jueves, 17 de mayo de 2018

126. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 34)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 126. Publicado  15-5-2018










Vocabulario gráfico básico de dibujo topográfico
según M. Álvarez en El concejo de Mieres y... vista de pájaro.
Detalle, concejo de Oviedo, montes de Veguín. 






4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 34)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 

10. Estudio. Planteamiento y sistematización (cont. y final)

. Representación dibujada (cont. y final) 

Retomando la mancha pretendidamente técnica que simula la tercera dimensión sobre el relieve terrestre, efectivamente mantiene la fidelidad lineal a partir de una multiplicación inconmensurable y milimétrica de segmentos agrupados agrupados en estrecha proximidad, definiendo el conjunto una trama, figura que, efectivamente permanece como natural a la reproducción de la imagen técnica[].
Se consolida esta voluntad técnica y su propósito científico con la organización muy calculada de cada unidad rayada de la trama, orientada en función de la orografía y el estudio de laderas del área territorial descrito. Lejos de la aleatoriedad y aplicación mecánica, cada segmento milimétrico responde a una reproducción metódica y veraz. Se ilustra así como el dibujo topográfico de la época [] se desarrolla como una rama del dibujo general, simplemente por contravenir, en este caso concreto, la espontaneidad, sencillez, inmediatez y rápida construcción de la imagen.
. El imperio de la línea se impone en la topografía del momento [] a través de este modalidad de mancha tramada por la concentración de infinidad de líneas menores tazadas con tinta a punta de pluma de diferentes calibres. Un trabajo inimaginable hoy por el cómputo de lineas trazadas a mano, con punta de pluma de distinto calibre, lejos de arbitrarias organizadas con precisión en función de la morfología natural del relieve. No se trató de recurrir a soluciones artísticas [] consiguientes al uso de otros materiales alternativos al trazo a tinta, la mancha difuminada al carbón vegetal o la aguada de tinta que aceleraban la determinación de la forma volumétrica ganando en espontaneidad. Aún así, la mancha tramada tonal puede incluirse entre el vocabulario “pictórico” al que recurrió la cartografía en los siglos precedentes. La tridimensionalidad tejida a lineas adolecía de la precisión científica aspirada, pero a cambio ofrecía una lectura inmediata y de fácil comprensión de las masas elevadas.
Por eso que una vez introducidas las curvas de nivel, las sombras permanecieran sobreponiéndose a las líneas de cota con una tonalidad tenue. 
La representación del relieve terrestre cuando se llevó a cabo el plano de Mieres pecaba de limitada siempre entendida desde la cultura topográfica actual. En la representación de la tridimensionalidad
la altitud, la profundidad que se percibe en la realidad desde una vista aérea, la altimetría en términos de materia técnica [], únicamente precisaba las líneas de techo (cumbres) y base (vaguada). Las alturas intermedias, el estudio de pendientes y niveles en laderas recurría por defecto a la topología, materia [] basada en principios físico-matemáticos dirigida al estudio y descripción de las constantes transformaciones de la materia sobre la superficie terrestre por acción de los agentes atmosféricos, en el plano de Mieres responsable parcial de la descripción del detalle del relieve, junto con la observación directa y la memoria fotográficamente.
La representación reglada y convencional del dibujo topográfico se extiende más allá de los signos que se insertan en la leyenda. Interviene en la imagen elaborada del relieve terrestre a otro efecto. El de la iluminación, preceptivamente procedente del noroeste, que facilitaba la simulación de la tercera dimensión, siempre en combate con el soporte plano, imponiendo la alternancia de una vertiente del valle en sombra y otra en luz, fuera cual fuese su orientación. El dibujante debía así establecer un tono a trama más intenso para cada ladera y dentro de él calcular los tonos parciales para los detalles y particularidades de la superficie del terreno que debían necesariamente figurar. 

Reglada, disciplinada y normalizada resultó la representación dibujada de un mapa o plano topográfico en las últimas décadas del siglo XIX. Pautado y sometido a norma también otros muchos efectos de la presentación final gráfica más allá de los conocidos signos convencionales: 
Punto de vista de un pájaro al vuelo, la disposición norteada (el norte en la parte superior del soporte) o la escala que en topografía aporta criterios de distinción entre mapa [] y plano []. El estudio de Mieres se aleja del atributo de plano al efectuarse su levantamiento y reproducción en lo que se denomina gran escala, de escasa reducción, fijada en 1:10.000 o valores inferiores, en la que todo detalle procede de una medición exacta que lo asimila al trazado de planos. En cambio se adscribe a los levantamientos topográficos propiamente dichos, a escalas de mayor reducción, 1.20.000 (la aplicada por M. Álvarez) valores inferiores en los que el puro ejercicio de topometría [] de las escalas mayores se combinaba con las leyes de la topología o descripción de los accidentes menores del relieve, terrestre, convirtiéndolo en un capítulo de superior atención []. Según este criterio de escala y siempre dentro del género topográfico, la imagen conformada del término de Mieres admitiría el atributo de mapa, mapa de municipio y extensión reducida a efectos de los criterios dominantes que determinan esta calificación. Principios dominantes pero no únicos teniendo en cuenta igualmente el uso término mapa, y no plano, tanto para el levantamiento como para la representación final del trabajo específicamente topográfico. 

La representación dibujada de un mapa topográfico de la segunda mitad del XIX incorporaba ya un lenguaje sígnico y esquemático que completaba la descripción más próxima a la reproducción óptica que, como la fotografía incipiente, captaba en la imagen elaborada el producto de la percepción visual del original. Tan solo se trataba de uno entre los numerosos criterios prevalecientes en la historia de las artes visuales []. Y en el caso concreto de la topografía del momento [] este efecto purovisibilista se detecta en la representación del relieve terrestre, opuesto a la forma simbólica, sígnica si el elemento cuya forma traduce una realidad dotada de otra apariencia se expresa con recursos mínimos, reducida a esquemas, simples y de rápida ejecución. Los signos convencionales en trabajos cartográficos como el que nos ocupa todavía son limitados y coinciden en su mayoría con aludir elementos que por su tamaño reducido no se prestan a la representación en escala o, en otras ocasiones, por no resultar visualizables (líneas de límite administrativo) o reclamarse su realce en función de la importancia (vértices geodésicos de cumbres). 



______________________________________________________________________________

[ ] El signo de dos corchetes enfrentados hace referencia a los principios básicos que pretenden sistematizar el estudio a partir de su consideración continuada. Los recordamos aquí encerrados en su signo, que aparece vacío en el texto por suponerse el principio a que hace referencia. 
Principios: [Materias], [Ciencia/Técnica/Arte], [Realidad/Imagen], [Mapa/Plano], [Levantamiento/Dibujo cartográfico], [Época] la correspondiente al momento en que se llevó a cabo Mieres a vista de pájaro), 










martes, 15 de mayo de 2018

125. Muestra 4. Contexto familiar (II). Manuel Álvarez (cont. 32)

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 125. Publicado  14-5-2018










Apuntes y notas de estudio del plano topográfico de M. Alvarez







4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 33)
(Antepasados técnicos industriales  de Benxa)

1900-1906. Trabajos de entretenimiento. 
El concejo de Mieres y sus alrededores a vista de pájaro, 1906 


9. Estudio. Planteamiento y sistematización (cont.)

. Representación dibujada
Como representación dibujada se entiende el plano o mapa topográfico. Con él concluye la ejecución de todo trabajo topográfico, consuma el objetivo y formaliza su utilidad instrumental para otras actividades o campos del conocimiento, incluida la posibilidad de visualizar una imagen elaborada de un territorio visto desde el aire en tiempos [] de alta restricción de imágenes y apenas técnicas de reproductividad.
Representación y dibujo se prestan a interpretación por separado y conjunta. Los mismos términos de re-presentación y re-producción informan, desde el ámbito de la imagen -en este caso cartográfíca- del concepto de duplicado y la consiguiente dualidad entre la forma original de referencia (la realidad de la superficie terrestre, término municipal de Mieres) y la forma elaborada, producto, copia, doble (el plano topográfico). Entre ambas, la gráfica o el dibujo, entendido como lenguaje, actúa como nexo mediante la construcción de la imagen elaborada. La interacción de la representación y el dibujo se desenvolvía en la topografía milochocentista de dos maneras diferentes. De una parte sobre pautas comunes a la creación de la imagen y el dibujo como lenguaje en sí mismo, en términos generales, y de otra con recursos específicos para cada ámbito de actividad, a su vez variables en el tiempo. El plano de Álvarez, el trabajo final a limpio, abordado en la fase de gabinete, permite el enunciado de estos aspectos y contribuye al acercamiento a la topografía decimonónica.
Los propósitos que guiaban la conformación de un plano [] de territorio no eran coincidentes con los que regían la imagen artística [] del momento. La base científica [], las materias [] y procedimientos técnicos [] particularizaban la topografía sometiéndola a una actividad reglada de validez universal. El dibujo definitivo del plano se cimentaba sobre las operaciones de geometría y cálculo matemático efectuadas sobre el terreno. Las formas representadas en el plano recibían en esta fase de levantamiento [] la primera normalización, a la que seguían pautas estrictas en el momento de traducirlas a un soporte plano mediante el lenguaje visual del dibujo, dicho sea que de por sí más regulado de lo común en la otra vertiente, la del dibujo artístico y académica [] de la época []. 
Un plano topográfico no constituía una interpretación personalizada ni estética, una imagen perteneciente al género del paisaje []. Por el contrario aspiraba a una descripción objetiva, veraz y verificable [] del terreno y sus elementos, precisando con todo el rigor posible del momento [] la situación, forma, dimensiones y relieve de todos los elementos del área seleccionada. Este cometido se asignaba, como no podía ser de otra manera, al dibujo técnico [], basado en principios geométricos y numéricos de base científica [] y larga tradición. Pero pese a su componente intelectual y ésta misma arrancaba del vocabulario sumamente restringido del dibujo universal, resumibles en tres recursos: la línea, la mancha y la ausencia del color sustituido por el blanco y negro. Por sí solos y precisamente por ello el dibujo se alza como el lenguaje más directo, rápido y elemental de construcción de la imagen reproducida. 
Inherente y natural al dibujo técnico [] se impone el recurso de la línea, destinada a dominar la topografía de la época [] y del ejemplar examinado. La línea clara (en negro neto, limpia sobre fondo blanco) de los elementos de proyección horizontal o planimétricos [] (eje de sierras, cumbres, valles, ríos, vías de comunicación). Pero lo que identifica éste u cualquier otro mapa topográfico con su época [] reside en el uso extensivo del recurso de la mancha valorada o de tonalidad gradual de grises intermedios entre el blanco y negro extremos. La mancha al claroscuro en algunos repertorios de las bellas artes (dibujo, relieve escultórico) [], como la cartografía trazados sobre soporte plano, se traslada a la representación topográfica en circunstancias precisas. Muy especialmente en la descripción del relieve u orografía, el capítulo fuerte en esta especialidad cartográfica, como consecuencia del desconocimiento de soluciones técnicas de precisión por descubrir. Es el caso de la altitud y sus diferencias, que en el relieve terrestre accidentado asocia los distintos niveles o cotas con la inclinación de las pendientes. Previo al descubrimiento y uso de las curvas de nivel, la topografía elabora una versión propia destinada a crear un efecto de tridimensionalidad -pese al soporte plano- para aplicar a la representación del relieve. Selecciona del dibujo la mancha pero sin renunciar a la gráfica o dibujo técnico [] asociado a la línea. A medida que el territorio estudiado presentaba una orografía más accidentada (caso del término de Mieres), la sombra o el sombreado,-términos específicos y técnicos [] utilizados en topografía y equivalentes al principio claroscuro de la imagen artística []- invaden la superficie del mapa [] y la protagoniza en una primera mirada general, al tiempo que la convierte en motivo de admiración para los no iniciados. Pero el trabajo de sombreado técnico [] relativizaba la especialidad lineal del dibujo técnico, porque sin prescindir de ella haciéndola derivan en mancha, genera una versión pero también el mismo efecto de tridimensionalidad o volumen aplicado en la imagen artística [] de aspiraciones estéticas y formalistas bien diferenciadas de los principios topográficos. Una componente estética se filtra por esta vía en la topografía de la segunda mitad del XX.

(continúa)


[ ] El signo de dos corchetes enfrentados hace referencia a los principios básicos que pretenden sistematizar el estudio a partir de su consideración continuada. Los recordamos aquí encerrados en su signo, que aparece vacío en el texto por suponerse el principio a que hace referencia. 
Principios: [Materias], [Ciencia/Técnica/Arte], [Realidad/Imagen], [Mapa/Plano], [Levantamiento/Dibujo cartográfico], [Época] la correspondiente al momento en que se llevó a cabo Mieres a vista de pájaro),