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Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.
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viernes, 1 de febrero de 2019

206.Dibujos etapa juventud-madurez. Las raíces de los laminariums

Dibujos>Etapa juventud-madurez
Entrada 206. Publicada 1-2-2019









Dibujando a aguada, sin delinear, la imagen da a entender que Benxa se sentía cómodo abordando
esta técnica más artística de copia de monumentos, más rápida y espontanea que la de orientación  arqueológica. Efectivamente, si no fuera por la firma y conocidos los trabajos de restos monumentales recientemente publicados,
nadie le atribuiría esta imagen. Se localizaron otras dos más en esta técnica inusual en él: el recurrente
puente medieval de Olloniego y el castillo de Tudela (Oviedo). Las tres fueron publicadas como
ilustraciones de artículos suyos sobre restos históricos medievales en estado lamentablemente ruinoso.  











Dibujos de Benxa. Etapa juventud-madurez

Años 40-60. Sobre una clasificación de estilos en los dibujos de monumentos e, independientemente, la incursión en otros géneros gráficos de carácter menor.

A medida que Benxa avanza en la práctica del dibujo y crece su implicación en el patrimonio, en aquellas creaciones en las que el monumento entraña el tema central puede observarse una evolución personal de los que podrían denominarse estilos gráficos. Se recurre a letras para su mención puramente enunciativa.

Estilo A 
El más técnico en la reproducción especializada en restos históricos materiales.
. Portada románica de la iglesia Pereda (Oviedo) [Entrada 198, 18-1-2019, ilustración].

Estilo B
Dibujo de monumentos trazados con mayor soltura, recreándolos e insertándolos en una escena que incorpora elementos de la imaginación y figuraciones animadas muy del gusto del autor. El resultado viene a ser parcialmente asimilable tanto con la viñeta como a la ilustración, dada la presencia del un texto, en este caso de carácter poético. 
. Mi Olloniego [Entrada 200, 21-1-2019, ilustración].

Estilo C
Definido por la síntesis del A y el B, pues no responde estrictamente a ninguno de éstos por separado, pero incorpora soluciones de ambos generando un resultado diferente. Se trata de una combinación que cumple con la condición de la presencia de un elemento monumental representado. Éste recibe un tratamiento técnico con un grado notable de fidelidad respecto al modelo original, un dibujo en la línea del arqueológico. Pero intervienen igualmente representaciones ajenas a la imagen monumental, componentes que la parasitan, sean rótulos, figuras animadas u otra clase de acompañamiento postizo que responde a fines distintos a la reproducción prioritaria del monumento.
. Portada románica de San Juan de Mieres [Entrada 204, 27-1-2019, ilustración].

Estilos D 
Aquí el monumento modifica la técnica empleada en los apartados anteriores, es decir, la invariante en los dibujos de Benxa, hasta convertirse en el rasgo que modifica decisivamente la imagen reproducida. El habitual trabajo lineal a tinta desaparece sustituido por una descripción exclusivamente conseguida mediante mancha de aguada extendida a pincel y sujeta a gradación tonal de una o dos tintas. No se trata de una descripción que combine línea y superficie transparente como en la portada de San Juan de Mieres. Sin hacer un seguimiento expreso de esta técnica, los tres ejemplos seleccionados se aproximan más a apuntes rápidos a acuarela que al dibujo de precisión y minucioso detalle de los casos A y C. Desconocemos por qué el Benxa que buscaba una personalización de las formas gráficas no dio continuidad a esta técnica, más próxima a la vertiente artística del dibujo y superior en calidad y habilidad a sus trabajos habituales.
.Torre de Peñerudes. (Ilustración arriba)


Prescindiendo del monumento como motivo central de cada realización, hay otro Benxa dibujante tan prolífico como disperso y versátil atraído por otros géneros gráficos. Tanta diversificación debió contribuir también a su condición de dibujante de muy discreta valía, figura similar -repetimos- a la del artista popular contemporáneo, artista de intención pero no de obra y carente, además, de formación especializada. Sus trabajos dentro de estos géneros ahora pendientes de revisar, se aproximan a manifestaciones de lo que entendemos como arte popular actual.

No obstante hay en este repertorio de trabajos varios otras referencias vinculadas al tronco común de los denominados medios icónicos de masas que irrumpen en el siglo XIX, la centuria a la que tantas veces remitimos a Benxa para la comprensión de su trayectoria. Géneros difundidos a través de la prensa y publicaciones periódicas ilustradas que se recibían en su casa paterna y que no dejó de continuar hojeando por los años cuarenta-sesenta. Concretamente la narración gráfica, excluida la historieta por la que nunca se interesó por sus limitaciones para construir un relatos. Pero sí practicó muy discontinuamente el chiste y la viñeta ene por la componente de humor que le era consustancial. La influencia de la viñeta resulta destacable desde el momento en que aparecen incluidos rasgos propios de ella en creaciones de obras acabadas y de tratamiento serio, es decir, no sólo en las viñetas como tal concebidas. Incluso concedemos un peso superior -aunque hasta ahora no fuera mencionado- a este segundo campo de influencia supuesto por el arte popular publicado perteneciente a la familia de la historieta-tira-viñeta-chiste. Especialmente a efectos de la figuración esquemática, los tipos monigotescos, los ambientes populares, todo ello dentro de una tendencia bien alejada del cómic heroico, épico, fantástico y de sus personajes atléticos que irrumpe por los años cuarenta del siglo XX.

Entiéndase al Benxa gráfico desde una u otra posición, esto es, como dibujante no artista y como ilustrador más o menos cercano a publicaciones del tipo tebeo, se desemboca en un mismo resultado, el de un creador gráfico popular. De una parte desacreditado por quienes cuentan con una formación especializada en Bellas Artes, Historia del Arte e Imagen; de otra valorado por el espectador común, carente de ilustración en estas materias. Una razón suplementaria para posicionar a Benxa donde se indica, que no es otro que el lugar en el que él mismo se catalogó.

Se insiste en esta doble y contraria valoración como punto previo a la presentación rápida y visual de las realizaciones incluidas en este apartado. Se trata de trabajos sueltos que aportan una visión general que evita ser selectiva o antológica, mostrando por el contrario una producción de naturaleza menor, que a su vez pero complementa las dos secciones que quedan excluidas: las publicadas como Raíces de los laminariums [Entradas 193-205, 10 a 27 enero 2019, ilustraciones] y los propios laminariums (sección pendiente y específica). Por denominarlas de algún modo las calificaríamos como las desviaciones de la línea discontinua y ramificada que condujo al joven Benjamín iniciado en historia y monumentos, al autor, ya en edad avanzada, de colecciones dibujadas de antigüedades en las que presintió un valor patrimonial que el paso del tiempo se encargaría de confirmar.












lunes, 28 de enero de 2019

205. Dibujos etapa juventud-madurez. Las raíces de los laminariums

Dibujos>Etapa juventud-madurez
Letras>Colaboraciones en prensa
Entrada 205. Publicada 27-1-2019








    “JANUA ECCLESIAE NOSTRAE”, El pregonero de San Juan. Mueres, junio 1952, página de número perdido. 
    Firmado B (Benxa). El artículo se publicó acompañado de esta ilustración, una versión a línea y blanco y negro de la lámina original a colores sepia y verde aplicados a aguada [Entrada 204, 27-1-2019]. Este ejemplar en blanco y negro corrige los defectos atribuidos en la entrada anterior a la pieza original, aproximándose más al dibujo arqueológico como documento complementario de la fotografía. Incluso la figura del mendigo pasa más inadvertida que en la obra principal, cediendo protagonismo a la puerta monumental, la que mayor trabajo 
    de medida, boceto y acabado supuso para el autor.









Dibujos de Benxa. Etapa juventud-madurez

Años cuarenta-sesenta. Reproducción dibujada de la portada románica de la antigua iglesia de San Juan Bautista de Mieres.1952. Y versión publicada como ilustración de una articulo sobre la misma pieza monumental. [2 de 2].
Nuevamente se antepone la versión publicada como ilustración del artículo a la obra final en sepia en lo que respecta a otro aspecto, concretamente al tratamiento del muro en el que se inserta el arco monumental. Allí simula una desacertada y nada analógica insinuación de muro de mampostería vista, por contraposición con el más neutro rayado técnico que figura en la versión en blanco y negro del artículo. Igualmente desacredita por exceso de recursos expresivos la inserción del rótulo JANUA ECCLESIAE NOSTRAE SANCTUS JOANNES MIERENSIS orlando el exterior del arco de la puerta. La incidencia de Benxa en la rotulación procede de los trabajos profesionales de dibujo técnico de topografía y construcción. Su inclusión en el dibujo libre comienza por estos años a acompañar a la imagen con un protagonismo destacado, como acentuando la artisticidad o antigüedad del motivo central a costa de recurrir a una tipografía en correspondencia. Podría muy bien contrastarse con el texto que acompaña los múltiples motivos de las hojas de los laminariums, estrictamente informativo, de fuente minúscula y de utilidad imprescindible. 

Y finalmente el quizás el mayor enemigo de una reproducción en esencia valiosa por su fidelidad y detalle respecto al original. La figura del mendigo al pie de la puerta, la que en casa de Benxa era conocida como “el probón”, nombre cuya existencia por sí misma ya indica su condición de objeto de controversia familiar. La misma que ahora sabemos que fue objeto de censura para otros que conocieron la lámina y aconsejaron igualmente prescindir de la figura por desvirtuar el resto de la obra (abajo). Tanto la figura en sí como la insistencia en su definición a línea y máxime por la estridencia del color de la segunda tinta empleada para el atuendo acaban por infundir un efecto de viñeta o ilustración a una representación no exenta de valor como documento gráfico tal. Previa a la transcripción de los argumentos publicados por el autor en defensa de esta figura, recordar la insistencia, hasta convertirse en un estilema en el dibujo de Benxa, por incluir la figura humana o animal ante la reproducción de un tema, indistintamente serio o seudo-especializado como en otro resuelto de forma más libre. Véase sino los personajes y el animalario que incorpora a Mi Olloniego. Lo que pueden considerarse añadidos pobladores imaginarios de sus escenas, constituyeron para él una necesidad que no depuso pese a las críticas. Hay detrás de estos seres animados no tanto una referencia de escala respecto al espacio o la edificación como un testigo de la influencia de la ilustración y la viñeta -viñeta o historieta única, recordando las limitaciones de Benxa para la narración- que se refleja en estos trabajos, aún respondiendo a géneros ajenos a los de la cultura icónica de masas. Los figurantes, comparsas de escenas en ocasiones serias y de factura cuidada, se reparten entre dos colectivos, siempre clases populares y como entresacados del ámbito costumbrista. Pero al mismo tiempo también tipos con los que Benxa acostumbraba a frecuentar el trato y disfrutar de su compañía. De un lado los campesinos que mantenían su forma de vida tradicional, y de otro los disminuidos o bordeline locales (1), en los que, como en el caso de los niños, entreveía en sus inteligencias especiales y su espontaneidad una fuente para incentivar su tendencia hacia la recreación de la cultura popular entendida como autenticidad. 

Cuantos vieron esta lámina mía de la portada de la antigua iglesia de Mieres, dijeron lo mismo: “Está mal el pobre ahí”. “No debiste haber figurado al pobre” [...] Yo creo al contrario, que el mendigo tan sin arte ejecutado, está bien donde está, porque, aparte de que fuese explicable su actitud pedigüeña, dejó abierta una hoja de la puerta , evitando el enojo [abreviar el trabajo] de dibujar casetines [casetones, recuadros tallados en la puerta de madera], vino el pobre en ayuda de la desidia, una figura harapienta y mendicante; eso está muy a tono a la entrada de un templos. Recordando lo leído en el Lazarillo español, de Ciro Bayo,[que los frailes] dan carácter a tantas iglesias y monasterios como hay, podemos aplicar la sugerencia a los clásicos pordioseros que, como esculturas vivientes, animan las puertas de los templos monumentales […] “Estás a tiempo de borrar al pobre”. Pobres en todas partes estorban […] a la puerta de una iglesia no están de más […] acusan nuestra adormecida caridad […] con tanta propiedad […] ante la fachada de un templo parece mejor la ropa astrosa de uno de ellos que el atuendo de un elegante [...] Mi portada, nuestra portada, es medieval y debemos recordar el concepto coetáneo de dignificación de los pobres y que ellos eran Cristo a los efectos de caridad. No me arrepiento, pues, de haber figurado ese tipo barbudo bajo las filigranas de piedra.(2)

Al comienzo de esta obra definimos a Benxa como un voluntario en defensa del patrimonio [Entradas 8, 12-8-2016 y 10-11, 25-8-2016], describiéndolo ante una situación específica. En esta sección dedicada al dibujo previo al género laminariums van poniéndose de manifiesto, además de las realizaciones a la técnica de dibujo, con o sin texto poético o periodístico de acompañamiento, novedades en su actitud hacia la relativamente nueva ciencia del Patrimonio (conocimiento, preservación y difusión de los bienes materiales del pasado dentro de un área territorial). Vemos en el estudio publicado sobre la portada de Pereda su posición todavía incipiente, pero clara y definida. En Mi Olloniego, lo mismo que en la portada de Joannes Mierensis, una síntesis de lo técnico -referido al dibujo como documento gráfico o a la más propiamente ilustración- dominada por lo sentimental. Y entendemos que pesa en mayor grado lo afectivo sobre el conjunto monumental de Olloniego que sobre la enajenada portada de Mieres, donde manifiesta expresamente la defensa del patrimonio incluyendo una propuesta de solución que enmiende el error cometido en el pasado:

Es cosa deshonrosa para el pueblo mierense el que haya enajenado la vetusta portada […] Su presencia en la villa valía más que el dinero con que nos fue comprada la bella arquitectura […] desea [...] que vuelva a ser entrada del templo sanjuanero […] Un mierense de gusto hoy siente el descontento […] En tornar a admirarla en Mieres, creo y espero […]. (3)






NOTAS
______
    (1) Acaso su cuñada, la pintora Concha G. Mori, le influyera desde niño en los tipos de ambiente popular que cultivó en la primera parte de su carrera. El retrato de varios de ellos, como el del tamborilero "Tiruliru", siempre descalzo, o su compañero que Benxa cita con afecto en los cuadernos de notas [Entradas 165-176, 9 octubre a 9 noviembre 2018] Incluso su hermano Rómulo había hecho reproducciones de estas pinturas de tipos populares muy peculiares que llamaban la atención a Benxa. Una vez más la pintura y lo literario (en el caso de Benxa) convergen en las escenas de género protagonizadas por personajes que encierran una forma de tipismo y purismo de ascendencia romántica.
    (2) “JANUA ECCLESIAE NOSTRAE”, El pregonero de San Juan. Junio 1952.

           (3) Entresacado del encabezamiento poético que en negritas precede al texto del artículo “JANUA ECCLESIAE                    NOSTRAE”, El pregonero...