APROXIMACIÓN A LA OBRA DE "BENXA" (1907-1989): 16. Contexto familiar. José Álvarez

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Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

16. Contexto familiar. José Álvarez

Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
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José Álvarez Díaz, abuelo paterno

Hijo de Baltasar y María. Ubriendes 1830-La Peña (Mieres también), 1884. Casado con Antonia Álvarez Ordóñez (Ubriendes). Campesinos de origen derivados al sector industrial. La segunda cita de José en este blog responde a dos razones que se subrayan. Una, la aparición entre los papeles de “Benxa” como “Maestro Minero”, expresión que remite a la formación artesanal medieval, ajena a la titulación de la Escuela de Facultativos de Minas de Mieres (1855 fundación). Y otra, la doble línea genealógica minera de “Benxa”. Se desconoce las empresas en las que sirvió, pero el nacimiento en La Peña de Mieres de su hijo Manuel hace suponer que en alguna mina del coto minero de la Fábrica de Hierros o en los yacimientos de Mercurio, ambos en las proximidades.

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Rara avis

_Al llegar a Olloniego espolleté

Así, textualmente, iniciaba el comentario que muchas veces le escuchábamos. Añadía detalles a espolletar -voz que no figura en el diccionario de la RAE. Empecé a ser feliz, seguro, alegre, sociable, integrado. Y se dibujaba hasta los doce años en Mieres como un niño triste, taciturno, apocado. Cabe siempre atribuir esa infancia inhibida a la pérdida de su madre cuando contaba tres años de edad, entre otras razones en las que él mismo no profundizaba. Porque de otra manera otras circunstancias lo arroparon. Su padre hizo el doble papel de padre y madre sentimental, con el que estrechó aún más el vínculo al final de la vida de aquél, cuando ya anciano los dos permanecieron viviendo solos y trabajando juntos [Entradas...Tántas, muchas sobre su compenetración y colaboración]. Por otra parte, una hermana de su madre se trasladó a ocupar el lugar de la fallecida, buscándose la figura más próxima para que los hermanos sintieran lo menos posible la ausencia. Como benjamín y los numerosos hermanos y hermanas que vivían todavía en casa no había motivos aparentes para esa congoja existencia que refería. Espolletar supuso entonces el primero de tantos regalos como le ofreció Olloniego o el que él mismo supo sensibilizar./ Rara avis 33. Se corresponde con las entradas 195-203, sección Dibujos de juventud-madurez. Publicada con las entradas 201- 203, 23-1-2019.

Domingos por la tarde, escribir artículos

Al menos en la vivienda de La Pasera así lo recordamos. En la cocina, en la esquina habitual de la mesa las tardes del domingo las dedicaba a escribir artículos en vida del semanario Comarca. Los originales que luego mecanografiaría en máquina prestada en cuartillas de múltiples colores que atraían nuestra atención. El Benxa maduro, el Benxa tal difería de su padre en dos cuestiones relativas al aspecto y al espacio. Ni se preocupaba de vestir bien -como bohemio lo definía siempre acertadamente uno sus hijos- ni tuvo nunca estudio o despacho porque no quiso. Cualquier plano horizontal le era suficiente, un armario empotrado a media altura, la mesa del comedor -que de aquélla era la pieza principal de la casa-, la de la cocina o el mismo tablero de dibujo. Lo importante no era eso sino -Hacer; hacer uno, no conformarse con lo que hacen los demás, repetía observando la rapidez con la que se multiplicaba la figura del espectador pasivo de lo que ahora acaso haya de considerarse, sino prehistoria, sí protohistoria de la comunicación./ Rara avis 32. Corresponde a entradas de la columna “Tendal”. Publicado 7-12-2018.

Benxa Robinson

En 1953 el agua desbordó el cauce del río Caudal, invadió el poblado de Santa Marina incorporándolo a su ribera derecha. Algunos vecinos lograron salir del barrio ante las primeras señales, otros no pudieron hacerlo ante el rápido crecimiento de las aguas. Llegó un momento en que las autoridades recomendaron la evacuación voluntaria de los vecinos aislados. La familia de Benxa, en una vivienda de planta baja, contaba con sobrados motivos para abandonar la casa. No lo hizo. Sus cuatro hijos y su mujer embarazada fueron acogidos en casa de los vecinos del primero, con los que mantenían estrecha amistad. Pero Benxa, como un Robinson en su isla, permaneció sólo en el bajo. En más de una ocasión hizo referencia -y es posible que lo recogiera también en uno de sus tantos reportajes- a la sensación tan grata que había supuesto permanecer aislado, dedicado por entero -aunque fuera por dos o tres días- a leer y escribir.

La soledad y la disponibilidad absoluta de tiempo, ambas para dedicarlas a sus aficiones, reaparecen con frecuencia en sus escritos inéditos o publicados. Se sentía atraído por la soledad -admiraba la del protagonista de La mina abandonada-, pero se reconocía incapaz de asumirla si suponía prescindir de su inclinación como hombre de familia. Similar polaridad aparece con el trabajo como medio de vida. Numerosos artículos se centran en la jubilación anticipada que estuvo a punto de disfrutar. Pero continuó vinculado a la jornada laboral y, tanto profesionalmente activo como rodeado de la prole que él había querido numerosa, pudo desarrollar su vocación sin soledad ni libre de las ocupaciones laborales./ Rara avis 31. Publicado 20-10-2018, correspondiente a la entrada 163.

No le gustaba la playa. ¡Vaya gustos! Asarse al sol -el solónque llamaba con desagrado- a cuerpo descubierto, impregnarse de arena, bañarse en agua fría, ponerse morenos... ¡La piel blanca, sinónimo de delicadeza! Pero acudía todos los días al final de la sesión a recogernos.

_¿Cuántos granos de arena tiene esta playa?

_¡Uf! imposible.

_No. Cuentas los que extraigas de una unidad mínima, por ejemplo de 1 cm2 y los multiplicas

por la superficie del arenal.

_Ahora yo: ¿Cuantos trazos rayados milimétricos crees que entintó tu padre en el plano Mieres a vista de Pájaro?

_Te corresponde a ti calcularlo. Pero no resulta tan sencillo porque figuran extensiones blancas, fragmentos en negro, otras punteadas, pero las más formadas por rayas dispuestas en trama. Céntrate en éstas que son por las que preguntas. Calculas las contenidas en una trama de concentración media. El resto ya lo sabes./ Rara avis 30. Publicado 3-5-2018 con entrada 121.

__¿A qué no adivináis a quién encontré hoy en Sama?

Ya conocíamos el método del juego que nos había enseñado. Número limitado de respuestas, no consumirlas respondiendo anticipadamente a lo particular o concreto, sino comenzar por categorías generales para ir despejando el campo y acertar lo antes posible. Por ejemplo, en Sama saludó a: Mujer/hombre>Parentesco/amistad>Casado/soltero-viudo>Por encima /por debajo de la mediana edad (prefijada)> Su nombre o apodo comenazba por las letras comprendidas entre la “A” y la “I” o por una de las restantes. Podías haber acertado antes de agotar las preguntas, para las que sólo había un sí o un no como respuesta por parte de Benxa./ Rara avis 29. Publicado 22-3-2018.

"_Esto para un artículo,", se le escuchaba decir entusiasmado con una idea recibida o propia que se hacía presente. Recuerdo real forzado, porque la inspiración de su articularium fue silenciosa, de sólo lectura una vez publicado; lectura que a veces solicitaba en voz alta a uno de los suyos -ver Suelto "Sábados de Comarca"- para ver qué efecto sonoro provocaba. Y silenciosa su producción como articulista, relativamente, al menos para sus colaboraciones en el semanario de Mieres, pero no así para los mierenses residentes o trasladados en número significativo a Gijón al inaugurarse ENSIDESA. Contaba con lectores fieles y entre los adultos de su generación Benxa gozaba de gran popularidad, siempre asociada a sus artículos y estilo humorista, irónico e imprevisible. Se trataba de un reconocimiento a la medida exacta de sus aspiraciones: estrictamente local, vecinal, el de una villa de tamaño reducido, a escala humana, donde todos se conocían -similar al añorado efecto de vida Olloniego tras abandonarlo por Mieres, población aún menor donde transcurrió una parte sustancial de su vida./ Rara avis 28. Entrada 10. Publicado 9-3-2018, Colaboraciones ven prensa (II).

Siempre llamaba a sus hijos con el nombre completo:

_Covadonga, esa máquina de escribir te está dando más problemas que la de cinta que yo usaba prestada. Céntrate en los papeles estrictamente de mi padre y que Baltasar lo haga con los comarcas. Leí y admiré a Einstein, incluidos los efectos dañinos de su teoría. Todas esas notas sobre los obstáculos que te impiden escribir y difundir te digo que no los llegaría a sospechar nunca. Te conocí el primer computador [se advierte ironía], pero no quiero repetirme con lo de las modernidades; lo hago con lo de "Hay que tener siempre un objetivo y llevarlo a cabo", cultivar con gusto las aficiones. Gusto y dedicación. Como decía fulano [y se pierde en el gusto de reproducir expresiones curiosas recogidas de boca de otros o leídas, otra clase de colección verbal que emerge en sus artículos y en las memorias escritas a retales sueltos]./ Rara avis 27. Publicado 4-3-2018. Entrada 108. Colaboraciones en prensa (II).

Tres diálogos con Benxa y un incidente imprevisto

_¡Caramba veo que no conseguís que el ordenador ponga en verde el título de los tres diálogos que siguen! Repito que como lo antiguo no hay nada. [El incidente en palabras de Benxa].

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Diálogos

_¿No me estaréis dejando muy atrás en el blog? [risas por el blog, modernidades].

_No Benxa, estás figurando de continuo como fuente, otra faceta de tu obra que estamos descubriendo. Fuente oral, que desaparecerá con nosotros, es la última oportunidad. Manuscrita por tu afición a anotarlo todo y por los borradores para tus memorias a los que no dimos importancia al comienzo./ Rara avis 26. Publicado 7-9-2017

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_¿A mi padre le vais a dar también un tratamiento largo? [Esta vez Benxa se dirige a nosotros con el gesto serio pero ilusionado].

_ Sí, queremos aliviarte la triste sensación que mostrabas sobre la labor no reconocida de tu padre, un huérfano de Mieres como otros tantos. Pero ante todo tratamos de probar o ajustar tu criterio mediatizado por el afecto y la admiración con datos consistentes. Disponemos de materiales para ello. Te hubiera gustado saber que parte de su trabajo ya fue insertado en publicaciones especializadas, y que gracias a los documentos que preservaste sobre él podemos, entre unos y otros, aportar una semblanza profesional equilibrada, y justa si ciertamente es acreedor de los valores que le atribuías. De paso identificamos otra de tus facetas, la de Benxa archivero, englobada en el espíritu conservacionista de la cultura asturiana que te caracterizó./ Rara avis 25. Publicado 7-9-2017

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_Mis antepasados me acompañan, como de hecho ocurrió en la vida real. ¿Pero se entenderá o se interpretará como una desviación del objeto inicial de este texto? El título que le dais..., los subtítulos... no sé. Ya dijisteis por mi boca que yo no fui a la Universidad, vosotros sabreis.

_Benxa, fue así concebido desde un principio. Tú te evidenciabas como un ser indesmembrable de ellos, no de los técnicos como tales, de todos a nivel personal. Lo que sucede es que en el curso actual de las Humanidades y su evolución, surgieron campos de conocimiento que dan respuesta a esa posición estrechamente familiar tuya, lo mismo que a la condición de técnicos industriales de algunos de ellos. La historia de familia, la historia de la vida cotidiana, el patrimonio industrial histórico, los estudios sobre trabajadores, oficios y profesiones infunden sentido a lo que tú pones en duda. Tienes parte de razón en que deberíamos incluirlos en los subtítulos del blog, pero si observas encontrarás estos ámbitos de conocimiento indicados en las etiquetas al pie de cada entrada y...

_¿Etiquetas? ¿Entradas? ¡Quitiquitiquitiquiti, complicaciones!

[Y después de despacharse con su habitual expresión de rechazo, nos mira con cara de pitu (frase y gesto muy suyo, de risa contenida ante los demás por algo agradable y gracioso que se le pasaba por la mente). Luego se fue, creemos que contento./ Rara avis 24. Publicado 7-9-2017

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El dios Mercurio no se tropezó con Benxa

. Una mina de mercurio en un frasquito. La minería de Benxa no fue la del mercurio. Ni la mina con la que se ganó la vida ni la mina literaria, periodística u objeto de algunos dibujos. Fue la del carbón, por una vez más la minería que contribuyó al desconocimiento del capítulo sobre la intensa vida productiva del mercurio en Asturias. La misma que apuntó a una diversificación de nuestra economía industrial que, de haberse fomentado, acaso no derivara en la crisis des-industrial sufrida por el peso de la especialización carbonera y siderúrgica. De modo que prácticamente el mercurio para Benxa quedó reducido a aquellos gramos del mineral que guardaba en un pequeño envase (ver Rara avis, _”Pero luego tenéis que...”). Un juguete para el niño Benjamín en su día, que luego conservaría para sus hijos./ Rara avis 23

. Un niño sin apenas recuerdos del atractivo metal. Esa especie de plata líquida, rápida en deslizarse a la que se habían dedicado desde muy temprano y con posiciones profesionales destacadas tres generaciones de antepasados de Benxa. Recuerdos-anécdota, apuntes para unas memorias inacabadas. Que en las paredes de su casa estaban colgados enmarcados planos de los hornos de su tío Ramón. Que le habían contado -porque él prácticamente no recordaba a su madre- que ésta no debía hacer buenas migas con la mujer de su hermano Ramón -celucos como escribía Clarín en La Regenta. Que con frecuencia visitaba la casa (ambas vivían en La Pasera) para tener noticias de su marido cuando se encontraba en viaje de trabajo, porque el padre de Benxa, Manuel, compañero en la empresa, se carteaban con su cuñado sobre asuntos técnicos que le surgían en el lugar de donde se encontraba desplazado./Rara avis 23'.

. ¿Por qué? Fueron incidentes familiares y la crisis de la industria del mercurio que se aliaron. A los tres años Benjamín perdió a su madre, a los cinco la empresa inglesa que había comprado El Porvenir, endeudada, clausura la producción. Su padre pierde el empleo para luego ser contratado por la vecina sociedad La Uníón, también como director facultativo. Con poco más de diez años, su padre firma el cierre de La Unión, el capítulo del mercurio decimonónico en Mieres y el domicilio en aquella villa. En adelante todo procederá del carbón. La ocupación de su padre, el entorno minero de Olloniego, la orientación de los estudios y el primer empleo de Benjamín. De los diez-doce años en adelante parece que la consciencia y la memoria se vuelven más consistentes, se preparan, como la adolescencia, para recibir al adulto por llegar./Rara avis 23´´

_”Pero luego tenéis que lavaros las manos, es muy tóxico, veneno”. [Decía Benxa a sus hijos cada vez que le pedían manipular con fascinación el poco metal líquido que cabía en un frasquito de penicilina. Ni de niños ni de adultos conocerían el por qué de aquel mercurio en casa. Pero a pesar de ello, el metal líquido, entonces como juguete, amalgamaba -una de sus principales utilidades comerciales- cuatro generaciones. A pesar de ignorarlo la última]./Rara avis 21

_”A Benjamín, tu padre que tanto te estudió ¿por qué no te hizo ingeniero?”

_”Aquello era un lujo, tantos años en Madrid. Mejor, mejor que ni se lo planteara.

[Efectivamente puede documentarse para los años a los que refiere la pregunta que la economía doméstica se resentía temporalmente por motivos familiares. Tampoco creemos que el padre aspirara a convertir en ingeniero a Benjamín. Ninguno de los dos mostraron interés por el reconocimiento social de algunas titulaciones para sus hijos. Más bien parece que Manuel pretendía una formación plural, complementaria y moderna (nuevas titulaciones), siempre en el marco de la Técnica, industrial y de la construcción. Para Benjamín, liberarse de la responsabilidad que habría entrañado aquella titulación, resultaría una oportunidad para desarrollarse en adelante como Benxa./ Rara avis 20

_”No se puede obligar a estudiar, nada se consigue. Tiene que salir de ellos, de adentro”. Repetía en casa para los suyos y fuera para sus alumnos./Rara avis 19

Tanto texto ORIGINAL “Experiencia magister” como entrada, como el de [Fe de incidencia] perteneciente de Rara avis y muy similares ambos en la parte de denuncia de la intervención de ajenos en blog “Aproximación a la obra de Benxa”, se han malogrado del archivo personal en Word u Open Office de los autores, debido a las incidencias externas./ Rara avis 18

Publicado el 4-5-2017, a la vez que entrada nº 55 (el mismo número que llevó “Experiencia magister” mientras estuvo publicado en el blog como entrada) con título “Muestra 3. Libro La mina abandonada”. Apdo. 3.6./17

_”¡Ah Jamín, tú irás también a la luna. Yes tan listu! [Era su prima P. R. Coincidían con frecuencia en los bancos de la plaza de La Pasera, en Mieres. Acababa de poner el hombre un pie en la luna. Pero Jamín astronauta era excesivo. Por un puñado de años que fuera más joven que su prima, cuanto menos ya estaba en la sesentena. Como todas las expresiones curiosas que le salían al encuentro, Benxa las ponía en circulación en casa una y otra vez. Precisamente constituyen buena parte de las que se insertan en esta columna de Rara avis, especie de biografía a base de curiosidades _repetidamente: voz y contenidos muy del gusto, uso y atención de Benxa, personal y a efectos de su obra./16

_”Bueno, vamos a ir cenando que estos señores querrán dise”. [Irse. Por el término empleado la frase con la que daba por terminada una visita de confianza que se prolongaba más de lo previsto, no procede de lecturas sino de su caja fuerte más preciada: el habla popular al que prestaba tanto oído como admiración. Y sabía pronunciarla envuelta en esa sencillez, ironía afectuosa y ocurrencia que esquivaba toda mala interpretación, granjeándose por el contrario la admiración y el respeto del interlocutor./15

(Perdido texto)./14

_”¡Qué me compliquen la vida los demás…! ¡Pero complicármela yo, no; eso si que no!”./13

-“¡Tanta cosmética, tanto prepararse!. La mujer con una flor en el pelo y a la calle”./12

_”No hay nada como lo antiguo”. [Repetía verbalmente una y otra vez, pero no tantas como dejó expresadas en sus textos y dibujadas en sus Laminariums. Un hombre que casi nació con el siglo XX, equivocadamente, y siempre anheló la civilización de la centuria anterior. Al contrario que su padre, un exaltado y optimista enamorado de la industria y el progreso de cuyo nacimiento fue testigo directo, Benxa, del mismo siglo XIX, rechazó la revolución urbana, maquinista y la modernidad, escondiéndose como un romántico en la sociedad rural de la que presenciaría su destrucción irreversible, dramáticamente, como quien (él mismo) lamenta la ruina de un monumento.No extrañe su vocación histórica ni su entrega a la cultura tradicional popular y nunca a la cultura invasiva de masas. ¿Qué diría hoy de un blog, de Internet, de la móvil-manía? Pues que “¡No hay nada como lo antiguo!”. Y no le faltaría parte de razón si se acepta el argumento de que no todo lo nuevo entraña progreso real para el hombre ni lo pasado regresión]./11

-¡Otra vez el Sumiciu anduvo por aquí! [Ordenado para con sus escasos efectos personales, culpaba socarronamente al personaxe de la mitoloxía asturiana que fai desaparecer les coses de, por ejemplo, el extravío de sus lentes –nunca los llamaba gafas, término más moderno- de presbicia]./ 10

_”¡Esos chavales tan mayores, con pantalones cortos todavía y jugando como los niños!” [En alusión a los futbolistas. Expresado con tanta ironía como descalificación de un espectáculo

masivo, absorbente y que juzgaba opuesto al desarrollo intelectual.”Pantalones cortos” por sus tiempos en los que llegados a la pubertad, a los niños se les vestía de largo, equivalencia de adulto, hombre; “jugando”, usado con propiedad, el verbo utilizado para la práctica de ese y ciertos deportes]./9

“¡Pa la mina, pa la mina!” o “¡Cuánto tienen que hacer pa no ir a la mina!”. A la mina para que supieran lo que verdaderamente entrañaba un trabajo sacrificado que él presenciaba a diario, aunque fuera de empleado (topógrafo de interior). Iban dirigidas ambas expresiones a tres colectivos con los que se mostraba especialmente crítico. Los ociosos, los deportistas (especialmente los futbolistas) y los protagonistas de los programas de tiempo libre que salían por la televisión. Nacido a principios del siglo XX, asistió en plena juventud al nacimiento de los espectáculos y medios de difusión masivos, pero por el talante tan específico que lo titula en esta sección como rara avis, no dudó en darles la espalda argumentadamente./8/

(Texto perdido)./7

_ Es como vivir privado de una mitad. [Dato oral, pero la frase no es literal. Concierne a la pérdida de su mujer, Emilia. Parecía haber descubierto que no era uno, sino la constitución de dos mitades]./6

A veces resulta difícil discernir cuáles de sus expresiones son propias o entresacadas de lecturas _un libro tras de otro. No obstante imperan las personales respecto a las leídas, y éstas siempre escogidas por identificarse “Benxa” con el autor de ellas. No obstante, se reconocen bien las propias por coincidir con su personalidad tan peculiar, una especie de eso que hoy llaman “icono”. Pero tampoco, porque su vida de seudoermitaño, encerrado entre sus papeles y con el sonoro de fondo de su familia ... “Icono” entonces no; porque, además, careció del público que rodea a esas figuras en la cultura mediática actual. Rara avis con más propiedad./5

(Texto perdido)./4

-“Simplificar. Hay que simplificar siempre” (Los actos de la vida cotidiana. La mayoría de las necesidades vitales habían sido creadas y no eran tales, esenciales. Persona de la Cultura pre-consumista, crítico crónico contra la constante sustitución comercial de bienes y servicios y lo que ello implicaba: exaltación de lo nuevo, lo cómodo, lo superficial)./3

_ “El mayor lujo es el espacio y el mejor mueble el no mueble.” [Refiriéndose a los interiores de la vivienda, amplios o despejados de enseres]./2

_”El coche ye un peligro. Hay que ir andando, andando y por los praos” [Y caminando a pie o en transporte público si lo había, se desplazó a la mayor parte de los lugares donde tomó dibujos y notas para sus Laminariums]./1

Sueltos texto

Una idea equivocada sobre la juventud de Benxa

Poco más de seis meses duró el noviazgo de Benxa con la que sería su esposa. La correspondencia de frecuencia semanal con Emilia lo dibuja intensamente enamorado, tal y como cabía suponer en las expresiones de sensibilidad enfática que aparecen, por ejemplo, en la selección del fragmentos del reportaje Escuela de Industriales [Entrada 231, 12-4-2019]. Ella, once años más joven y de temperamento más contenido y realista, mostraba cierto escepticismo sobre aquel sentimentalismo exaltado, precisamente por la prolongada e independiente vida de soltería que había llevado el pretendiente. De otro modo la imagen que se había creado sobre él resultaba fortalecida por el gusto de Benxa por acudir a las salas de baile, los viajes efectuados, el cuidado con el aspecto personal, los amores de juventud -según él escribe, puramente idealizados- con otras jóvenes. La mujer de Benxa -ahora podemos comprobarlo documentalmente- parecía haber concebido una idea equivocada de la vida de soltería de quién luego sería su marido. Acabaría conviviendo con él 46 años, viéndolo dedicar el tiempo libre a la lectura o rodeado de cuartillas de escribir y láminas de dibujo. Aún así nunca debió considerar que la mayor parte de los años de soltería los dedicó a lo mismo que los de matrimonio. Pese a acudir a salas de baile y cafés en Oviedo, su dedicación, ya desde la juventud y a juzgar por los materiales autobiográficos ahora manejados, ya permanecía concentrada en el estudio, la creación literaria privada (reportajes y poesía) y los primeros artículos publicados [Entrada 198, 18-1-2019] y trabajos dibujados de piezas históricas [Entradas 196, 198, 13 y 18-1-2019, respectivamente]./ Suelto nº 51. Publicado 21-4-2019. Correspondiente con las entradas 233-235, publicadas entre 18 y 21 abril 2019.

Signos externos y posición ideológica en la guerra civil.

En 1935, acompañado de un amigo de Olloniego, Benxa realiza un viaje a Francia, visitando París y otras regiones norteñas. Un alivio tras la experiencia de 1934. También a medias con otro amigo de Olloniego adquirieron un automóvil de segunda mano que ninguno de los dos conducía. Hacía tres años que había fallecido su padre, vivía de pensión en la llamada Casa Carrocera, en Olloniego, y trabajaba como topógrafo en el yacimiento minero de la localidad. Signos externos como estos o sus estudios de larga duración y tres titulaciones, el haber vivido durante siete años fuera (Gijón y Madrid), su presencia por entonces muy cuidada y a la moda o su dedicación a la lectura, el arte y la escritura tuvieron que contribuir a la imagen de señorito, y como tal, ideológicamente considerado de derechas. No parece en sus reportajes que para él existiera en Olloniego una división social que venía fraguándose casi desde que llegara allí a los doce años. Se supone que tampoco fuera entendida su cercanía e interés por el vecindario vinculado a la vida tradicional agraria y los tipos más peculiares del pueblo. Años después, en la barriada de Santa Marina de Mieres, se acentuaría su identidad con la clase trabajadora industrial. Pero en estos años treinta la fractura social existente contribuyó a su imagen de pequeño burgués -lo mismo que su condición de católico practicante ya aludida-, y a la postre a consolidar una imagen ideológica conservadora, en absoluto tan radicalizada como los acontecimientos propiciaron entre algunos personas de sus características. No hay prueba más evidente de ello que sus escritos, sean artículo, notas o reportajes. Su condición de intelectual incidió en la moderación, racionalidad y relativización del ideario de ambos bandos, lo que no impidió que fuera sobreseída desde la comprensión estrecha y hostil que las circunstancias históricas propiciaron. / Suelto nº 51. Publicado 21-4-2018. Correspondiente a la entrada 232, publicada 15-4-2019.

Patología y enfermedades laborales propias de la industria del mercurio.

Fueron estudiadas y difundidas sobre todo en las minas de Almadén, de muy superior magnitud y recorrido histórico que las de Mieres. Se resume en el síndrome de hidrargirismo, un cuadro de incidencia en órganos múltiples (cerebro, riñones, pulmón, intestinos) vinculados a varias especialidades de la medicina (neurología, oftalmología, otorrino, respiratorias), poniendo en peligro los sentidos de la vista, oído y habla, la coordinación de los movimientos, etcétera. En principio, antes de bautizar y conocer a fondo sus efectos, se refería para los trabajadores un estado de sopor o modorra. En todos los casos la causa es la intoxicación, dividida en tres grados y producida por el metal sólido o sus emanaciones y gases producidos en los hornos de transformación. No constan noticias de padecimiento de este síndrome o algunos de sus síntomas por el capataz Álvarez, pese a los treinta años adscrito a empresas del ramo. Ni en Ramón Rodríguez más expuesto a los humos de los hornos./ Suelto 50. Publicado 13-12-2018. Corresponde a la entrada 184.

La dispersión del archivo de Manuel Álvarez.

Constan indicios de un voluminoso archivo personal y hasta de una especie de gabinete de curiosidades mineras de interés albergado en el despacho del capataz en Olloniego, en los últimos años de vida. De él se dará cuenta a través de una descripción publicada. No sorprende una vez conocido su talante metódico, ordenado y registrador puntual de asuntos de variada naturaleza. Aquí se da cuenta únicamente de los contados documentos que pudo reunir Benxa, pero el total de materiales profesionales, incluido el mobiliario del despacho, se distribuyeron entre sus cuatro hijos varones. Es de suponer que el menor, todavía en plena juventud, sin casa propia como los demás, recibiera los papeles sueltos que hoy conservamos y, como única pieza mayor, el plano de Mieres a vista de pájaro. Relacionado con ello subrayamos la proliferación de trabajos suyos a que daría lugar una investigación monográfica, ampliada con consultas en diferentes archivos. Lo constatamos con la búsqueda reciente y exitosa -a partir de un indicio mínimo- de un diario publicado de su viaje a Roma en 1894. Lo mismo investigando la arquitectura resultante de la minería histórica de Asturias, donde con frecuencia aparecen proyectos de obras firmados por él. Y qué mayor confirmación que el hecho de que fueran otros investigadores universitarios quienes nos descubrieran la intensa actividad documentada sólo en el terreno del mercurio, calificándolo de "infatigable técnico" y de "omnipresente en la actividad minera asturiana" [Luque Cabal, C./Gutiérrez Claverol, M.]./ Suelto 49. Corresponde a Entrada 182, 7-12-2018. Publicado 7-12-2018.

Datos dispersos. Fecha de ingreso de M. Álvarez en la sociedad El Porvenir

Bajo la denominación común de Datos dispersos incorporamos en esta columna de Sueltos noticias aparecidas a posteriori que se corresponden con entradas ya publicadas. Benxa transcribe a mano así una nota de su predecesor, como él igualmente persistente cultivador del hábito de anotar datos o curiosidades en general. El día 10 de marzo 1884 entré yo de capataz 2º en la Sdad. El Porvenir, siendo capataz 1º D. Ramón Rodríguez Álvarez. Nada menos que la fecha exacta de incorporación unido al dato de interés válido para las pequeñas empresas de aquélla década: la denominación del cargo ocupado en función de la titulación (capataz), acompañada de indicador ordinal que regía para los directivos más antiguos. Todavía quedaba lejos la afluencia de ingenieros y el título moderno de director que posiblemente se instauró con la incorporación generalizada de estos últimos./ Suelto 48. Correspondiente a Entradas 18, 14-9-2016 y 87, 11-9-2017. Publicado 7-12-2018.

Datos dispersos. Sobre José Álvarez Díaz

Bajo el nombre de Datos dispersos incluimos en la columna de Sueltos noticias recientemente aparecidas sobre aspectos publicados en entradas antiguas. José, padre de Manuel Álvarez, fue considerado en su momento como el iniciador o representante de la primera generación de antepasados técnicos de Benxa, lamentando la escasez de datos existentes sobre él. Ahora, por nota transcrita por Benxa de otra tomada por su padre, sabemos que José, titulado a posteriori capataz tras comenzar con el antiguo rango profesional de maestro minero, nació en 1835 y falleció en 1884, el mismo año de ingreso de su hijo en la sociedad El Porvenir. Vida más corta la suya, fallecimiento con 49 años. Y dato señalado por contribuir a ilustrar los orígenes del cuerpo de capataces en la minería del XIX en Asturias./ Suelto 47. Correspondiente a Entrada 16, 28-9-2016. Publicado 7-12-2018.

_Muchas referencias a vuestro padre, pero fue vuestra madre quién se entregó por entero a vosotros, tantos como fuisteis y de edades tan distantes que prolongaron su dedicación por más tiempo de lo normal. No os dais cuenta de ello.

Venía repitiendo ese argumento varias veces en estos últimos años. Se trataba de un amigo tardío de Benxa, desde los tiempos de los laminariums que sucedieron a la labor como articulista. Lo apreciaba más como persona que por sus inquietudes culturales. Él mismo mostraba manifiesto respeto y consideración por Benxa, de otro modo pero al fin y al cabo también este lúcido allegado a la familia se situaba en similar posición que la objetada a sus hijos. De ahí la importancia del giro de ciento ochenta grados efectuado en el reconocimiento del papel desempeñado por la madre. Parecía haber reconsiderado su opinión hasta anteponer a la supuesta educación o cultura aportada por BNX e implementada con su papel de padre entrañable, la figura de su mujer, afectada por el desgaste de quién procura cuidados y establece pautas no siempre cómodas de seguir. Los hijos de madre, en general y en cursivas escrito, tiende a asumir una imagen de aquélla como automatizada, dada por hecha, pre_supuesta; ni consciente ni reflexiva./ Suelto 46. Entrada 150. Publicado 13-9-2018.

_Eso fue en el 10. [Referido al portal número... de la calle A, las letras del abecedario daban nombre a las calles].

_ Qué no, que tú eras muy pequeño, fue en el 5, donde se tomaron las fotos en las que apareces con mamá cosiendo a máquina.

-Y la primera comunión de Xxx ¿dónde vivíamos, en la primera o el la segunda que era mayor y donde papá tenía un cuarto para el tablero de dibujo.

_La segunda. Estaban casi enfrente las dos, en la misma calle, una pares y otra impares.

_ Nos hicimos amigos de Tttttt y Ssssssss también en el 10. Eran vecinos de portal, aparecemos juntos jugando con espadas de madera (simples palos) en el prau de detrás, de las viviendas, ente los tendales del vecindario. Tú eras muy pequeño, no formabas parte del grupo.

- Me acuerdo que ibais al colegio de La Salle, y Eeeee a las Dominicas, los dos en el centro.. Seguro que mamá también sopesó para trasladarnos a Mieres, entre otros servicios que no había en Ablaña, las facilidades para escolarizarros en centros graduados. Los dos debían estar patrocinados por Fábrica de Mieres, para hijos de productores de las minas y la fábrica.

_Lo que sí supuso un extraordinario imborrable fue la visita de los Ppppppp, cuando llegaron en moto Sanglas. Causó admiración a todos alrededor y me subieron en ella; me prestó más que subirme a cualquier caballito de las fiestas de San Juan.

_ […]

¡Cuántas veces salía a relucir la vida en Santa Marina una vez instalada la familia de Benxa en La Pasera! Todavía hace uno o dos años, Lllllll y Xxxxxxxx quedaron en Mieres y el mayor enseñó al menor en qué portal exactamente había nacido, porque ni lo recordaba ni nunca se le había ocurrido comprobarlo./ Suelto 45. Columna "Tendal". Publicado 24-7-2018.

A vueltas con la imagen del plano percibida como una cabeza de perfil (1 de 2)

Con esta percepción infantil y primera impresión generalizada y común dio comienzo esta parte dedicada al plano A vista de pájaro. Ahora, muy cerca de su finalización, se retoma esta semejanza por su “curiosidad” (concepto omnipresente en la obra de Benxa y también de su padre). Se estimó más apropiado insertar la evolución de este tema en un Suelto (desdoblado en dos) que en el texto principal. El contenido expresa las impresiones suscitadas a lo largo del estudio del plano sobre esa imagen de cabeza que se muestra de perfil. Al examinar el trabajo, y por el interés del asunto en sí, se procedió, en una especie de labor paralela, a detectar qué procedimientos topográficos actuaron como responsables de que ese fragmento de una figura humana se anteponga a primer golpe de vista a la de lo que realmente es: la descripción cartográfica de un territorio. Las conclusiones son éstas. Efectivamente resulta muy acertada la semejanza percibida a simple vista. Al adentrarse en la representación del relieve y los procedimientos dibujísticos empleados en el plano, se refuerzan y comprueban algunos fundamentos de dicho parecido. De interesar, se exponen en el Suelto siguiente, con el fin de no crear una columna de texto excesivamente estrecha y alta./ Suelto 44. Serie sobre plano A vista de pájaro. Publicado 13-6-2018.

A vueltas con la imagen del plano percibida como una cabeza de perfil (2 de 2).

En la identificación mencionada plano-cabeza interviene en primer lugar la línea de contorno. Pero si el topógrafo hubiera prescindido de representar los alrededores de Mieres, concretamente Oviedo (norte) y fragmentos de la cuenca del Nalón (este), la cabeza se desvirtuaría con la ausencia de la masa encefálica. Entonces la semejanza radicaría en la cara estrictamente, deudora ahora del dibujo de efecto lineal del interior o dintorno. Exactamente de la faja clara del valle principal del Caudal, cuyo trazado continuo actúa como delimitación del rostro y todas sus facciones respecto al resto de la cabeza. Pero además de la línea, es el sombreado tonal de los montes el que reafirma la imagen de un rostro, además de cualificarlo y especializarlo. Esto último al aproximarlo a la ilustración de un atlas de anatomía, una lámina de la cabeza humana producto de un corte vertical. Y cualificándolo al dotar la representación de tridimensionalidad y volumen, aportados por el sombreado, recurso artífice de la interpretación del relieve montañoso como las cavidades que se corresponderían con el ojo, la fosa nasal, el fondo del pabellón auditivo, la boca abierta y su prolongación con la faringe. En esta impresión de profundidad inciden de forma especial, determinado a la vez la delimitación de las distintas facciones, las líneas de cumbres, representadas en el tono más claro de todo el conjunto, lo mismo que la profundidad de las distintas cavidades anatómicas quedan determinadas por el fondo de los valles afluentes, igualmente representados en un tono muy rebajado./ Suelto 43. Serie sobre plano A vista de pájaro. Publicado 13-6-2018.

Relieve técnico tramado/volumen artístico a claroscuro difuminado.

Uno de los principios básicos del dibujo es la expresión de la forma libre de color. A través del manejo del blanco y negro y el intermedio tonal de grises lo más variado posible. El reproducir la forma y su relieve, pues a la línea -otro pilar del dibujo-, se le encomiendan otros aspectos de la imagen. Por trama geométrica construida sobre un rayado en miniatura describió el topógrafo el relieve montañoso del plano; sombreándolo, el término aplicado para el dibujo técnico topográfico. No se descarta sin embargo que, también como entretenimiento y en un ejercicio de dibujo artístico, se hubiera aproximado al claroscuro emanado del marco de las Bellas Artes. Se confirmaría de tener certeza absoluta del retrato de su madre que se le atribuye [Entrada 83, 24-8-2017], una anciana campesina dibujada a escala tonal de grises mediante un claroscuro difuminado a partir de lápiz./ Suelto 42. Serie sobre plano A vista de pájaro. Publicado 12-6-2018.

Sobre el papel tela encerado utilizado para el plano A vista de pájaro

En alguna de las entradas del texto principal se hace referencia a ello. A que la tela encerada, el soporte original del plano de Mieres y alrededores, coincidía con la presentación a limpio y definitiva del trabajo. Y que necesariamente por ello y por dibujarse a tinta, material que no admite corrección limpia, debió de apoyarse sobre otro u otros planos que le sirvieron como borrador. El grado de transparencia de la tela -no comparable con el del papel vegetal posterior- favorecía el calco de la imagen trabajada previamente. Más si se usaba una mesa de cristal y se iluminaba desde un punto de luz inferior. Respondía a este uso la mesa de superficie de vidrio del autor del plano ya publicada [Entrada 99, 14-1-2018]. Sobre este punto se escribe en términos de hipotéticos, pero también lógicos y empíricos. Bajo una tela de trama fina puede leerse un texto sobre folio escrito a tinta, situándose bien próximo el original a la tela destinada a la reproducción final. Si además de una buena iluminación ambiental se incorpora por debajo de ambos soportes un foco de luz, la transparencia aumenta sustancialmente.Pero también sobre un tablero de madera la tela empleada para conformar planos resultaba efectiva para el calco. A vista de pájarono muestra zona alguna corregida, al menos evidente. Habría supuesto raspar el error, levantándose la película de cera, resultando del nuevo trazo a tinta el parche propio de una tela teñida. Condiciones más favorables a ello llegarían con el papel vegetal./ Suelto 41. Serie sobre el plano A vista de pájaro. Publicado 12-6-2018.

Cómo celebró Manuel Álvarez la inauguración del ferrocarril Vascoasturiano

También el padre de Benxa celebró en privado la inauguración del ferrocarril del Vasco [datable]. El día de su primer trayecto se desplazó a pie desde su casa de La Pasera

hasta la estación de Peñamiel, en Morcín, acompañado de algunos de sus hijos todavía niños para presenciar el paso del tren. Se cita la anécdota de memoria, -incluía la fecha- a partir de las notas inéditas de Benxa, bien las reunidas para la confección de unas memorias, bien las escritas a título de curiosidades de su conocimiento directo desde la infancia. Unas y otras fueron escritas a partir de su jubilación./ Suelto 40, Entrada 137. Serie sobre el plano A vista de pájaro. Publicado 12-6-2018.

_¿Recorrería todo el terreno que dibujó?

_En principio podría creerse que sí, pero documentándose mínimamente es posible que sólo parcialmente. El trabajo directo sobre el terreno era por entonces muy laborioso y dilatado, hasta una vez introducida la fotogrametría y otras medios técnicos innovadores que aportaban más precisión y hacían más cómoda la tarea de campo.

_¿Tendría que ascender hasta las cumbres para obtener la vista de pájaro?

Las que contaban con vértice geodésico pudo haberlas tomado de alguna fuente previamente, no sé. Ello no quita el trabajo desde lo que llamaban estaciones, puntos de referencia a distintas alturas desde los que tomaban datos alrededor: acotaban y determinaban áreas, precisaban la morfología del relieve y los demás detalles existente en superficie. Por entonces se trabajaba desde varias estaciones y se establecían y llevaban a cabo numerosos itinerarios (también término técnico) que hacían muy fatigoso el trabajo de campo.

_Alguien lo tenía que acompañar, ayudarle a portar los aparatos, colocar las miras. Augusto, su escudero según las fotos, no había nacido o era demasiado pequeño para ello.

_Claro que tuvo que disponer de un ayudante... No sabemos nada sobre ese plano. Qué pena que al conocimiento se le invoque cuando ya no viven quienes podrían aportarlo. ¿Quién iba a suponer que en algún momento íbamos a detenernos en la cabeza de perfil, interrogarla y comprobar que no habla. Ni ella ni ellos. ¡Qué valor hay que darle a la información oral! Y qué temprano habría que interesarse por los temas si se quiere combatir el silencio que comporta el paso del tiempo.

_Queda el trípode de madera de su equipo. Pero tampoco habla./ Suelto 39. Publicado 3-5-2018, con entrada 121.

Sobre la decisión de que Benjamín (Benxa) fuera el último hijo de Manuel y Perfecta.

(Oral Benxa) Uno de los autores recuerda haberle escuchado que su padre o el oficiante del bautizo mencionaron que el bebé sería el último hijo del matrimonio de Manuel y Perfecta, el menor de un total de once niños, de los que sobrevivirían a la mayoría de edad únicamente siete. Otro recogió la explicación del nombre de pila elegido para Benxa, Benjamín, como el último hijo de Abraham, entreviendo en ello una hipotética planificación familiar por parte del padre o de ambos conyuges.

Benxa manifestó muchas veces no agradarle el nombre recibido, concretamente por su terminación en “in” que asociaba a diminutivo, pequeño, nombre apropiado para un niño ¿Y cuando creciera y se hiciera hombre? Para los nombres de pila de alguno de sus hijos también manifestó su opinión en artículos en prensa./ Suelto 38, Entrada 115, publicado 28-3-2018.

¿Por qué Benxa no fecharía los recortes de sus artículos?

Tenía la costumbre de fechar las fotos por el anverso, confeccionaba listados de los días de nacimiento, matrimonio y defunción de sus antepasados, familia política y descendientes. Como explorador de monumentos se entusiasmaba cuando descubría en ellos la fecha, reproduciéndola luego como un premio en sus dibujos y lo mismo al documentarse, en las consultas cruzadas. Igualmente se le consideraba metódico y ordenado con el archivador de papeles domésticos del que se encargaba. Pero con los artículos... Se limitaba a recortarlos, a veces ni siquiera guardar la página entera en la que se insertaba, y guardarlos uno sobre otro en pequeñas montones o en paquetes envueltos en papel de periódico. Ya jubilado nos consta que efectuó una ordenación -posiblemente la primera y única- en unas carpetas de cartón por él mismo apañadas, ni siguiera eran carpetas estándar. Ahora, manejando esos recortes de colaboraciones en prensa no alcanzamos a saber por qué no los fechó en el momento de su publicación. Por qué al reunirlos y clasificarlos [Entrada 105, 19-2-2017] se limitó a enumerarlos sin más. Es evidente que asignarles un número a cada cual, como lo hizo a posteriori, era lo único que podía hacer para intentar una catalogación elemental, y que por la misma razón ésta sólo podía ser temática, perdiéndose así el curso de la línea evolutiva seguida. Hubo una sola excepción, y la suponemos en el momento en que se apercibió de los efectos de la omisión del dato cronológico. Fechó un reducido grupo de artículos publicados en los años setenta, un brote final de escaso interés, absorto como estaba ya en la caza de mariposas de antigüedades y curiosidades. Se había convertido en un laminariumeta. /Suelto 37 (21-2-2018. Entrada 105, Artículos sociológicos).

Un proyecto de vivienda sencilla, por Manuel Álvarez, capataz de minas

En el texto principal se alude a ciertos planos sumamente precarios salidos de la mano de maestros de obras contemporáneos de Manuel, especialmente de los que actuaban en el medio rural, aún tratándose de proyectos de viviendas de clientes pudientes -en absoluto de arquitectura popular, ajena a este recurso previo e innecesario a la factura de una obra ede esta naturaleza. Contrastamos aquéllos con este modesto proyecto del capataz Álvarez [imagen inserta en texto principal, entrada 103], concebido para levantar de nueva planta una vivienda de su propiedad en La Peña (Mieres). Se echa en falta la distribución interior, los alzados (al menos el principal), resumidos en las líneas de contorno de la casa en cuestión. A estos efectos peca igualmente de básico, acaso por tratarse de una vivienda modesta de planta y piso, trazas económicas y carente de toda preocupación de estilo; y con más certeza a sabiendas de que debido a su radicación, fuera de la villa de Mieres, en zona rural, no se exigían las pertinentes vistas reclamadas para un proyecto urbano. Un croquis resultaba suficiente en estos casos y, dado que la edificación tomaba asiento orillada a una carretera, las ordenanzas, no ya las municipales sino las de Obras Públicas, sí reclamaban precisar la posición del inmueble respecto a la vía de tránsito. Resumen de todo ello resulta este plano con el que el autor solicita licencia de obras y en el que se reflejan algunas constantes de los planos del capataz Álvarez: la precisión, la claridad expositiva (tintas a color, rótulos y leyenda), el detalle (vivienda y otras construcciones inmediatas), los datos básicos (orientación, escala) y, en este caso, un dibujo de líneas esmeradas, muy alejado de los “croquis” a lápiz de maestros de obras con los que iniciamos este comentario. [Archivo Municipal de Mieres, facilitado por Fernández Gutiérrez, M.F.] //Suelto 36 (28-1-2018). Entrada “Algunos trabajos como pequeño constructor”

Manuel Álvarez, proyectista de obras a la manera de los primeros aparejadores.

Los trabajos de M. Álvarez en la construcción coinciden con más propiedad con los de un maestro de obras o un aparejador que con los de un constructor, al menos en el sentido actual (empresario dedicado a...). El maestro de obras como oficio y como su nombre indica se remonta a la época pre contemporánea, aunque en el siglo XIX conozca una etapa intensa de actividad en consonancia con la revolución urbana y el consiguiente desarrollo constructivo, hasta entonces desconocido. Pero la misma centuria antepenúltima supondrá también su ocaso definitivo, pese a la vigorosa autodefensa librada con los arquitectos (lucha de competencias1855-71) y, en menor medida, con los aparejadores. Se inaugura con estos últimos una titulación de nuevo cuño, adaptada a las exigencias técnicas de la moderna edilicia y que acabará finalmente imponiéndose a los maestros de obras hasta erigirse en el cuerpo profesional medio de la construcción desde comienzos del siglo XX. Los años de actividad de Álvarez en el sector coinciden con la reimplantación del título de aparejador en 1895, tras su supresión en 1871 (diez y seis años después de su creación) por presiones ejercidas desde el colectivo de maestros. Manuel proyecta y dirige igualmente en paralelo a la definición legal de atribuciones profesionales que crearán los cimientos esta vez definitivos de la profesión, especialmente las medidas publicadas en los años 1902. 1905, 1912 y 1919. Según las mismas se facultaba al aparejador como auxiliar del arquitecto en núcleos y obras superiores a determinado número de habitantes o al presupuesto de las obras, respectivamente. Por debajo de tales límites, el aparejador gozaba de capacidad legal para proyectar y dirigir obras como si de un arquitecto se tratara, y lo mismo en plaza y obra de cualquier tamaño donde no existiera arquitecto. Sin duda una profesión, por los años de ejercicio de Álvarez, de muy prometedoras expectativas profesionales, de las que de seguro tendría conocimiento a raíz de esta actividad secundaria desenvuelta en la construcción. De haberse interesado más por la construcción que por la minería el acceso a la titulación oficial como aparejador, partiendo de la base de disponer de un título de técnico medio, habría estado al alcance de sus aspiraciones. No fue así y prosiguió en línea recta dedicado a la actividad extractiva. //Suelto 35 (29-1-2018). Entrada “Algunos trabajos como constructor” .

Benxa, aparejador por título, no por oficio

A su hijo menor Benjamín trasladó Manuel este contacto con el prometedor y también técnico ámbito profesional de la construcción. Previamente dirigió sus estudios hacia una titulación media también de nuevo cuño, vinculada al ámbito tecnológico, aunque no específicamente al de la minería, Perito Industrial y Eléctrico, que cursaría en la Escuela de Gijón. Y a partir de ella lo animó a cursar una segunda carrera, la de aparejador -”esa carrerita que le estás dando a...”, en palabras de un amigo- [AMA, cartas], curiosamente como anticipándose a los estudios académicos actuales fortalecidos con una doble titulación, pero sobremanera orientándolo a un campo de actividad por cuya práctica debió sentirse especialmente interesado en cuanto ampliación y diversificación de los saberes tecnológicos. Todo parece indicar que Benxa aparejador reproduce la frecuente proyección de los deseos y aspiraciones de los padres hacia sus hijos, máxime en este caso de hijo menor que aún reside en la casa bajo su tutela, capacitado para los estudios y respetuoso con los deseos de un progenitor de edad avanzada. Benjamín estudiante de aparejadores recibía desde Madrid cartas de su padre [AMA, cartas], instándole a que aprovechara el tiempo en fechas próximas a los exámenes y, de paso, recordándole de que no dejara de visitar en la capital al empresario de la mina de Olloniego que dirigía, a la postre la fuente con la que pagaba sus estudios. Por su parte Benxa padre se limitaba a sonreír cuando salía a colación su título de aparejador. De escucharle algún comentario al respecto refería que únicamente había aparejado un edificio de viviendas en su vida -en plena eclosión de la construcción- , y ello porque el promotor era primo directo suyo [oral]; o el empleo como aparejador en Regiones Devastadas en Lugo, de muy breve duración por doble nostalgia de Asturias y de su trabajo como topógrafo en la minería. No sentía el más mínimo interés por las atribuciones profesionales como tal ni por los riesgos que entrañaba la seguridad del edificio que competían al aparejador ni por, en general, lo técnico, porque se reducía a aplicar sin alicientes fórmulas científicas [libro La mina abandonada, cita no textual]. Pero sí se mantuvo colegiado y , a la postre, el Colegio de Aparejadores lo convertiría en autor; no de artículos periodísticos, de larga trayectoria anterior, sino como dibujante-recopilador de antigüedades y curiosidades (en cursivas para subrayar los términos precisos por él empleados para designar sus objetos de interés). // Suelto 34 (28-1-2018). Entrada “Algunos trabajos como constructor”

Sobre la formación práctica de las primeras generaciones de capataces y ayundantes facultativos.

Los primeros facultativos de minas, contemporáneos de la explosión maquinista, obtienen el título a edad avanzada, una vez que abre sus puertas la Escuela de Mieres. Primeramente se hacen, ejercen como tales -capataces de hecho- y como patrón formativo, el tradicional sistema gremial. La apertura de la Escuela de Mieres, por así decirlo, les convalidaría una formación de signo eminentemente práctico y empírico. Estamos refiriéndonos a la generación (mayoría de edad) de los años 1820-1840, y ciñéndonos al grupo familiar Rodríguez / Álvarez, a Ignacio R. Vallina y José Álvarez. En cambio los más jóvenes (Ramón y Manuel) cursan la carrera a la que parece ser la edad mínima preceptiva entonces, los 16 años, cumpliendo igualmente con otra exigencia para el ingreso en el centro: acreditar el conocimiento industrial práctico con el trabajo en plantilla durante equis número de años. Esta asociación de formación práctica y años de trabajo en un contexto de explotación salarial se presta a un encaje perfecto a favor del empresariado./33

De como la enseñanza teórica comenzó a imponerse a la práctica

El conocimiento industrial práctico como requisito para el ingreso en la Escuela de Mieres, y en general la experiencia directa de larga duración en el medio como componente imprescindible en la formación del facultativo, fue reduciéndose progresivamente a favor de la enseñanzas teóricas. Manuel, generación y título 1880, trabajó por necesidad como asalariado unos nueve años, a la vez computables como prácticas exigidas académicamente. En cambio, un nieto de Ramón Rodríguez (generación de los años 1920), que tanteó iniciarse en los estudios de aquél, a efectos de ingreso en la Escuela se le exigía una experiencia comparativamente simbólica. Algo similar al conocimiento básico de una explotación minera o metalúrgica. Poco más que una visita guiada, a juzgar por las notas de Benxa (apuntes para memorias). A éste su padre le había encomendado que llevara al joven a conocer las instalaciones del pozo donde trabajaba, porque todo lo que concerniera al conocimiento práctico “le sería de utilidad” para el acceso a los estudios./ 32

Ramón Rodríguez y familia en notas de Benxa. 2

“Ramón era el primero. Muy estudioso. Fue como secretario vitalicio de la Escuela de capataces, publicista e inventor. Recuerdo ver en mi casa encuadrado, un proyecto de horno par al obtención del mercurio (no sé exactamente) horno Gascue-Rodríguez. Este Gascue era Ingeniero y de él tuvo que valerse el tío Ramón para poder hacer posible su invento. También publicó, que yo recuerde, unas tablas de Senos y Cosenos Naturales, en las cuales figuraban infinitos números diminutos. En el desván de la casa del jardinero (…) recuerdo haber visto un cesto de obras lleno de estas libretas (…) Yo conservé un ejemplar (de libro…) que hablaba de los ingenieros y los facultativos (…)”./ 31

Ramón Rodríguez y familia en notas de Benxa.1

En este reportaje Benxa recopila algunas noticias sobre su tío, todas escuchadas a sus mayores. Una resulta especialmente relevante porque amplía la obra científica tratada en el texto principal del blog (Sobre Ramón... 2, arriba). Otras resultan más de carácter anecdótico (éstas). En cambio Benxa guardaba viva memoria de sus primos Rodríguez Velasco, con los que sí mantuvo un trato estrecho. Todos eran mayores que él y sus recuerdos se corresponden con el Benjamín niño, todavía residiendo en Mieres. Sobre los hijos varones del inventor, Benxa confirma no haber seguido ninguno la carrera profesional de su padre. Dos de ellos hicieron su vida en Granada y Murcia -coinciden en tratarse de provincias donde Ramón efectuó viajes profesionales a establecimientos mineros, así como donde se procedió a la instalación de hornos de mercurio de los que fue proyectista. Un tercer hijo se embarcó para América como tierra de promisión rápida. Afirmativo y negativo resulta el caso de un nieto del mismo Ramón, inicialmente interesado en cursar estudios en la Escuela de capataces de Mieres, como su abuelo. Sin embargo quedó en un proyecto que apenas duró unos meses, regresando de nuevo a Murcia. Por otro lado, la misma fuente informa de que Manuel Álvarez fue nombrado tutor de los hijos de su cuñado Ramón al fallecimiento de éste. Y por consiguiente administrador de sus derechos de patentes. Y lo mismo respecto a que la familia Rodríguez / Álvarez dispusieron de acciones en las minas del Terronal que se perdieron al cierre del establecimiento./ 30

Sobre Ignacio Rodríguez Vallina en notas de Benxa

“La esposa de Vital Álvarez Builla Sampil era nieta, por vía paterna, de D. Ignacio Rodríguez Vallina [e hija de Ramón Rodríguez]. Éste [Ignacio] nació en Olloniego y vino a Mieres siendo chiquillo para ayudar a los topógrafos de la mina de mercurio del Terronal. Estudió en la Escuela de capataces de Minas y llegó a dirigir aquella factoría de mercurio con cuyo motivo trató mucho al eminente Schltz [sic][...] La familia de Ignacín del Terronal, tenía fama de ser observante católica.” (Obsérvese que la mención de Benxa a los "topógrafos" parece despejar nuevamente la presencia de ingenieros en los primeros años de la empresa donde transcurrió la totalidad de su vida laboral de su abuelo)/ 28.

Mercurio en Almadén (y en Asturias también)

Almadén, visita a las minas hacia el año 2000 (también 2000 sus años de actividad). Ni los guías de las instalaciones mineras ni los del Museo del minero tenían noticia de que en en Asturias, en fechas más recientes, a raíz de la revolución industrial y durante todo el siglo XIX, surgió una industria del mercurio estimable, acomodada a las circunstancias del medio físico y a los modelos tecnológicos de la industria del momento. No se trataba sólo desconocimiento, opusieron descrédito anteponiendo la antigüedad de sus yacimientos. La Historia, cuando superficialmente se mide o se crece por el número de cumpleaños, pone en duda su naturaleza como tal. O acaso esa es la Historia propia de los tutoriales de museo. Y eso que todavía no se habían publicado las investigaciones de la industria del mercurio en Asturias ni los inventos de Ramón Rodríguez. En sus páginas el hecho de que Almadén adquiriera en momentos del siglo XIX tecnología de hornos de patente asturiana, se explicaba con orgullo, como un logro respetuoso precisamente por alcanzarse respecto a la mina-madre, la mina de todas las minas de mercurio, la de Almadén./ 28

Tardío descubrimiento

Es cierto que en casa Benxa hablaba de su abuelo Ignacio y más aisladamente del mercurio. Sus hijos escucharían sin prestar mayor atención ante la seducción suscitada por la manipulación lúdica del metal que se prestaba a juegos de pura física, como dispersarse en múltiples bolitas y luego reunificarse con la misma facilidad. Pero hubo que esperar a los años cercanos al 2000 para que una becaria de doctorado de la Universidad de Oviedo, al consultar los “papeles” de los antepasados industriales de Benxa previamente solicitados, descubriera la relación entre aquéllos y la industria del mercurio en Mieres. Una ajena a la familia, una investigadora acreditaba la importancia del clan de ascendientes de Benxa en la minero-metalurgia del mercurio]. [Ver Entrada 23-7-2017, apartado Referencias publicadas]./27

Por aquellas generaciones, un criterio muy extendido para elegir nombre de pila al recién nacido entrañaba un homenaje a un antepasado, casi siempre una figura especialmente estimada por sus contemporáneos y descendientes. En el árbol genealógico de Ygnacio (sic) Rodríguez Vallina, figuran varios nietos y biznietos que cumplen con este principio. Costumbre de larga tradición, muy romana (Roma Antigua)./4

“_¡Vaya perito electricista titulado que tenemos en casa, no nos instala ni un enchufe!”. Queja repetida por su mujer a Benxa. Cierto, nunca se interesó por lo que hoy se entiende por “bricolaje “ ni contaba con las habilidades propias de un “manitas” o “curioso”. Tampoco participó como colaborador en la práctica de determinadas tareas domésticas, papel que, de otro modo, todavía hoy dista mucho de exigírsele al cónyuge varón. En casa Benxa evitaba todo trabajo que ampliara la dedicación laboral fuera, de por sí intensiva, dedicándose a obtener el máximo rendimiento del restringido tiempo libre para dedicarlo a sus trabajos personales y a la convivencia afectiva con la familia. Como cabeza de familia demostró el mismo interés y vocación que para su obra, pero exento de compromiso con los aspectos prácticos menores que la vida doméstica reclama de continuo./26

La Pasera, Benjamín niño. A su petición el padre había accedido a que tuviera en casa un grillo dentro de su jaula (tolerancia). Una noche, antes de cenar, el padre preguntó a su hijo menor: “_¿Diste de comer hoy al grillo? Y ante la respuesta negativa del niño lo envió a buscarle comida al campo. Si él quería cenar debía de cumplir el compromiso de responsabilizarse de la alimentación del grillo, tal y como habían convenido (rectitud)./25

Por San Juan

“Por estas fechas Benxa acostumbraba a llevar en el ojal de la solapa una rama de sanjuanín florido”. Texto similar acompañaba a la foto de arriba. Eran los días previos al de San Juan, patrono de Mieres, al que se dedica la fiesta mayor. Pero también el titular de la demolida y tan llorada por él iglesia y portada románica, fechas escenario de numerosos mitos y leyendas populares y temporada de florecimiento del arbusto Ligustrum vulgare, sanjuanín en asturiano. Pruebas de la admiración de Benxa por la cultura sanjuanista.

Tres puntos finales para La mina abandonada

1. El libro La mina abandonada descubre la obra de Benxa como un círculo, esto es, una figura cerrada donde el comienzo y el final se sueldan, coinciden; consiguientemente una producción coherente y dotada de unidad interna –no es la primera vez que se insiste en ello. Tales cualidades conviven en armonía con el aparente desorden expositivo verbal o lo abocetado, como inacabado de la figuración en la obra dibujística. Son estos aspectos claramente acientíficos, producto de la rápida reorientación de su actividad desde los trabajos-estudios como autodidacta de signo seudocientífico, centrados en la Historia de la Arquitectura y el Patrimonio, hacia la esfera de lo creativo y artístico. El libro minero de 1948, su primer trabajo extenso, y la serie de libros conocidos como Laminariums, publicados a partir de 1975, muestran claras afinidades pese a su naturaleza dispar. Informan de que los principios básicos de la dedicación humanista de Benxa estaban perfectamente definidos y arraigados desde casi el comienzo de su doble vida, la dedicada a satisfacer su vocación. Aquél, el libro inédito -una especie de alma del purgatorio-, y los Laminariums coinciden en ser recopilaciones o colecciones; los elementos constituyen invariablemente unidades fragmentarias o partes de un todo (numerosos epígrafes breves temáticos o multitud de motivos artísticos dibujados); siempre proceden del pasado, son criaturas de la Historia; se presentan como protagonistas no los seres u objetos de selecta extracción social ni procedentes de la alta cultura (de ser así, ya estarían documentados); Benxa los recoge del anonimato, del común, del ámbito popular en el que se siente más cómodo y cercano .

2. El valor intrínseco de un libro o la producción literaria de un autor no crece por el mero hecho de publicarse. Es el concepto de lo expresado con escepticismo por la hija de un escritor latinoamericano, tardíamente para él y recientemente para la industria editorial, objeto de edición e intensa campaña previa de lanzamiento.

3. A los 70 años, recién jubilado, desempolvó el original de La mina y lo sometió a juicio de una editorial de orientación asturianista. Con su físico menudo y ahora anciano pero en pleno vigor, y con ese su aspecto humilde aunque serio y seguro _combinación difícil de compaginar-, una lo recuerda como un “prubín”, un pobre o mendigo que acude a pedir limosna a la puerta donde pudieran dársela.

La prisa

La prisa fue un rasgo característico de Benxa. La prisa, el nervio, la actividad constante. ¿Asociable a esa intensiva por doble dedicación profesional y vocacional o, simplemente, una vitalidad desbordante? La prisa asoma también en su obra. Las ideas se multiplican y el estilo literario responde a ellas con rapidez, directo, espontáneo. Rechazaba revisiones meticulosas, subordinaciones al método y al lucimiento de la forma. Una actitud más propia de creador -”artista” común, sin pretensiones, se auto-calificó en algún artículo- que de científico o técnico. Como anillo al dedo resultó su labor como articulista y lo mismo sus Laminariums donde copia y ejecución se ejercen abocetadamente y con rapidez. Sin embargo otras producciones se resienten (libro La Mina..., memorias), hasta el punto de incitarnos a imaginarias ediciones a cargo de..., que estructuraran mínimamente sus ideas, realzándolas y otorgándoles un interés que el mismo Benxa no supo administrar. Y una vez más contraponer la prisa personal de B. y los constantes improperios en sus artículos contra la prisa de la sociedad moderna que se llevó por delante la vida sosegada y tranquila de su infancia y primera juventud. Comprensible, prisa propia más prisa ajena e impuesta, malvivir para un amante del tiempo lento, dilatado, aprovechado y consciente de la fugacidad de la vida.

¿Cómo verían a Benxa los mineros?

Benxa, al decir de sus artículos y capítulos del libro sobre la mina se sentía un minero más, un subordinado, un trabajador a las órdenes de jefes. Aunque fuera empleado de oficina entraba con frecuencia en el interior de la mina a efectuar mediciones para levantar planos de labores. Vestía entonces atuendo propio de interior y por los artículos conocemos la defensa del mismo (artículo “La luz en la frente”). Pero a la inversa ¿Cómo veían los mineros operarios a Benxa? Ellos no figuraban entre sus lectores de prensa; probablemente desconocieran también esa proximidad en el sentimiento de clase. En cualquier caso la sociedad se presenta como una realidad clasificada crónicamente. En sentido descendente la fuerza que la diseña. Con lógica ascendente, defensiva y conservadora la fuerza receptora. Reclasificarse, desclasarse hacia arriba constituye la dinámica imperante; legitima, estimula y contribuye al éxito del modelo de clasificación de la civilización universal. Así entendido, el descenso social resulta excepcional y raras veces sostenido, coherente e integral desde el lado de quien efectúa la emigración. Desde el sector receptor, escéptico por incomprensible.

Las polainas de mina

Debieron corresponderse con una prenda clasista en cuanto distintiva del atuendo de los técnicos de la industria extractiva. Politécnicos, donde engloba Benxa a prospectores, geólogos, ingenieros, facultativos, capataces, topógrafos. Los trabajadores calzaban en los tiempos de la minería histórica alpargatas expuestas de continuo al agua y al barro. Ampliadas las fotografías donde aparecen las polainas, el material parece similar a los modernos tejidos sintéticos anti humedad (ver foto entrada 7-3-2017, en alpargatas un hermano de Benxa). Pero lo más probable es que se confeccionaran en dos materiales: tejidos naturales gruesos periódicamente engrasados y piezas de cuero con cierta forma ergonómica. Entre los enseres conservados en casa de Benxa hasta al menos 1965 podían verse un par de estas polainas de caña alta, cuero negro y hebillas laterales. Prueba de que después de los años 1920-30 en que comenzó a declinar su uso, el mismo Benxa las utilizó para los trabajos de topografía de interior.

Benxa y lo Pintoresco

En uno de sus artículos identifica como pintorescas las ideas que le va dictando a la pluma su cabeza durante un viaje en un tren extremadamente lento. Son despropósitos, travesuras, pensamientos absurdos, insólitos, lúdicos, chocantes, muy divertidos. Lo Pintoresco remite a la Estética, aparece en la Arquitectura, pero también en la Literatura y en el habla de moda de las gentes de cierto nivel económico y cultural. Hoy constituye un término fuera de uso. Como gracioso y extravagante lo entiende María Moliner y como clase de lenguaje que pinta viva y animadamente las cosas la Real Academia. Puede que de ambos participe el sentido que le infunde Benxa. Lo extravagante, sin llegar a lo excéntrico, o lo insólito le atrajeron sin duda y en lo que atañe a las personas (a otras), su comportamiento e imagen especialmente. Pero para sí mismo lo autocensuró en aras de la discreción, restringiéndolo a sus ideas escritas, a su obra, no a su vida. Admiraba de Valle Inclán, sus creaciones no menos que su valentía exterior y de proceder. Y lo mismo a algunos conocidos directos, libres frente a los convencionalismos en el mostrar su imagen singular, más que por provocación por exigencias interiores legítimas.

Imágenes de Benxa articulista y persona

Aparenta enérgico, fuerte de carácter y hasta arrogante en los artículos de fondo sobre el trabajo y lo mismo en otros de esta naturaleza ensayística. Nada más opuesto a la realidad. Desde su físico menudo, discreto; su imagen por la calle distraída, absorta en sus ideas, serio; y al trato con su círculo familiar y de íntimos tímido, modesto, discreto, silencioso, entrañable, muy tolerante. Pero cierto que siempre sorpresivo con sus juegos de humor y argumentos desconcertantes, a contracorriente. ¿Entonces? Derivó a su obra global el plus generoso de su mundo interior y creativo, el que excedía el marco vital estricto y diario. Lo construyó y lo cultivó sin interrupción -ideas claras, constancia. De ahí y de su autenticidad la fuerza y la seguridad interior, estos sí atributos reales, no únicamente recursos literarios. Desde afuera se le intuía satisfecho con su vida, algo escasamente frecuente, más tratándose de una persona de a pie, un dilettante cualquiera, como él mismo se consideraba. Viene a colación la opinión de un profesional de la mente que lo conoció a título personal (finales de 1970); dijo de él ser el hombre más equilibrado que había conocido. Otros observaron en él un ser feliz.

Sábados de Comarca

A la tarde de los sábados su hijo Baltasar tenía encomendado pasar por el establecimiento del director y editor del semanario Comarca. Allí recogía dos ejemplares, uno para Benxa en compensación por su colaboración, y otro para su hija mayor, quién siguiendo los pasos de su padre se inició en la escritura desde las páginas del semanario. Al niño recadero le regalaban en la tienda un tebeo, TBO mismamente, Pumby u otro. Por recoger la publicación y de paso frecuentemente por leerle a Benxa en alto el artículo recién publicado. "_Léemelo, me gusta oír como suena". Saboreaba todas las versiones y fases de lo escrito, desde la misma concepción de la idea hasta su efecto sonoro. Satisfacciones grandes, cosas pequeñas.

Benxa-blog. Cabeza tractora

Así se conoce técnicamente a la máquina que en un ferrocarril pone en movimiento el resto de las unidades rodantes. El primer vagón que se engancha a este motor metáfora es precisamente otro blog de temática mierense, elblogdeacebedo.blospot.com.es, titulado El blog de Acebedo, entrada del 31 de enero de 2017. La única fuente declarada del contenido remite a Amadeo Gancedo, artículo “El “Laminarium” de Benjamín Álvarez, Benxa…”, 27.12.1016, http://www.lne.es. Y omite toda procedencia de material gráfico e información de este blog, benxaobraasturias.blogspot.com.es. Concretamente de él se apropia, indebidamente y contraviniendo los derechos de los autores del blog, de un total de 4 fotografías inéditas de Benxa (retratos), de datos biográficos personales y otros sobre su obra, igualmente desconocidos hasta la publicación de Benxa-blog. Como daño menor apuntar, dentro de los fragmentos deshonestos, a errores de datos, expresiones incorrectas, así como a algunos pasajes susceptibles de interpretación maliciosa, con escasa elegancia disimulados.

La máquina de escribir

_Ese hombre creo que es escritor. Similares comentarios a hurtadillas oías por Mieres sobre Benxa. Si supieran que nunca dispuso de una máquina de escribir propia, lo que se interpretará al día de hoy como más escandaloso todavía . Se mal interpretará. El escritor practicaba la pobreza para consigo mismo, no para con su familia ni personas del entorno próximo. Lo hacía por principios, convencido y auténtico en este punto como en todos. La misma austeridad rayana en extrema justifica su generosidad con los demás, contribuirá a entender aspectos de sus artículos y lo mismo su recorrido personal –estrictamente el suyo- desde una extracción de clase media a una forma de vida humilde y, por ende, su identificación con la mayoría social de base. No se trataba de principios religiosos exactamente, más bien crítico-filosóficos con la evolución de los tiempos a lo largo de sus ochenta y dos años de vida. Lo realmente necesario y vital eran cuatro cosas. La máquina de escribir, no, por ejemplo. Usaba la de la oficina en los ratos muertos de trabajo o la del centro docente más adelante. La misma que aparece en la fotografía fue regalada y la aceptó para contrarrestar una sustitución –superflua a su parecer- de equipos anticuados por otros más modernos.

Benxa lector y escritor

“Agradezco a P.P. lo que dice de mí en su artículo (…) Se lo agradezco todo, incluso la mentira. Porque no es verdad que yo haya leído mucho (…) Yo creo que leí poco y bueno y reaccioné escribiendo mucho y malo.” Benxa en Comarca (sin más datos).

Lecturas y notas, como Dibujos y notas (véase subtítulo del blog).

Benxa dibujó una viñeta que publicó como cabecera fija sobre algunos artículos. Venía a ser un autorretrato ambientado en el conjunto histórico de Olloniego. Un adolescente (niño de cara pero ya vestido con pantalones largos) tumbado boca abajo en los llerones inmediatos al puente y palacio. A solas, bajo su cabeza erguida y concentrada, dos tomos abiertos. Interpretamos un libro uno, y otro, sobre el que escribe, un texto propio o una de esas citas entresacadas de lecturas. Lo esencial resulta la temprana vocación y dedicación al laboreo _término apropiado por muy asociado a la minería, su ámbito laboral_ con las letras, al que permaneció unido hasta el final de su vida. Durante ésta, los días no laborables acostumbraba a leer recién amanecido, en la cama, bajo la rendija de luz de la ventana semiabierta para no despertar a su mujer. Y por semana buscaba para la lectura el tiempo en los agujeros que el tiempo perfora para los activos y entusiastas en alguna materia.

Por Navidad

En una entrega de este blog alguien denomina a Benxa “cristiano antiguo”. Más exactamente fue un católico practicante moderado, sin llegar a la devoción que había profesado la familia materna y su propia madre. Como hombre cultivado manifestó en ocasiones sentir dudas de fe, pero concluía con el _”Hay que tener fe, querer tenerla”. En los años 60 todavía cumplía, antes de la cena, con la Misa de Gallo a las 12 de la noche del dia 24 al 25 de diciembre, lo que le suponía todo un sacrificio dados sus hábitos de gran madrugador que se acuesta temprano. Por Año Viejo, el extraordinario consistía en "Echar los Santos", una tradición de sus mayores que transmitió a hijos y nietos, para estos convertido en un acto familiar divertido. En una lista, a cada uno de los integrantes del clan se les asignaba un santo y una santa que se extraían a ciegas de una bolsa donde previamente se habían introducido sus nombres en papeles doblados. Cada pareja velaría por su beneficiado durante todo el año, a cambio de incluirla en las oraciones nocturnas que pocos ya practicaban. Y por Reyes, al muy austero Benxa, siempre en contra del consumo, únicamente podía regalársele y admitía de buen grado una caja de polvorones y unas cajetillas de Celtas cortos que fumaba, una vez deshechos, en la pipa diaria tras la merienda.

De “Benxa” a Benxa

Se adopta en este blog la misma evolución de la grafía del seudónimo adoptado definitivamente por Benjamín Álvarez, tras varios tanteos de otros en la obra de juventud, algunos ya citados en las primeras entradas. Con el transcurso del tiempo y la continuidad de su labor, el autor acaba suprimiendo las comillas. Significativo. Deja de ser un apodo, un doble, suplemento de su nombre y apellidos para convertirse, como la obra misma, en parte integrante e indisociable, tanto de su persona como de su nombre o gentilicio: firmará Benxa o Benjamín Álvarez Benxa.

. Manuel en boca de “Benxa”

_“Mi padre…” (esto). _“Mi padre cuando…” Es posible que no faltara una cita de su padre cada semana. Siempre edificantes. Cada niño grababa o se distraía, pero tuvo la oportunidad de convivir de palabra con su abuelo. En unos _los que le decían güelito sin haberlo conocido_ caló hondo, era como dos padres en uno solo, el físico. La misma veneración, el respeto al padre, muy al estilo de aquellas generaciones, cierto. Pero también algo más: un maestro de vida (vida sin artículo).

. El cuarto oscuro de Rómulo

El cuarto oscuro donde Rómulo revelaba y positivaba. Un doble misterio: la oscuridad y las imágenes emergiendo progresivamente de la nada por efecto de unos líquidos mágicos. La figura de uno mismo que acababa de captar con la cámara se duplicaba en el papel. Ir a su casa de visita reunía varios placeres. Te fotografiaba, merendabas con ellos, tan entrañables y cariñosos con uno, tan ármónicos entre sí; percibías una atmósfera artística, abierta, receptiva. Eso en el año 1960 (recuerdo vago), antes de saberse enfermo. Entonces el jovencito Benjamín, residente en su casa de Gijón mientras estudiaba en la Escuela de Peritos, gozó más prolongadamente de ese privilegio familiar, menor por ser cosa de la vida privada, mayor si se sensibilizaba.

. "Benxa" para con los niños

Resultaba un personaje muy atractivo par los niños. Eso, un personaje como de teatro infantil. Una catarata de adivinanzas, chistes, humor, juegos. "Niñeros" les llaman. No extrañe esa vocación de padre de familia numerosa. Cada hijo, hasta cierta edad, se convertía en una fuente de inspiración y confirmación de algunos principios presentes en su obra: espontáneidad, humor, sinceridad, salidas ingeniosas, originalidad. (Se volverá sobre esta faceta en la siguiente sección).

. El hijo benjamín de Manuel Álvarez

Los benjamines de los padres añosos en familias numerosas reciben, como los primogénitos, un trato singular, pero claramente diferenciado. Escuderos, beneficiarios de la experiencia acumulada de los progenitores, entre otros, resulta frecuente escuchar a propósito de ellos. El padre de Benxa instruyó y estimuló en él determinadas aplicaciones del dibujo, no sólo las técnicas, también las artísticas. Por ejemplo, el primer escudo nobiliario dibujado fue producto de la sugerencia de su progenitor. En otras ocasiones dibujaron a cuatro manos, como en el mapa de los “Montes de Olloniego,Tudela…”.