Entrada 93. Publicada 10-12-2017
Encabezamiento de carta dirigida a Ramón Rodríguez el 23 de abril de 1887. |
4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 12)
(Antepasados técnicos industriales de Benxa)
Años 1880. Etapa del mercurio en la sociedad El Porvenir.
Aspectos temáticos
Algunas afinidades
personales entre Ramón Rodríguez y Manuel Álvarez
. Inquietudes y curiosidad
innata.
. Orientación de este
interés al campo concreto del conocimiento especializado.
. Estudiosos. El estudio o
comprensión detenida y profunda como medio conducente al fin o conocimiento.
. Desarrollo consiguiente
de las facultades cognitivas, intelectuales.
. Vocación, afición,
atracción por el conocimiento.
. Constancia, continuidad
en el cultivo del saber; concentración frente a dispersión.
. Desarrollo de tales
cualidades en el tiempo libre, dedicación extraprofesional y por iniciativa
propia. Actividad libre, compromiso interior, ajeno al deber de empresa o a
encargo de clientes particulares.
. Campos de conocimiento
preferente: científico y tecnológico. (En el padre de Benxa apunta un cierto
interés básico por las primeras edades de la Historia y la Cultura
Humanística).
. Materias: Geometría
moderna, Química, Física, Mecánica (Ramón); Geología, Mineralogía, Cartografía,
Estadística (Manuel).
. El cultivo del estudio
deviene en creación de nuevo conocimiento respecto al preexistente, asimilable
a investigación científica (noticia de Benxa sobre un trabajo inédito de
geometría avanzada por parte de Rodríguez; trabajos sobre el mercurio,
producción, precios, estadística y principales yacimientos del mundo por Manuel
Álvarez) o tecnológica (diseño y patente de hornos industriales para la
transformación de azogue en mercurio, Rodríguez).
. Condición de autores y
materialización de obra independiente del ejercicio profesional lo que no obsta
su carácter complementario o afín. Superior y literal en el caso de Rodríguez;
inferior en el de Álvarez y en éste pendiente de ilustrar.
. Ascendentes y referentes posibles a estas
inclinaciones. Ideales de la Ilustración (razón, cultura, progreso).
Consolidación en la sociedad liberal del siglo XIX: revolución industrial
pareja a revolución científica y tecnológica; grandes transformaciones en la
esfera del trabajo, clasificación de categorías y cuerpos de trabajadores,
nuevos oficios y profesiones (ámbito industrial y tecnológico en este caso),
sustitución de la formación tradicional por una enseñanza oficial reglada,
etcétera.
. Capataces Ramón Rodríguez
y Manuel Álvarez: asimilación, entusiasmo, convicción, fe en la nueva sociedad
y el progreso inducido por la ciencia y la técnica. Antecedentes directos:
hijos de capataces de minas, segunda generación de técnicos industriales.
Planteamiento de dos
cuestiones relacionadas con lo anterior. Una ¿El perfil científico-intelectual
descrito para los capataces antepasados de Benxa tiene un origen cultural, esto
es, aprendido, educado bien por la época, el lugar (despegue industrial de
Mieres) y el entorno familiar? O, a la inversa ¿Remite a una condición
individual innata? En el último caso, el menos probable, habrían resultado
favorecidos por la concurrencia de factores de reafirmación y desarrollo de sus
inclinaciones personales, por la cultura
de la época referida. Y dos ¿En qué medida contribuyó a consolidar este
perfil del que participaron ambos el ejercicio profesional?
Hasta aquí ha venido
imperando el enfoque biográfico, personal y aislacionista en lo que atañe al
potencial profesional en ambos capataces. No resulta suficiente por incompleto.
Se impone pues contextualizarlos, insertarlos en una realidad más amplia de
carácter determinista. Algunas intervenciones exógenas ya se resumieron; otras como
la política –por ejemplo la favorable estabilidad de la restauración Alfonsina-
ya se apuntaron (Ref. Luque/Gutiérrez). Resta considerar las variables más
inmediatas, el marco específico de la industria del mercurio en Asturias y más
aún la empresa concreta en que ejercieron. De ambos entornos, ya historiados
con éxito, no procede su reiteración ni síntesis, sino extraer selectivamente y
argumentar aquello que contribuya a explicar la trayectoria profesional de
Rodríguez y Álvarez, a la postre circunscrita en estos dos marcos y posiblemente
diferente de haberse desenvuelto en los sectores dominantes de la industria
asturiana, la siderurgia y la minería del carbón.
Manuel Álvarez, en una
escueta publicación del año 1909, otorga el título de “colosos” de la
producción mundial de mercurio a España y Estados Unidos. Lo expresa tras
estudiar el sector durante los veinticinco años anteriores. Y tras Almadén,
posiciona a Asturias, parece que con más distancia que lo hacen las
investigaciones recientes sobre el tema (Fernández Gutiérrez, Luque/Gutiérrez)
cuando refieren momentos en los que tecnológicamente (hornos Rodríguez) los
establecimientos de Mieres aventajan a las Reales Minas de Almadén, por
entonces privatizadas. La madrugadora industria del mercurio asturiano
decimonónico (orígenes en los años 1840), sus notables beneficios económicos
generados por una producción de pequeñas cantidades de “oro blanco” frente al
gran tonelaje del carbón, las muy optimistas expectativas generadas, su cortejo
por parte de sociedades europeas informan de un sector minoritario de la
industria asturiana respecto a los hegemónicos del acero y la hulla. Un ramo
industrial reducido pero dotado de una historia propia, específica y brillante,
cuya etapa más pujante coincide con la colaboración de los capataces Rodríguez
y Alvarez. De aquél absorbe toda su trayectoria profesional, de éste dos
terceras partes; capataces del mercurio
y del cinabrio, pues.
Manuel, parece que más
emprendedor, compatibilizó sus servicios en las minas de El Porvenir con otras
empresas asturianas del ramo ya citadas [entrada 12-9-2017]. Incluso en una
relación de pertenencias de cinabrio de 1909 (Luque/Gutérrez), figura como
propietario de una de ellas en Langreo. El mismo listado informa de las
sociedades más fuertes, la filial de Fábrica de Mieres radicada en Muñón, Lena
(Minas de La Soterraña); La Unión (La Peña, Mieres), pero en lugar de El
Porvenir ya figura como titular la compañía inglesa The Oviedo Mercury Mines,
adquiriente de las instalaciones de aquélla en El Terronal de Mieres.
El Porvenir fue el marco en
que se desenvolvió hasta su fallecimiento ese perfil personal y profesional
dibujado arriba para Rodríguez , y el de Manuel Álvarez hasta dos años después
(reseña biográfica de Rubinat) en que toma posesión la firma inglesa de las
instalaciones de El Terronal. El Terronal, Tarronal –Tarrozal, también según
Rubinat- fue el nombre de uso generalizado para minas y fábrica de El Porvenir.
No sólo a nivel popular de vecindario y trabajadores; también empresarios y
técnicos se referían así al enclave elevado sobre el barrio de La Peña de
Mieres, a orillas primero del camino y luego de la carretera a Langreo por el
valle del río Miñera. Allí, en El Terronal, se concentraron las bocaminas, uno
de los pozos y la planta transformadora de mercurio de la Compañía Especial
Minera El Porvenir, nombre oficial con el que figuraba en el registro
mercantil.
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