Sobre "Benxa">Biografía>Aspectos
Entrada 92. Publicada 5-12-2017
4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 11)
Entrada 92. Publicada 5-12-2017
Homenaje a Manuel Álvarez (con bigote y perilla canos) de los capataces de Asturias, León, Palencia y Vizcaya. Valgrandre, agosto de 1930. |
4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont. 11)
(Antepasados técnicos industriales de Benxa)
Años 1880. Etapa del mercurio en la sociedad El Porvenir.
Aspectos temáticos
La incorporación de Manuel
Álvarez a comienzos de los ochenta a la minería del cinabrio desde la sociedad
El Porvenir más que decisiva como periodo de construcción de un currículo laboral
puede entenderse expresiva ya de un capataz destacado desde el comienzo mismo del
ejercicio profesional. Como tal aparece en las reseñas biográficas publicadas
de su época (pendientes de ampliar) y en los estudios especializados de los
últimos años (Ref. Fernández Gutiérrez y Luque/Gutiérrez). Queda pendiente
contrastar esta hipótesis con estudios sobre el cuerpo de capataces contemporáneos
de Manuel o a partir de monografías individuales. Ciertamente cabe esperar
casos similares, algunos ya entrevistos en el proceso de documentación de
Álvarez. Pormenorizar entonces en qué
aspectos reside su posición aventajada contribuirá a una valoración más
objetiva y, a un mismo tiempo, a una llamada de atención hacia una profesión
decisiva en el primer desarrollo industrial de Asturias.
Precisamente en el periodo
en que se desenvuelve la carrera de Manuel y su generación, la de los titulados
capataces durante los años 1880 en el centro oficial radicado en Mieres,
comienzan a sentirse los efectos de la incorporación a la directiva de las
empresas de técnicos superiores procedentes de otras provincias, así como la de
ingenieros de origen europeo, establecidos en Asturias desde las fechas más tempranas
de la revolución industrial. Documentos en su día en poder de Álvarez dejan
constancia de la crisis de competencias que entrañó para los capataces el
cuerpo de ingenieros de minas, implicándose el mismo padre de Benxa en la
defensa de los intereses de su “clase profesional” (sic) desde la presidencia de la asociación de capataces de minas de
Mieres (al menos en 1908 y 1909) con la misma capacidad de gestión, iniciativa
y convicción que caracterizó su trayectoria profesional individual.
El homenaje del que fue
objeto en 1932 por parte de su colectivo -por entonces ya denominado de Capataces
y Ayudantes de Minas- de las asociaciones del norte de España, justamente por
los años más desfavorables, se presta a una interpretación más amplia que la del
reconocimiento individual a un buen profesional con más de cincuenta años de
actividad tras de sí. Sugiere también un agradecimiento a sus iniciativas en
favor de los derechos de los ayudantes facultativos, ahora severamente
recortados [AMA]. Y acaso, dado el contexto corporativo, un reconocimiento de
los méritos de un capataz ilustrado, de talante científico y polifacético. Una prueba
significativa de lo que el colectivo, ahora rebajado en competencias y rango,
había sido capaz de ofrecer a la industria asturiana. Y en el mismo orden de
cosas, un testimonio de que, a pesar de la situación crítica, un capataz –y los
capataces- podía responder con competencia a requerimientos técnicos y de
dirección.
Las fuentes mencionan a dos
colaboradores de Manuel Álvarez en los años de servicio en El Porvenir. Luis
Álvarez Closse y Pepín Bayón –sus nombres se citan en aras de contribuir al
estudio de los técnicos medios de la minería asturiana histórica, insertable
dentro de la Historia del Trabajo y de las Profesiones. Pero la colaboración
por excelencia suscrita por Álvarez Álvarez recae en la figura del también
capataz Ramón Rodríguez [entradas ]. Benxa en una reseña biográfica sobre su
padre, que finalmente se le atribuye en firme [ocho entradas, del 30 julio al
10 agosto 2017], lo califica de “autoridad” en los “negocios del mercurio” –negocios
por minería, entendemos, aunque también se confirman inversiones en el sector.
Y a la limón con Ramón Benxa eleva a ambos a la condición de “piedra angular” de la industria del mercurio
asturiano del momento.
El contacto entre ambos capataces
tiene lugar coincidiendo con la fecha de ingreso de Manuel en la sociedad El
Porvenir en 1883. Un año antes había fallecido Ignacio Rodríguez [seis
entradas, del 17 al 23 julio 2017], padre de Ramón, también capataz por la
escuela de Mieres (título1862) y cuanto menos integrante de la cabecera técnica
de la misma compañía minera. Durante los tres primeros años de los ochenta se
produjeron movimientos en la dirección de la sociedad El Porvenir. Es posible
que tras la muerte de su padre tomara la jefatura de la empresa el ya entonces brillante
Ramón Rodríguez, sin descartar que fuera él quién reclutara a Manuel como responsable
de la sección extractiva. A comienzos de los ochenta además de Ramón, Manuel y
un administrador firman pedidos para la empresa a Fábrica de Mieres [Ref.
Luque/Gutiérrez]. No figura aún el futuro Director Gerente Juan Stuyck, cuyo
ingreso en plantilla parece haber restado funciones al hasta entonces director
técnico Ramón Rodríguez. Por ello se pospone la reseña de la actividad de Stuyck,
a la vez que se sustituye por el momento del término equipo (tripartito Stuyck-Rodríguez-Álvarez) por el de colaboración entre dos técnicos, los
capataces Rodríguez y Álvarez. El primero, a la incorporación de Manuel en 1883,
por antigüedad y capacitación ostentaría la dirección general de producción de
toda la empresa, el cargo de responsabilidad máxima. Incluían sus competencias
la supervisión de la sección extractiva encomendada a Manuel, además de la
gestión de la planta de beneficio del mineral y transformación en mercurio (la
fábrica), labor especialmente absorbente por los años ochenta, habida cuenta de
que además de la producción programada Ramón Rodríguez se encontraba en la fase
última de investigación y pruebas definitivas de innovadores hornos de
mercurio.
Consta que entre ambos se
fraguó una colaboración excepcional dentro del marco de la sociedad El Porvenir.
La edad de Ramón, unos diez años superior a la de Manuel, y su experiencia hacen
suponer un magisterio de aquél respecto al más joven. Por lo demás las noticias
informan de una relación profesional estrecha y compacta, basada en la división
coordinada del trabajo, y más que en una complementariedad en una especie de
síntesis producto de la afinidad de perfil personal y de un similar concepto
del trabajo. Primeramente surgió la colaboración profesional y seguido una
estrecha amistad y un vínculo de familia política (matrimonio de Manuel en 1887
con una hermana de Ramón y, al fallecimiento de éste, representante legal de
sus herederos y tutor de sus hijos).
No hay comentarios:
Publicar un comentario