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Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

sábado, 29 de septiembre de 2018

152. Muestra 1. Colaboraciones en prensa (III). Columna "Tendal"

Letras>Artículos prensa
Entrada 152 Publicada 29-9-2018










A falta de la cartilla de racionamiento en el archivo de Benxa se conserva otro documento
social de la autarquía. El libro de familia de 1949, un año antes de instalarse en Santa Marina.
Incluye, muy a tono con lo tratado, "Extracto de Beneficios del Reglamento de Protección
de las Familias Numerosa". En materia de vivienda, junto con ex-conbatientes, mutilados, familias
de caídos en el frente, las familias numerosas gozaban de preferencia de acceso a las viviendas estatales
por el procedimiento de "oposición o concurso de méritos". Un mecanismo que más tarde
debió sustituirse por el de sorteo tras previa selección de aspirantes y del que da fe
los barrios más modernos popularmente conocidos como "tocotes."





1.8  Colaboraciones en prensa (III). 
Columna "Tendal" (cont. 11). Parte segunda 

2. El barrio de Santa Marina (cont.)
La autarquía (1940-1959). Primera coordenada.
Un ejercicio de claroscuro, la autarquía del primer periodo del régimen de Franco. Sombría, sombreada la época y progresivamente iluminada la historiación de la misma. Aquí, ahora a primeras realizaciones -subrayable primeras- de viviendas de promoción estatal a gran escala y alto indice de ocupación, los denominados barrios o barriadas para productores, como el de Santa Marina y exactamente contemporáneos, tanto su concepción y ejecución material como las circunstancias vitales del vecindario del vecindario que las ocupó.
Fue una autarquía concreta la española de los años 40 y 50 dentro de la amplitud conceptual del término: origen en la filosofía de la Grecia antigua (epicúreos, estoicos, próximos por lo tanto al espíritu de Benxa [Entradas 46. 19-2-2017 y 105, 19-2-2018]); manifiesta derivación hacia modelo económico (la autosuficiencia) impuesto a las clases populares de la historia universal previa a la revolución industrial; a partir del maquinismo adoptada dentro del sistema liberal aisladamente, con un acusado carácter tradicional y anti-progresista. Con estos antecedentes inmediatos en España (Cánovas, Cambó, dictadura del general Primo de Ribera) y como una síntesis de fuerte carga ideológica y rígido proyecto económico coherente con ella, cristaliza la autarquía que sigue a la guerra civil, dirigiendo la vida de los españoles durante dos décadas con un grave desajuste entre la ideología inicial y resultados económicos y sociales finales calificados de catastróficos. 
Este rígido marco que encuadra el acercamiento al barrio de Santa Marina fue concebido para salvar el deterioro general del país producto de su apertura al exterior (teoría, desde el ámbito de la cultura, ya suscitada por el regionalismo del 98), con el fin de convertirlo en una potencia industrial, independiente y cerrada al mercado exterior, refractario a sus injerencias, y preservadora de su brillante pasado histórico y cultural. Pero sus efectos gravemente indeseados sobre las condiciones de vida de la mayoría social, bien reflejados en el vecindario de la barriada mierense de referencia, pondrían de manifiesto el fracaso del modelo económico, su carácter retrógrado e involucionista, el estancamiento e incluso un retroceso del desarrollo aproximadamente de veinte años, la duración del primer periodo de la dictadura. De ahí la sustitución progresiva, desde dentro del propio Estado, del proyecto utópico inicial y su intensa carga ideológica, por otro modelo económico al uso en la Europa democrática, recuperada de su guerra en el tiempo récord de cinco-siete años, frente a los veinticinco como término medio que necesitó España. Una recuperación ésta que comienza al sustituir paulatinamente el nacionalismo autárquico por la liberalización económica y un giro moderado y parcial hacia el desarrollo a raíz de aprobarse el Plan Nacional de Estabilización Económica (1959-75).
La atención a Santa Marina en su fase de construcción y primer periodo de ocupación insiste en diferenciar, dentro de la autarquía, una subdivisión en dos periodos. La primera autarquía, la de la posguerra dura y cruda, coincide con los años 40 de los primeros gobiernos y la gran depresión española (gran depresión no sólo compete a la internacional de 1929). En la segunda parte de ese decenio será cuando se proceda al proyecto y construcción de la barriada intensiva que nos ocupa y sus coetáneas, a pesar de su calificación de intensiva, siempre considerando la escala moderada de las radicadas en Asturias. En estos años surgen otros gastos en materia constructiva, como los destinados a la reconstrucción de los daños de guerra, de monumentos sobre todo -coinciden con el traslado de Benxa a Lugo en calidad de aparejador al servicio de Regiones Devastadas-, monumentos simbólicos y viviendas para el aparato del régimen. Obsérvese cómo por estos años 1940-45 del periodo más depauperada de la historia contemporánea española, se aborda un volumen importante de viviendas sociales en forma de grandes barrios. Son los que abren la puerta al parque de viviendas básicas de promoción estatal para la clase trabajadora en Asturias y el resto del país, una necesidad de primer orden hasta entonces desatendida en términos generales, y sus contados antecedentes producto de la promoción de fuertes empresas mineras. 
¿Donde moran entre tanto los trabajadores de la minería y la fábrica siderúrgica de Mieres por estos años? Los efectivos que no cayeron en el frente, un cifra altamente significativa, darán continuidad a las fórmulas de infra-vivienda auto-gestionada descrita para Mieres villa en los años de la industrialización del siglo XIX y primer tercio del XX [Entradas, 98-100, 5 a 18-1-2018], (realquilados en barrios tradicionales antiguos, hórreos, pajares, casetas de madera auto-construidas en los barrios populares de Mieres y en las parroquias rurales con actividad industrial, etcétera). Por estos años, Benxa, que contrae matrimonio en 1940, ya cuenta siete años después con cuatro hijos, residiendo de alquiler en viviendas antiguas de Olloniego, Lugo y Ablaña, desde luego en mejores condiciones que las anteriores citadas, pero a la espera y con expectación del acceso a una vivienda básica oficial de nueva planta en Santa Marina.
Por su parte, la segunda autarquía (años 50 ó 1953-59), por algunos considerada una etapa puente entre el aislamiento general de España y la apertura al exterior consiguiente al Plan de Estabilización, supondrá una mejora discreta de las condiciones de vida de las clases populares y, a los efectos que aquí interesan, coincidirá con la inauguración y primeros años de ocupación de este tipo de primeras barriadas. En este subperiodo y primer capítulo de la historia del barrio y a raíz de la ayuda de los Estados Unidos (1953-63, siempre menor y retardada respecto a la Europa de posguerra), se respira un alivio en ciertos aspectos de la economía, inferior siempre entre la base social de los trabajadores que para la oligarquía y el aparato del régimen. Los pobladores del barrio de Mieres, incluida la familia de BNX, se benefician ahora de una vivienda moderna de estándar básico, recupera el nivel de renta vigente en 1935, cesa el racionamiento de alimentos y se asiste a un incipiente actividad comercial y muy tímido consumo.
La rectificación del planteamiento autárquico de la economía y su fracaso se hizo efectiva desde entonces y no sin fuertes reticencias por parte de los sectores de poder más nacionalistas. La aproximación al modelo de la Europa democrática y de la economía liberal abre definitivamente una nueva etapa con el Plan de Estabilización y los sucesivos planes de desarrollo que se activan. En cambio, ya en los sesenta, parecen descender las promociones oficiales de grandes concentraciones de viviendas similares a las que se inauguran en torno a 1950 (Santa Marina y San Pedro en Mieres capital, otras más en su término municipal y en los concejos de la cuenca del Caudal como Morcín o Riosa). Para toda esta primera hornada de alojamientos intensivos el fin de la autarquía propiciará la reforma integral del conjunto residencial, todo un beneficio para su vecindario, pero al mismo tiempo una prueba de la precariedad con que fueron edificadas en origen. Su reforma, prácticamente obligada, y lo que de ella se deduce no se repitió en el resto de las iniciativas de habitación estatal de los años siguientes, constituyendo un signo diferencial entre otros y que analizado con detenimiento contribuiría a caracterizar específicamente estas actuaciones pioneras respecto a ligeramente posteriores y siempre inferiores en número de vivienda. La familia de Benxa ya no conoció esta mejora del barrio abordada en los últimos años de los sesenta. Para entonces ya había trasladado su domicilio a una vivienda igualmente de alquiler, vinculada a la familia y radicada en La Pasera, lo que por entonces ya era casco histórico de Mieres.














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