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Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

lunes, 3 de septiembre de 2018

149. Muestra 1. Colaboraciones en prensa (III). Columna "Tendal"

Letras>Artículos prensa
Entrada 149. Publicada 3-9-2018









Castillete y casa de máquinas (derecha) del pozo de Mina Llamas, Ablaña (Mieres). Estado actual en franco deterioro,
con el conjunto de instalaciones de superficie tomado por de maleza . Ruinas industriales del área de Ablaña,con un
subsuelo especialmente generoso en carbón de hulla. Sobre el espacio libre inmediato a castillete y casa de la máquina elevadora se disponían el taller, el almacén, aseos, parque maderas, depósito de carbones, y las oficinas donde trabajó Benxa entre 1947/48 y el año de su jubilación en la minería, previa a la entrada en actividad de HUNOSA. La familia abandonaría Ablaña en 1950, tras unos dos años de residencia, para trasladarse a ocupar una de las viviendas del recién inaugurado barrio de Santa Marina, al sur de Mieres villa.



















1.8  Colaboraciones en prensa (III). 
Columna "Tendal" (cont. 8). Parte segunda

Para lo que pudiera resultar de provecho o material hemerográfico para el estudio sociológico o de otra naturaleza estas primeras iniciativas materializadas de barrios estatales para productores -denominación preferida por el régimen en lugar de la de obreros- como el de Santa Marina, remitimos al conjunto de “tendales” publicados y oportunamente fechados si se consultan directamente en el semanario Comarca. Por lo demás, en adelante la atención se concentrará en Benxa y su familia, lo que no implica un resultado estrictamente singular, sino susceptible de generalización siempre que no se conciba como paradigma o referencia tipo, dado que la familia a documentar y sobremanera BNX, contravendrán a múltiples efectos, tal y como cabe suponer por lo tratado hasta aquí, el perfil dominante del vecindario del barrio. Ello no precisamente por la extracción/contexto social de origen y primera etapa biográfica del columnista, ni tampoco en función de sus inquietudes y vocación por las Humanidades. Exactamente a la inversa, entendemos su periodo santamariniano como un contrapunto que enriqueció y amplió su experiencia vital, lo mismo que, como ya se indicó, la de su familia [Entrada 147, 11-8-2018], y no en menor medida también para aquél en la paulatina composición de su obra de aficionado, al sentar precisamente en las Colominas los cimientos de la construcción de su estilo como articulista de opinión de sesgo crítico, irónico y humorista, desde una óptica personal pero atenta y comprometida con el devenir de la sociedad de su tiempo, cuestionada en determinadas facetas de la modernidad-según sus referencias constantes y socarronas, lo moderno, modernidades [Varios artículos de la secciónColaboraciones en presa II , entradas 105-112, 19 febrero a 17 marzo 2018] y [Columna Rara avis“El coche ye un peligro...”“No hay ná como lo antiguo...”“Tanta cosmética...”]; en suma, una colaboración en prensa ahora madura y sin apenas relación con sus comienzos, reunidos selectivamente en el apartado de Colaboraciones en prensa I. [Entradas 40-49, 22 enero a 7 marzo 2017]

En todo caso, prestarle esta atención monográfica asociada a su vida en Santa Marina ya informa de lo que varias veces se repitió por considerarlo esclarecedor de las coordenadas disciplinares con que fue trazada una parte sustancial de este blog. Sólo recordarlas e informar de su reactivación en las páginas siguientes: Historia de familia, Historia de la vida cotidiana, Historia de la vida privada y, en lo que atañe individualmente a BNX, una implicación en el conocimiento biográfico.

Mieres y Olloniego, por este orden temporal y de importancia, ambientaron la vida de B. y alimentaron ese su localismo del que se sentía tan orgulloso. El destino profesional a Lugo, esta vez parece que en calidad de aparejador, debió durar unos dos-tres años llenos de nostalgia por Asturias y del ejercicio profesional en la minería. Y de forma similar, el otro par de años (de 1948 aproximadamente a 1950) en que residió en Ablaña (Mieres), donde se empleó como topógrafo en Mina Llamas tras regresar de Galicia, restan más bien como excepción y episodios menores tanto en lo que compete a su vida personal como para su trayectoria humanista vocacional. Precisamente desde Ablaña, se trasladó la familia en 1950 a estrenar las viviendas (serían dos, sucesivamente) del flamante barrio de Santa Marina. En aquella reducida localidad, radicada no precisamente en las inmediaciones de la villa de Mieres, ella misma y en sus inmediaciones el lugar de La Pereda, con casi un siglo de actividad en la industria hullera, así como una tupida de red de transportes ferroviarios y cargaderos, había ingresado el hijo menor de Manuel Álvarez en las oficinas de la mina, entonces ya explotada por pozo a cota de valle (como Nueva Montaña Quijano figuraba la empresa en el membrete de papel de desecho, escritos o impresos por una sola cara que B. reutilizaba para escribir y sus hijos para dibujar). Su interior formaba parte íntegra o compartida con otros servicios de superficie de una especie de nave de dimensiones menores que las de uso industrial propiamente dicho. Su puesto se encontraba en un espacio sin distribuir en despachos, compartido por otros empleados. Tenía asignado su tablero de dibujo y una mesa de escritorio (testimonio oral). 

Trabajo y vivienda al pie era lo procedente en la época previa al automóvil de extensiva difusión. El matrimonio, por entonces con cuatro hijos en edad infantil, tomó entonces en Ablaña un piso de alquiler en un edificio de viviendas antiguo, derribado hace unos dos años pero conocido directamente poco tiempo atrás y mostrando un estado de avanzado deterioro, incluso posiblemente desocupado. Respondía al tipo de viviendas plurifamiliares de propiedad vertical, socialmente asociadas a la clase media tanto por la procedencia de los titulares como por el perfil de usuarios o inquilino a las que eran destinadas. Las llamadas en su tiempo casas de balcones -hoy, técnicamente y las tipologías descendientes, edificios de viviendas-, de origen y expansión universal desde los primeros decenios del siglo XIX, inseparables siempre de su natural implantación urbana o en núcleos menores donde surgiera la demanda de grupos de nivel entre moderada y elevada posición en función de las dimensiones de la población y de la radicación más o menos céntrica. Sin embargo, en este caso concreto, los años en los que la familia de Benxa alquiló el piso primero izquierda, edificio y vivienda ya se mostraban ciertas deficiencias de servicios, deterioro incipiente y, sobre todo, ya se las consideraba como un modelo de vivienda anticuado. Efectivamente, esta tipología de alojamiento de creación decimonónica y en sus orígenes selectiva socialmente, ya ofrecía síntomas inequívocos de un alojamiento anticuado, desfasado respecto a los nuevos materiales y servicios de la moderna construcción doméstica, incluso respecto a las viviendas de los numerosos barrios económicos edificados durante el período autárquico y objeto de promoción oficial como era el caso de Santa Marina.

Precisamente este último aspecto facilita la anticipación de los tres epígrafes que se tratarán en esta parte última de “Tendal”, incluida como complemento a título de varia temática del tratamiento periodístico con que se abrió este pasaje de la obra de BNX. Y a su vez las tres cuestiones figuran estrechamente asociada a una hipótesis de partida -por veces más de una-, a despejar por medio de tres factores distintos. Todo en conjunto ensaya un sistema organizador del desarrollo de esos otros aspectos de aproximación al conocimiento del barrio y barrios similares por mediación de los tres apartados seleccionados. El punto de partida que se cuestiona plantea las razones que impulsaron el traslado de la familia Álvarez Quintana a solicitar una vivienda en Santa Marina, trabajando Benxa a unos cinco kilómetros de su futuro domicilio y dependiendo del transporte ferroviario cuatro veces al día. Y,  subsidiariamente a ello, la cuestión de a cuál de los cónyuges correspondió la decisión. Serán precisamente los tres puntos a tratar los que, al tiempo que incrementan la aproximación a la sociología del barrio, el interés prioritario de estas entradas, ofrecen noticias del episodio concreto de Benxa y su familia durante esta etapa. Ello con el propósito de que más allá de lo singular reporte materiales de utilidad general al conocimiento de la vivienda básica dentro de las barriadas de la etapa más crítica del régimen. Un momento cuando, con carácter de urgencia improrrogable, se llegaron a materializar, lo mismo que el barrio de Santa Marina, docenas de otros análogos distribuidos por Asturias, dirigidos fuera a productores mineros, pescadores, ferroviarios, obreros del sector metal, etcétera.

Al considerar los móviles subyacentes a dicho cambio de localidad de residencia y tipo de alojamiento se imponen, a efectos de estructurar el tratamiento, al menos la consideración de la tres cuestiones siguientes. 1) El interés por trasladarse a Mieres, la capital del concejo por entonces recuperándose discreta pero con signos inequívocos de crecimiento a lo largo de los diez años de permanencia de la familia de B. en Santa Marina. 2) La condición del barrio como un espacio residencial de nueva planta, lleno en principio de expectativas, incluida la misma de su novedad como figura urbana que aparece ahora en las ciudades y enclaves industrializados. Barrio populoso y moderno, algo en principio opuesto a la escala menor y rural preferida por Benxa para vivir, pero favorable por su inserción en una población mayor en expansión, por la proximidad de la barriada al centro de la misma o punto neurálgico donde se concentraban ya desde los años previos a la guerra civil, al cabo de ella y a partir de la década de los cincuenta, todos los servicios y las dotaciones sociales de promoción pública. 3) El aliciente supuesto por la propia vivienda -en realidad fueron dos las asignadas sucesivamente debido al crecimiento de la familia en dos hijos más, precisamente nacidos en el barrio-, recibida para estrenar, dotada de  materiales, aunque pobres por la escasez generalizada vivida durante los años cuarenta, siempre más actualizados que los de la casa de Ablaña, y lo mismo para los servicios e instalaciones con que contaba. Aún tratándose de una vivienda de tipo básico que evidenciaba, comparativamente, los estándares muy superiores de las nuevos pisos de promoción particular, en proceso de construcción en el centro de Mieres,  surgidos a tenor de la demanda de empleados y cuadros superiores de la industria minero-siderúrgica, comerciantes, profesionales , sanitarios, etcétera. En definitiva, una reactivación de la actividad constructiva del sector de la vivienda que compensó el desabastecimiento propio de un periodo como aquél de doble posguerra, la civil y la europea. Obsérvese que Benxa no procedió a alojarse en Mieres en una vivienda libre en régimen de alquiler, sin duda de renta muy superior a la asignada a las de las Colominas, en la antaño vega cultivada, en el sector sur, inmediato a la margen derecha del rio Caudal. Por entonces el patrimonio del matrimonio se limitaba al mobiliario (muebles y enseres domésticos) que trasladaban consigo en todos los cambios de casa previos y posteriores al tratado ahora. El sueldo de un empleado de topografía, aunque efectuara algún que otro trabajo por su cuenta como agrimensor y a solicitud particulares, no permitía una economía doméstica más desahogada que, por ejemplo, la de su padre, producto de los cargos de empresa desempeñados y la intensa actividad como profesional liberal [Entradas varias publicadas, bloque Muestra 4. Manuel Álvarez].

Como no podía ser de otra manera en casa de Benjamín Álvarez operaba la misma división de trabajo, responsabilidades y funciones secularmente asignadas diferencialmente a cada cónyuge. De esta etapa, aunque no vivida o apenas recordada, la experiencia posterior nos permite singularizar algunos aspectos en la pareja integrada por Benxa y su esposa, sin que procede detallarlos por genéricos o comunes y desviar así la atención del plan previsto. Además, una parte de esta dirección de familia, desempeñada por su mujer, ya fue esbozada al comienzo del blog dentro de la sección Contexto familiar I, página centrada en ella. [Entrada 21, 30 septiembre 2016]. Así pues en los tres apartados pendientes de tratar cabe suponer como imperante el criterio realista y pragmático de la esposa, facilitada por  la aceptación plena que mostraba el autor de “Tendal” en las decisiones e iniciativas de la misma, y venido al caso, insertas dentro de un contexto general de tolerancia y margen de opinión y acción general frente a toda imposición que, en su condición de cabeza de familia, cabría presuponerle.













1 comentario:

Anónimo dijo...
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