Entrada 146. Publicada 20-7-2018
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1.8 Colaboraciones en prensa (III)
Columna "Tendal" (cont. 5)
Esa falta de atención que Benxa dirigía en sus cortos -así mencionados por su proximidada los sketches de acción- hacia las autoridades locales se dejaba sentir igualmente en los servicios de mantenimiento de la barriada (1), lo que hace referencia al apartado tercero de las más atendidas de sus reclamaciones vecinales. Abundan las quejas sobre la insuficiente limpieza de los espacios públicos, en parte comprensible dentro de un vecindario reasentado, procedente del medio rural, no en vano afectado por los cambios consiguientes a su incorporación a un modelo de poblamiento desconocido, en una densidad de ocupación y concentración significativa; un lugar, en suma, creado de nueva planta, en todo ajeno al hábitat tradicional de procedencia del vecindario.
Buena parte de las quejas que se desprenden de las columnas (cuarto y último apartado) resultaban competencia del Ayuntamiento de Mieres, al que se había cedido la conservación en buen estado el conjunto de viviendas de Santa Marina, como el del parejo barrio de San Pedro citados en cursivas como ensanches, para incidir en su contraste con el ensanche real del centro de Mieres, por los mismos años en proceso de relleno con nuevas edificaciones erigidas sobre el suelo que había permanecido libre del ensanche de ampliación de los años veinte (2). En este Mieres céntrico, este Mieres-Mieres (3), los edificios de viviendas lejos de repetir uno o dos tipos como patrones, respondían cada cual al proyecto singular de arquitecto o aparejador y, avanzando los años hasta comenzar los sesenta, materiales y factura respondían a estándares cada vez más distantes a los del barrio minero de las lamentaciones sazonadas con humor de Benxa. Los nuevos edificios del corazón de Mieres y sus dotaciones resultaban muy superiores a los de los barrios de la orilla derecha del Caudal -las diferencias entre ambas áreas de la villa iban en aumento. Los modernos bloques de viviendas -ya no se trataba de pabellones propiamente dichos, los propios de los barrios públicos- surgían en función de la demanda de un vecindario integrado por profesionales (médicos, ingenieros, abogados, funcionarios), propietarios y comerciantes, atraídos por el crecimiento de la villa y la demanda de servicios proporcional al incremento demográfico. En este nuevo Mieres que ahora se configura no puede prescindirse de la deuda contraída con estos dos grandes y más antiguos barrios sociales del extrarradio, sus cientos de viviendas (4) y la nueva vida que hubo de emprender el vecindario como con calzador. Toda una experiencia merecedora de reconocimiento y estudio en la profundidad que se merece.
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NOTAS
- Barriada era un término en pleno uso por los años a los que se ciñe la columna “Tendal”, incluso durante muchos más. Ahora ciertamente ha quedado en desuso, implicando su mención un valor peyorativa. Es posible que su extinción guarde en parte relación con una intervención decisiva abordada en todos estos barrios de emergencia de los años cincuenta: la reforma integral llevada a cabo a menos de unos quince-veinte años de inaugurarse, indicadora por sí misma y complementaria de otros aspectos de las restricciones ya indicadas para los orígenes de esta clase de figuras urbanas del segundo tercio del siglo XX. Dicha operación de mejoras globales supuso una mejora sustancial de las calidades y servicios, hasta el punto de aproximar estos alojamientos más básicos a la vivienda de iniciativa particular. Retomando la columna “Tendal”, este episodio corrector de sus defectos originales acontece cuando el autor ya había puesto punto final a la sección y trasladado su domicilio al lugar de nacimiento en La Pasera, para entonces convertido en el Mieres antiguo.
- Ya se publicó referencia superficial de este ensanche [Entradas 100 y 101, 18 y 21 enero 2018] y recoge el estado de evolución de la villa de Mieres Manuel Álvarez, padre de Benxa, en el plano titulado Cómo se trasforma Mieres, 1927, quedando pendiente su publicación para en el momento y sección oportunos.
- En toda Asturias (y en el resto del país) Mieres resultaba un lugar conocido comúnmente. Pero especialmente en Asturias, donde al mencionar Mieres prácticamente no había quién no manifestara conocer a alguien o contar con un pariente allí establecido. Sin embargo el punto de interés resulta más específico. Surgía cuando tras preguntarle a uno de dónde era y responderle que de Mieres. Entonces inmediata y automáticamente surgía la pregunta clave, la solicitud de un detalle que parecía resultar importante: “_¿De Mieres Mieres [por Mieres capital municipal] o del concejo?. Sin duda un trasfondo estatus socio-espacial resultaba en función de la respuesta, pero en toro sentido informaba del conocimiento general de la dilatada malla de poblaciones industriales menores, incluidas las grandes barriadas citadas y otras, que caracterizaron el poblamiento de la cuenca del Caudal, y como ella la colindante del Nalón. [Oral, años setenta y ochenta]
- [Entrada143,15-7-2018]. Referencia sobre la ampliación de conocimiento a cerca tanto del barrio de Santa Marina como el de San Pedro en los últimos quince años. Independientemente en casa de Benxa se hacía mención frecuente de dos grandes inundaciones de Santa Marina, con precisión cronológica y profusamente detalladas las alteraciones que supuso para la familia, tales como los traslados a viviendas de superior altura, colchones, ropas y menaje incluido, compartiendo por días o semanas la vida con los vecinos de acogida. El señoritismode Benjamín joven y estudiante no entró en conflicto, bien entradado en la cuarentena, con su condición de vecino de Santa Marina. Su familia guarda igualmente un grato recuerdo de su vida en el barrio. Queda como testimonio el afecto y complicidad con el barrio que se desprenden de las citas frecuentes a hechos vividos durante los años de niñez y adolescencia de unos y el nacimiento de los menores. Y permanece también una colección considerable de fotografías que aportan detalles de las construcciones, las visitas, las primeras comuniones, los juegos de los niños, retratos en la barandilla del canal, y como por efecto casual -o no tan casual- un significativo número de escenas ambientadas en la pradería anegable dea la orilla del río, detrás de los pabellones de viviendas. Los tendales colectivos presentes y la esposa de Benxa tendiendo los trapos limpios producto de la colada, por entonces la faena doméstica más laboriosa a la que se destinaba el lunes de cada semana. [Material oral y fotográfico].
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