Entrada 170. Publicada 4-11-2018
Nota nº 18
Cuando yo nací el 24-II-07 asistió a mi madre Concha la de Pulín. El mismo día [del nacimiento] me bautizó D. Valeriano Miranda quién fue el que me puso el nombre diciendo que iba a ser el último [hijo del matrimonio]. Como se creyó en esto la ropa de bautizar que era muy buena y elegante (según me dijo la niñera Elvira_______ [raya en sustitución del apellido] hoy 16-V-71) mi madre regaló esta ropa a Elvira para que bautizase a sus hijos cuando los tuviera. Tenía Elvira entonces 18 años.
Disponemos de más versiones orales del propio Benxa sobre el bautizo, el oficiante y el nombre de pila. Acaso fuera ésta la nota más adecuada para comenzar las memorias que Benxa tenía en curso. [Libreta nº 1, pág. 145].
Nota 19
Mi tío Luis Álvarez Close (hijo de Laysa Close, de nacionalidad inglesa) era muy ingenioso. Además de las agudezas que vi de él hoy Ángel Solís me contó que en el lecho de muerte le dijo al cura D. Valeriano que tenía en la mesita un décimo de lotería y que iba a llevárselo a ___ [dos guiones a falta del nombre propio] (un vecino que ya había muerto y que era aficionado a la lotería: “_Se lo voy a llevar al otro mundo, pero volveré enseguida”. El referido décimo fue premiado. [Libreta nº 1, pág. 141].
Nota 20
Los Cuesta, apellido de mis primos, hijos del tío Joaquín Cuesta, provienen del apellido Costa, que era francés y lo cambiaron por Cuesta _según Pilar Taoces [y] lo aseguraba D. Julio Fernández (de la Cazzette).
Clasificación temática: origen de apellidosy topónimos, a unir con notas sobre expresiones populares -incluso procedentes de los medios de comunicación- cuyo interés por los mismos queda patente en los cuadernos en un sinnúmero de notas. La clasificación general de este apartado incluye el repertorio de notas en el ámbito de las Letras de su labor, como figura en subtítulo del blog en la cabecera de cada entrada en letra menuda. Pero tal y como se verá, la recopilación abarcará otros campos, como el científico, pensamiento e ideas de cosecha propia y, sobre todo, apuntes sobre el variado espectro de la cultura popular, sea la de la sociedad rural o la de ambiente minero. [Libreta nº 1, pág. 112 vuelta].
Notas 21-25
De Fernando Álvarez Álvarez, mi tío paterno, se recuerdan muchas cosas. Era un tipo como los “camorristas” napolitanos o como los bandoleros malagueños. Hizo la campaña de Cuba y de África […].
Suficiente para justificar la extensión que le dedica y evidenciar su carácter antagónico al de su hermano Manuel. En lugar de transcribir las notas sobre el único tío paterno de Benxa, resumimos algunas noticias en torno a las memorias que Benxa tenía en proyecto y curso de ejecución antes de abandonar la actividad intelectual en el año 1984. [Libreta nº 1, págs. 73-75 vuelta, 76, 62, 138 vuelta, 144 (entre otras en otras libretas)].
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Notas para memorias. Comentario
Memorias aparece escrito en la portada de la Libreta nº 1 y el signo “M”, inicial del mismo término, se repite en los márgenes de las hojas interiores. Al cabo de unos 15 años de comenzar a anotar en este cuaderno, tras su jubilación en 1977, empezó a entresacar de él apuntes para unas memorias que no habrían de ser únicamente personales, sino también inclusivas de su familia de nacimiento. Ello motivado por su interés en preservar del olvido el pasado de los llamados a ser anónimos locales, tratárase tanto de sus familiares como de otros tipos populares que elevó a la condición de personajes en sus notas [Entradas 167-169, 1 y 2-11-2018]. No obstante, para éste que constituyera el último apartado de su obra, contó con otros materiales de confección propia y preexistentes, procedentes de su repertorio de trabajos. Es el caso de peculiar Libreta nº 1 bis, tal y como bautizó a la segunda parte de la Libreta nº 1; aquélla, en realidad un cuaderno independiente por su contenido específico y bien diferenciado de las demás libretas. Reúne reflexiones, pensamientos e ideas en la línea de sus peculiares e imprevisibles maneras y contenidos, mas no siempre contando con la presencia del humor, sino con incursiones en la reflexión seria y profunda, no exenta tampoco de connotaciones personales e íntimas que limitan su publicación. En cualquier caso ahí están los apuntes, los más trabajados y etiquetados con el signo “M” de memorias, un conjunto de notas que aportarían a sus recuerdos de vida una profundidad de la que carecen sus episodios de acción vinculados a la narrativa, género reconocido por el mismo Benxa como enemigo en su cultivo de las Letras. Otra fuente para sus memorias se recoge en cuadernos escolares inacabados que encontraba por casa, en los que redactó, ya con escasa energía, los últimos apuntes biográficos. Pero antes de estos y entusiasmado con el proyecto, recurrió a un curioso género de elaboración y difusión de materiales biográficos del que no disponemos y que resultaría fundamental por su carácter monográfico. Se trata de cartas que, por duplicado o triplicado mediante papel de calco, remitía a sus hijos mayores independizados y cuyo contenido se ceñía exclusivamente al pasado propio y familiar.
Quedó interrumpido todo lo referente a esta sección última de su producción, proyectada e iniciada a una edad avanzada, cuando la actividad, además, se hallaba repartida con otros repertorios: preparación de la edición del diccionario de citas y la conclusión del Laminarium del área rural de Oviedo.
Sin embargo las notas clasificadas para memorias (una muestra de ellas figura en esta entrada del blog), todavía con naturaleza de apuntes dispersos en varios medios, contrastan y se complementan con un trabajo monográfico acabado, que en cierta medida ilustraría su infancia y la de una rama de su familia. Son la Memorias de Villa Rotella [Entrada 34, 18-12-2016], un cuadernillo mecanografiado de 78 páginas concluido en 1983. El texto, en disposición apaisada y con algunos dibujos, fue reproducido en fotocopia en un número constado de ejemplares para obsequiar a los más próximos, así como a los supervivientes y descendientes de los que aparecen recogidos en sus páginas. Con el pretexto de salvar del olvido la vida de dicha casa y el tiempo que él mismo pasó en ella de niño, y consciente de su estilo narrativo enramado y disgregado, añadió al título la aclaración de Memorias familiares y divagaciones. Digresiones que a un mismo tiempo proceden y tornan a convertirse en notas -ahora ya redactadas con esmero-, noticias ilustrativas de numerosos aspectos de la cultura material e inmaterial, burguesa y popular del Mieres de finales del siglo XIX hasta el de los años veinte del siguiente en que Benxa abandona la localidad.
Ya a título final, notas para memorias y notas sobre/de curiosidades fue la primera clasificación efectuada al encontrarnos con este repertorio. Enseguida y al revisarlo -aunque fuera sin el detalle requerido- observamos que una cosa son las notas, todas, el conjunto de ellas, aunque suscritas a una temática y hasta una adscripción disciplinar claramente diferenciada, y otra netamente diferente las curiosidades, categoría o concepto omnipresente en todas ellas, por no decir en la obra completa de Benxa. Así entendido las notas para memorias definen un apartado temático específico y concreto –género, si se exige, biográfico-, a diferencia de lo curioso y las curiosidades, en realidad una tendencia general profundamente incardinada en la obra de Benxa y como tal merecedora de un comentario específico independiente.
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