Creative Commons

Licencia Creative Commons
Aproximación a la obra de "Benxa" (1907-1989) por Baltasar y Covadonga Álvarez Quintana se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Este blog está bajo una licencia de Creative Commons: Reconocimiento No Comercial - Sin Obra Derivada./ Se permite copiar, distribuir y citar públicamente esta obra, con la doble condición de que se reconozca y mencione a los autores y no se utilice con fines comerciales. Tampoco, y en modo alguno, se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de ésta. Es voluntad expresa de los autores.

lunes, 28 de enero de 2019

204.Dibujos etapa juventud-madurez. Las raíces de los laminariums

Dibujos>Etapa juventud-madurez
Entrada 204. Publicada 27-1-2019








Reproducción dibujada de la portada románica 
de la antigua iglesia de San Juan de Mieres
Ficha técnica
Dibujo sobre cartulina color crema. Formato oblongo, tamaño 270mmx255mm entre márgenes.Trabajo a tres tintas: negra para líneas de definición trazadas a plumilla, tinta sepia extendida con pincel al modo de aguada y tinta verde con similar tratamiento que la anterior. Los negros netos o gruesos se limitan al espacio tras la puerta abierta, 
perfilan el exterior del arco y cuerpo de base con efecto de sombra, así como la solera
 del monumento. Firmado BENXA en mayúsculas 52, en el cimiento de la 
mitad derecha de la portada. Esta es la versión original, siempre enmarcada y 
protegida por cristal, la que colgó de las paredes de casa de Benxa. En el mismo
 año 1952 la publicó en blanco y negro como ilustración de un artículo [se cita abajo] 
centrado en su accidentada historia, la puesta en valor como bien capital del 
patrimonio de Mieres, al tiempo que reivindicaba su retorno a la villa de origen.









Dibujos de Benxa. Etapa juventud-madurez

Años cuarenta-sesenta. Reproducción dibujada de la portada románica de la antigua iglesia de San Juan Bautista de Mieres, 1952. Y versión publicada como ilustración de una articulo sobre la misma pieza monumental. [1 de 2].
En 1952 Benxa elabora otro trabajo similar al de Mi Olloniego. Se asemejan en su elaboración detenida y apurado acabado, en el hecho de tener como objeto la reproducción de un monumento, además de por la emotividad subyacente. Hacía cinco años que reside en Mieres. El tiempo de separación de Olloniego explica el sentimiento de nostalgia que se manifestará, igualmente, dentro del medio periodístico -constante fusión de dibujo-trabajos en prensa-, concretamente en la creación de una sección titulada Olloniego a lo lejos, cuando apenas una docena de kilómetros separaba esta localidad de Mieres. Domiciliado aquí aborda un proyecto al dibujo de lo que fue una espina clavada a sus veinte años, cuando se encontraba en Olloniego ya iniciado en la formación de la historia medieval y moderna, en el dibujo de sus restos materiales y con plena conciencia de su valor cultural y, en consecuencia, de su introducción en el ámbito teórico y de acción del patrimonio histórico. 

El origen parte de 1927, año en que la vieja iglesia parroquial de San Juan Bautista de Mieres fue derruida para edificar en su lugar el actual templo de traza neo-barroca. En la demolición se perdió, pero no por efecto de la piqueta, la portada románica que el templo había incorporado de otra primitiva iglesia medieval situada en La Vega de Mieres y arrasada por las aguas del río Caudal. Aquel arco de talla primorosa, -como cita Benxa- se había conservado antaño gracias a una actuación elogiable consistente en rescatarlo y adosarlo al nuevo templo que se levantó en La Pasera. Una actuación similar fue la que Benxa proponía en los medios públicos por los años cincuenta y su lámina -como él la denominaba en un anuncio distante de los laminariums- o dibujo esmerado de dicha portada formó parte del inicio de la campaña en defensa de su recuperación para su lugar de origen. Había hecho público muchas veces el error de haber dejado salir de Mieres lo que consideraba uno de sus tesoros monumentales, poniendo un énfasis especial en censurar el procedimiento comercial de la pérdida a través de su venta a un particular con el fin de incorporarla en el exterior de su mansión (1). Los hechos habían sucedido encontrándose el futuro Benxa fuera de Mieres y ahora, tras su regreso y consolidado su compromiso con el patrimonio de su Mieres natal decidió comenzar ocupándose de tan valioso elemento arqueológico, proponiéndose reproducir al dibujo lo que consideraba el arco de tal traza y románica belleza.

En la labor de copia de esta portada cluniacense ya contaba con el antecedente de la de Pereda (Oviedo), cuya imagen publicó acompañada de un artículo entre 1935 y 36 [Entrada 198, 18-1.2019]. Ya por entonces demostraba un conocimiento de lo ocurrido con la artística puerta de Mieres, con la que compara la rural de Pereda, exaltando de aquélla la singularidad de sus diez y siete cabezas de grifos y el taqueado jaquense (decoración que escribe Benxa). Ambos dibujos los concibe como documentos gráficos que contribuyan a su conocimiento y valor. En este sentido y por la factura del dibujo la portada de San Juan se insertaría, en principio o como una de sus lecturas varias, dentro de la reproducción de cuño arqueológico. Benxa midió y copió directamente la portada en su ubicación, el palacio de La Pedrera, en Gijón. Elaboró la representación en la vista más adecuada, el alzado. Procedería previamente al trazado a lápiz de un dibujo a escala, detalle por detalle entre tan abundante ornamento, definiendo y precisando mediante los útiles de dibujo técnico (compás, regla, escuadra y cartabón) las formas básicas de la geometría plana con que fue diseñada la puerta original en piedra. En una segunda fase y sobre el mismo soporte de cartulina, fue sustituyendo el dibujo geométrico en el que inscribió a lápiz la estructura de la puerta por una labor de delineación a tinta negra y mano alzada. Será en esta operación donde, además de los elementos arquitectónicos, incorpore el trabajo minucioso de detalle, reproduciendo uno a uno todos los motivos ornamentales que figuraban en el original, intentando incluso captar con fidelidad el grado de conservación de cada uno de ellos.

Hasta aquí el procedimiento de copia y representación no dista del dibujo científico de restos arqueológicos como complementario de la fotografía. Pero el Benxa de los años cincuenta no era aquel joven dibujante purista de los años treinta ante la portada de Pereda. Buscará ahora en el dibujo una aproximación a la reproducción personalizada que necesariamente pasa por el dibujo artístico y, en su caso, por una clase de gusto estético no precisamente acertado, incluso se diría que desfasado en el tiempo, como detenido en las formas del siglo XIX. Será en estos trabajos singulares de pormenorizado acabado donde más se evidencien estos defectos como dibujante, así como el consiguiente entronque de su obra con tendencias y principios estéticos vinculados a la ingenuidad, la simplicidad, lo pueril, el no-arte con pretensión de arte [Entrada 203, 23-1-2019]. Todas estas distorsiones que debilitan la reproducción de conjunto de la janua (puerta en latín) de San Juan de Mieres son fáciles de localizar, hasta el punto de evidenciarse a simple vista. En primer lugar la introducción del color, elemento de naturaleza pictórica, manifestación aún más desconocida para Benxa. Aunque se trate de una aguada sepia que puede imitar el color natural de la piedra original -acaso una arenisca- y cuyo uso, igualmente, contribuye junto con el negro a dar volumen a ciertos detalles según su intensidad de tono. Pero así y todo, un trabajo a línea pura en blanco y negro, como el aplicado en la portada de Pereda [Entrada, 198, 18-1-2019, ilustración] o la versión que publicó de ésta de San Juan [Entrada 205, 27-1.2019] (2) hubieran realzado la precisión de la reproducción aportándole un valor estrictamente documental. 

[Continúa]




NOTAS
________
    (1) “Parecida a la vieja iglesia de Mieres, aunque sin el ajedrezado de la archivolta ni los diez y siete grifos [añadido a mano asidos] al torso curvo, que, los mierenses, por un lamentable afán pecuniario perdieron de lucir en la fachada de su nuevo templo parroquial, como tan ejemplarmente se ve en Ciaño, donde otra puerta del mismo estilo y aproximada época, da un sello de distinción y nobleza a la nueva construcción”. BOTICHELO (seudónimo de Benjamín), “La portada de la iglesia de Perera. Bellezas artísticas poco conocidas”. Covadonga (revista quincenal), 1935 ó 1936. pág. 200.
    (2) “JANUA ECCLESIAE NOSTRAE”, El pregonero de San Juan. Junio 1952, página perdida. Firmado B. Artículo acompañado de una ilustración [Entrada 205, 27-1-2019]. Reproducción a línea y blanco y negro de la lámina a aguada sepia. La versión sustituye el simulado muro en mampostería por una trama de rayado horizontal.















No hay comentarios: