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Entrada 179. Publicada 3-12-2018
4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont, 52)
(Antepasados técnicos industriales de Benxa)
Etapa profesional 1907-1917
Permanece un margen duda sobre la posibilidad de que Álvarez abandonara las minas de El Terronal en1907 (1) al pasar a manos de la sociedad inglesa, según se argumenta en entrada anterior. La duda la suscita el dato aportado por Rodríguez Rubinat, periodista, amigo de la familia y gran admirador de Manuel, hasta el punto de considerarlo -también por las numerosas reseñas sobre él publicadas, incluso años después de su fallecimiento- su biógrafo y principal divulgador. Un equivalente, en investigación, a quienes (nos) descubrieron hace un década a Manuel, los autores de referencia constante: Fernández Gutiérrez, M.F. y Luque Cabal/Gutiérrez Claverol. No obstante en cualquiera de las dos situaciones el capataz compatibilizaría y simultanearía la dedicación a varios encargos o puestos de empresa, como era habitual en el segundo capítulo de la industrialización (2). Hasta 1917 se detecta una preferencia clara por las sociedades dedicadas al beneficio del mercurio en las distintas clases de servicios posibles: estudios de investigación, informes, capataz consultor, incluido director facultativo (sic) de alguna empresa (3). Ello sin excluir en esta etapa una implicación profesional -incluso accionarial- en otras empresas igualmente minero-metalúrgicas. Se citan algunas recogidas en las reseñas biográficas, estudio de Luque Cabal con Gutiérrez Claverol y en la correspondencia de su archivo, limitada a la segunda mitad de los años 20.
Trabajos varios en explotaciones mineras
__Concesiones mineras de cinabrio 1909 ( Luque/Claverol) (4).
La denominada Primera Exploración, a nombre de M. Álvarez, concesión de 1909.
Sociedad La Moderna (anteriormente explotada por Manuel y en 1909 por Cuesta (un pariente).
Concesión Juliana, titularidad Álvarez Closse (parentesco) y Manuel como Director Facultativo.
__Participación profesional o servicios en otras explotaciones mercuríferas
Lena: Muñón Cimero (titular, Fábrica de Mieres). Aller: El Mercurio Asturiano y otra sin especificar.
Langreo. Chovar (Castellón). Maramuñiz (Lena) y La Unión (La Peña, Mieres) donde al menos en 1917 figura como director facultativo.
__Mieres, Cenera, dos minas de carbón propiedad de la Sociedad el Porvenir de Asturias.
__Lena, Campomanes, mina de antracita.
__Minas de hierro en el Sueve (Colunga) y otras (noticia para los años 20)
Constructor de hornos
Los hornos de mercurio son equipos construidos y fijos, no máquinas. Álvarez mantuvo una estrecha relación profesional y personal con su cuñado Ramón Rodríguez, el artífice de los hornos modernos de cinabrio que revolucionaron la producción de mercurio desde la década de 1890. Conoció paso a paso las investigaciones de Rodríguez así como su construcción precisa de cada una de las variedades de hornos Rodríguez, sustitutos de los tradicionales. De modo que a la muerte del inventor Rodríguez en 1905, M. Álvarez se convirtió en el constructor especializado en la construcción de los hornos de su cuñado. Se amplia así su actividad como constructor de edificios pero sobre manera de infraestructura de comunicación a escala menor (ferrocarriles de empresas), caminos de acceso a las minas o encargados por el Ayuntamiento de Mieres y edificios de uso industrial [Entrada 178] para fábricas y de superficie en las explotaciones mineras. En la primera memoria The Oviedo Mercury, 1908, [Entrada 177-178] figura el encargo -lo más probable al experto M. Álvarez- de la construcción de cuatro hornos, todos para cometidos diferentes dentro de la transformación del mineral. Por otra parte, en el documento más antiguo (1905), acaso el primer contrato de construcción de hornos efectuado a Álvarez por parte de una compañía inglesa, queda reflejado parte del proceso de construcción, la dirección de los trabajos por parte del experto, obligado a aportara todos sus conocimientos, así como la constitución de un equipo de operarios especializados igualmente a cargo del capataz.
Trabajos de Álvarez para las minas de azogue de Chovar (Castellón)
Forman parte del plan de la sociedad El Porvenir a raíz del informe de Álvarez de 1902, que confirma las limitaciones del yacimiento de El Terronal, lo que ya venía observándose en las labores de extracción. La Junta de Gobierno aprobó la propuesta técnica de localizar nuevos yacimientos de cinabrio vírgenes o apenas explotados, cuyo beneficio resultara más asequible y económico que el de El Terronal. Con tal fin se había encomendado al capataz Ramón Rodríguez, un viaje al Levante peninsular en cuyo transcurso falleció en Águilas (Murcia) en 1905. El interrogante se centra en saber si este establecimiento de Chovar fue localizado por Rodríguez antes de su muerte o más tarde por Álvarez o por un tercero. En todo caso en 1908, año del ejercicio al que se refiere la memoria más antigua de las dos disponibles (fechadas en 1909 y 1910) (5), no parece tratarse sin embargo del primero ni del segundo de actividad en la explotación, lo que situaría el arriendo de estas minas entorno a los años 1905 o 1906.
Obsérvese que la sociedad titular, El Porvenir, alquila y no adquiere las pertenencias, por riesgo o por escasa liquidez en su cuenta general, como así se refleja en las noticias más recientes. Y de antemano mencionamos las condiciones mínimas para obtener buenos resultados (ubicación aislada, flujo de materias y equipos por mal camino carretero, la ausencia de máquina de extracción a vapor y en su lugar un malacate primitivo).
Enajenó el Porvenir las minas de El Terronal pero mantuvo dos de carbón en Cenera (Mieres), gestionadas por M. Álvarez, que habían venido alimentando durante años los hornos de la fábrica de La Peña. Mina Carlota había dejado de producir tiempo atrás y de Mina Consuelo se estaban manteniendo las instalaciones en condiciones pero sin producir , a la espera de su venta o alquiler. La Sociedad El Porvenir de Asturias, tan pujante en los ochenta y noventa estaba manifestando señales evidentes de su próxima disolución.
Lo mismo que el capataz Álvarez, continuó como Director-Gerente de la sociedad Juan Stuyck, quién mantenía , pese a su ascenso con The Oviedo Mercury, su condición de gestor de numerosas empresas. Él es quién redacta las memorias e informes anuales para las juntas generales de El Porvenir en Chovar, al tiempo que actúa como un agente intermedio entre la Junta de Gobierno que toma las decisiones y el responsable técnico o director-jefe de la explotación, en este caso un ingeniero-consultor o experto que toma las decisiones técnicas y visita el yacimiento cuando si marcha lo exija. Esta posición de mediador de Stuyck le confería una capacidad potencial para tomar decisiones o asumir los intereses concretos de la Junta de Gobierno, utilizando al ingeniero que aportaba el informe técnico encomendado.
En la primera memoria la empresa todavía cuenta con recursos y espera cubrir los gastos para la campaña siguiente, destinados a mejoras del establecimiento, a su vez determinantes en la obtención de beneficios que hasta entonces no se habían producido. Será en la segunda memoria, fechada en 1910, cuando ante un informe negativo del ingeniero y un desembolso no previsto Stuyck deja constancia de la situación límite de las minas de Chovar. Nueva contrariedad para el patrimonio de El Porvenir.
Por parte de Manuel Álvarez consta que ya había efectuado viajes Chovar en calidad de capataz-consultor o experto que se le reclamaba para operaciones y toma de decisiones puntuales. Pero en este caso su presencia como técnico medio asesor no responde a la escasa entidad de la sociedad sino a la condición de especialista y experto en la ciencia de la minería del azogue. Su presencia se documenta por estos años dos veces, una por memoria. Debe resolver la situación y la calidad del filón de un crucero (galería horizontal nueva que cruza el pozo) situado sobre una grieta mineralizada. Se le convoca a Chovar a pesar de contar con el parecer de su ingeniero consultor y la presencia en plantilla de un capataz fijo. Su actuación queda acreditada en la memoria y en los halagos que Stuyck hace de su trabajo. Con todo, en el último ejercicio, de repente, sin anticiparse ningún contratiempo en la memoria anterior, sólo siete meses atrás (6), el director-gerente sentencia el inminente cierre de la explotación al recomendar recurrir a los fondos de reserva para cubrir gastos.
NOTAS
1. En cambio el monográfico Centenario de la Escuela de Facultativos de Minas y Fábricas de Mieres,1955, coincide con nosotros en el año 1913 con el de abandono definitivo de su trayectoria en el mercurio, no como fecha de abandono de El Terronal, sin especificar, además, su continuidad en otra empresa entre 1913 y 1917.
2. Por los tiempos de la Restauración de la monarquía alfonsina se observa, al menos en el sector del mercurio asturiano, que los profesionales o técnicos cualificados (tanto capataces como ingenieros) podían prestar servicios fijos en una empresa, pero sin exigírseles la dedicación exclusiva ni la presencia diaria n la empresa. Tampoco resultaba obligado fijar el domicilio en las inmediaciones empresa -con excepciones en las colonias o poblados dependientes de la misma. Sus servicios los llevaban a cabo girando visitas de inspección, toma de datos in situ para estudios de prospección e investigación, lo mismo que para transmitir a sus auxiliares (capataces/facultativos) el programa de producción desglosado en fases.
3. La denominación oficial del título que recibían los egresados en Escuela Capataces de Mieres, siguiendo directrices del Ministerio de Instrucción Pública o del de Fomento más tarde, evolucionó, lo mismo que en el resto de las escuelas existentes en España, desde capataz hacia el de facultativo y ayundante facultativo (ayudante del ingeniero). La calificación de facultativo se incorpora al título oficial entre 1913-14, según en qué Escuela. Entonces los títulos que se emiten rezan de Ayudante Facultativo de Minas o de Minas y Fábricas Metalúrgicas o, en el caso de Mieres, Ayudantes y Capataces Facultativos de Minas. La denominación permanecerá prácticamente invariable hasta la guerra civil, al cabo de la cual, con ocasión de la celebración del centenario de la de Mieres, consta como Escuela de Facultativos de Minas y Fábricas, si bien en el habla coloquial se hacía referencia al centro comoEscuela de Peritos, voz esta que ya había utilizado Ramón Rodríguez, el que fuera su primer secretario, en unas notas sobre el origen y primera parte de la historia del centro docente.
4. Luque Cabal/Gutiérrez Claverol, pág, 64. Figuran como mayores titulares de concesiones de azogue The Oviedo Mines, seguida de Fábrica de Mieres y La Unión (aproximadamente equivalentes en unidades) y una decena escasa muy repartida, donde se situarían las indicadas arriba como vinculadas a Álvarez..
5. Memoria presentada por el director-gerente Don Juan Stuyck a la Sociedad Especial Minera El Porvenir en la Junta General Ordinaria de 31 de enero de 1909. Madrid, 1909. Otra con idéntica referencia pero del año 1910.
6. “Con todos estos elementos [hornos y vía], el Ingeniero y la Junta de gobierno esperan que la presente campaña [1909] será de un gran avance para el éxito final de la explotación”. Párrafo final memoria de enero de 1909, ejercicio 1908. De este buen pronóstico, en septiembre de 1909 se vaticina implícitamente el cierre de la explotación de Chovar.
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