Entrada 177. Publicada 1-12-2018
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Detalle del informe de The Oviedo Mercury Mines de 1908, que recoge el primer ejercicio de la compañía inglesa que adquirió la industria de mercurio de El Terronal (Mieres). El texto aparece de continuo anotado y corregido por Manuel Álvarez, abiertamente opuesto a la venta de la empresa donde venía desempeñando la subdirección y responsabilidad máxima en la sección de minas. |
4.5 Manuel Álvarez Álvarez (cont, 50)
(Antepasados técnicos industriales de Benxa)
Etapa profesional 1907-1917
[Viene de la entrada 113, 19-3-2018 y de la anterior a ésta]
La oferta de compra por la compañía inglesa Sims and Sims supuso una oportunidad para una empresa deficitaria como se presenta al Terronal en los años que preceden a 1906. Sin embargo la enajenación no se llevó a cabo por unanimidad en la junta general donde se trató la operación ni, especialmente, por parte de los accionistas menores. (M. Álvarez entre ellos). Se deduce claramente una división entre partidarios de la venta y opuestos en los materiales del archivo de Álvarez una vez examinados detenidamente, en especial los informes y memorias anuales de empresa (1), así como en los trabajos que por iniciativa propia elaboró aquél sobre el mercurio a propósito de dicha transmisión comercial. Queda en evidencia la situación del capataz en la oposición, más aún, en un lugar destacado, eminentemente activo y efectivo, remitiéndonos siempre a la documentación mencionada.
Los partidarios de la venta de las instalaciones titularidad de El Porvenir consideraban el mercurio como un negocio que ya había tocado a su fin, orientando las inversiones en otra dirección, posiblemente hacia el más próspero sector hullero. La misma empresa adquiriente, The Oviedo Mercury Mines, en su primera memoria-informe de 1908 (2) de las que denominaba Minas de Mieres, ya incluía la compra, a un tiempo que de El Terronal, de una mina de carbón en Siero. Aunque se cite en aquélla el precio del azogue en alza, las buenas cotizaciones del mercurio y arsénico en Europa donde se comercializarían. Lo que Álvarez defendía insistentemente era negar -con conocimiento de causa- la muerte irreversible de las explotaciones del mercurio en general y llamar la atención sobre su potencial futuro en nuevas aplicaciones, ofreciendo a tal efecto informes documentados y razonados a nivel mundial en el largo periodo de los últimos treinta años. Asumía, desde el informe de 1902 a él encargado, las dificultades para proseguir la explotación concreta de El Terronal, al tiempo que defendía con optimismo la detección de nuevos yacimientos fuera de Asturias por parte de la misma compañía (Ramón Rodríguez en Águilas, el mismo Manuel en Chovar, ambos en el Levante peninsular).
La operación de venta a la compañía inglesa no beneficiaría a la historia del metal como Manuel preveía. Previa a la enajenación la compañía inglesa había llevando a cabo una campaña disuasoria entre el accionariado de clara orientación comercial, ofreciendo todas las facilidades para una transición sin alteraciones entre las dos sociedades y así convencer a los no partidarios de las estabilidad de la venta por mucho que luego, en la práctica, se incumplieran (3).
NOTAS
- Varias memorias-informes de empresas conservadas entre los papeles de Manuel Álvarez (AMA) aportan en una lectura detenida datos muy valiosos que una investigación más general como las hasta ahora realizada no alcanza ni procede atender. A partir de ellas y de sus estudios o entretenimientos(ahora volcados en la de defensa del mercurio) podemos complementar y detallar aspectos no tratados o sucintamente por las publicaciones de referencia manejadas.
- Portada, Informe de la Sociedad The Oviedo Mercury Mines Ltd, presentada en folios mecanografiados con encuadernadores metálicos, sin paginar. Consta de dos partes: memoria, 4 hojas, 19 octubre 1908, firmada por un consejero y un secretario; e informe, más extenso, redactado por el ingeniero Louis Fabre, asignado a las minas de Mieres. Traducida al castellano. A presentar ante la Junta General el 29 octubre de 1908. (Parece que estos balances se hacían, en vez de dentro del año natural, sobre los tres trimestres primeros del año del que es objeto precedidos por el último del año anterior).
- Algunas de las medidas de persuasión empleadas inicialmente por los ingleses para convencer a los opositores a la venta: el nombre comercial de la nueva empresa, inicialmente The Porvenir Mercury Mines, pronto sustituido por el definitivo; presentar a los accionistas la operación como un traspaso, cuando se trato de una compraventa; mantener la plantilla y cargos directivos; la primera objeto de reducción significativa y los cargos fueron renovados con personal de origen inglés, incluyendo el de ingeniero-jefe que ocupaba el puesto del fallecido Ramón Rodríguez y luego Manuel Álvarez. La oferta en estos términos y otros similares parece tratar de conquistar a los accionistas que rechazaban la venta, más exactamente a quienes contaban con pequeñas inversiones en un negocio que altos beneficios les había reportado. Una figura clave en esta estrategia que favoreció la venta ante la división en el seno de El Porvenir parece remitir a Juan Stuyck, director gerente de la sociedad de El Terronal desde segunda parte 1880 [Entradas 73-80, 30-7 a 10-8-2017]. Su contrato como director gerente se supone apoyado por una parte del consejo de administración, donde figura un directivo con su mismo apellido, muy probablemente pariente directo. A Stuyck, titulado en leyes y no ingeniero como era habitual en la moderna dirección de empresas del momento, se le adjudicó la dirección administrativa de El Porvenir, encabezando el organigrama de la empresa que hasta entonces venían detentando en la dirección técnica y la jefatura unidas dos capataces nacidos y titulados en Mieres, vinculados a la misma familia: los Rodríguez (Ignacio, el padre, y Ramón) [Entradas 70-72, 19 y 22-7-2017], y como responsable de las minas un pariente político de aquellos, Manuel Álvarez. Las ciertas fricciones que suscitó la llegad de Stuyck [Luque/ Claverol] cabe suponer que surgieran entre aquél Ramón Rodríguez, hasta entonces director único, auxiliado por Manuel al frente del yacimiento. En adelante la dirección quedaría dividida entre un director administrativo o gerente (Stuyck) y otro director técnico subordinado al primero (Rodríguez). Además, en una empresa de impronta familiar y a la comprensión de sus responsable máximos hasta entonces, con presencia diaria en el establecimiento y vivienda en las inmediaciones, la residencia del nuevo directivo en Madrid, las visitas ocasionales a El Terronal -en una de ellas se encargaría la foto de grupo ya publicada [Entrada ]- , la gestión a distancia por correo postal y la administración compartida por aquél desde Madrid con otras empresas pueden explicar el recelo de los técnicos nativos ante una nueva figura y modelo de dirección de empresa, sin duda más moderna que la por ellos conocida si bien ya implantada en el mundo empresarial europeo y norteamericano.
Algunos datos generales de la compañía The Oviedo Mercury Mines
según informe-memoria de 1908
Dirección de la sede central: Minchester House. Old Broad Street, Londres.
Periodo del ejercicio evaluado en el informe: octubre 1907-octubre 1908
Fecha probable de la compraventa: abril o primavera de 1907
Precio venta: 110.467 libras.
Algunos cargos:
Ingeniero-jefe de Minas Mieres: Louis Fabre.
Director Comercial de
la Compañía (Sims and Sims) para España: Juan Stuyck
(ascenso respecto al cargo desempeñado en El Porvenir).
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